Pecco Bagnaia despierta en la ‘sprint’ del GP de Japón y Marc Márquez allana el camino al título

Marc Márquez lo tiene todo de cara para reconquistar la corona en MotoGP este domingo en el GP de Japón (07.00 horas, DAZN). El piloto español, en un fin de semana extraño para él, con falta de ritmo y alguna caída inesperada en los entrenamientos, supo agachar la cabeza, trabajar a destajo e ir de menos a más para firmar la tercera plaza en la parrilla y la segunda en la ‘sprint’ de este sábado en el circuito de Motegi. Son resultados que terminan de allanar el alirón.

Con su único rival matemático alejado de las posiciones de cabeza, un Álex Márquez que no puntuó este sábado y partirá octavo en la carrera larga, solo una hecatombe evitaría la coronación del 93. Con defender seis puntos respecto a su más inmediato perseguidor le bastaría, suficiente con quedarse justo por detrás del hermano pequeño. Aunque él señala que aspira a subirse al podio este domingo, sin tener en la mirilla a su rival.

Otra cosa será recuperar el título con un triunfo, ya que su compañero de garaje Pecco Bagnaia pareció despertar por fin de su letargo. El tricampeón italiano, en la primera prueba en la que matemáticamente no podía batallar por el título, se mostró de nuevo competitivo como antaño y levantó los puños al aire tanto en la cronometrada como en la carrera corta del sábado. El hombre que estaba llamado a tutear al mayor de los Márquez, y pelea ahora por el subcampeonato con el pequeño de la familia, logró su primer triunfo del curso en el formato corto en la decimoséptima cita mundialista.

“Estoy de vuelta, como en mis mejores carreras. Muy buena salida, apretando a tope, me he sentido muy cómodo. Quiero agradecerle todo el trabajo al equipo, que por fin me han dado una puesta a punto maravillosa de la moto. He podido empujar, controlar, y no puedo negar que esta victoria es muy dulce”, declaró el ganador de la jornada. El doblete del equipo oficial Ducati desató los festejos en el garaje rojo, que esperan redondear la escala japonesa este domingo. “La carrera será larga, pero no debemos olvidar que nuestro objetivo es otro este fin de semana”, quiso subrayar el líder del certamen, con una ventaja de 191 puntos en la tabla.

Ese objetivo no es otro que cerrar el campeonato, un hito que a punto estuvo de complicársele en la primera curva. Al 93 se le desestabilizó su Desmosedici GP en la frenada tras una salida mala, pero pudo salvar los muebles y emergió en cuarta plaza a pesar de todo. Supo contemporizar y no impacientarse mientras Bagnaia se escapaba por delante. En la lucha por el podio, Joan Mir y Pedro Acosta presentaron una magnífica batalla y pudieron resistir los envites del próximo campeón en los primeros compases. Finalmente, Marc pudo superar a la Honda de Mir con un adelantamiento al límite de la ley por la tercera plaza en el ecuador de la prueba, y el bajón de rendimiento de la KTM de Acosta le permitió escalar hasta la segunda posición en la línea de meta. El murciano completó el podio y el mallorquín pudo celebrar su mejor resultado con los japoneses con una cuarta plaza.

“Pecco ha hecho una gran carrera, nosotros una correcta”, expuso el piloto de Cervera, que sintió la presión por el título. “Pesa, ahora que se acerca. No quieres cometer ningún error, vas algo más rígido, pero lo bueno es que es solo un fin de semana y lo hemos sabido gestionar muy bien a lo largo del año”, dijo sobre la pelea dentro de su cabeza. Su idea mañana será intentar subir al podio, resultado más que suficiente para rematar la faena y volver a lo más alto seis años después.

En una carrera que animaron sobre todo Mir y Acosta, sedientos de buenos resultados para sus respectivas fábricas, Honda y KTM, el bulto de la acción se concentró en el momento de la salida. Además del susto para Márquez, por detrás hubo strike entre los compañeros del equipo oficial de Aprilia. El campeón del mundo Jorge Martín entró muy pasado por el interior de la primera curva, bloqueó el tren delantero y salió disparado en medio del grueso de la parrilla. Su cuerpo impactó con la máquina de Marco Bezzecchi y ambos terminaron en la grava. La peor parte, una vez más, se la llevó el piloto madrileño, que fue trasladado en helicóptero al hospital universitario de Dokkyo tras sufrir una fractura con desplazamiento en la clavícula derecha.