Haaland y el desafío de la resurrección del Manchester City
Junto con los veteranos, verdadera proyección de Guardiola, el goleador noruego lidera la travesía del equipo hacia la grandeza perdida


El partido de Premier celebrado el 2 de noviembre en Craven Cottage —donde el Támesis describe una curva redonda y hermosa— reflejó mucho más que una situación. Fue el retrato de una era. La era del desafío más grande que ha afrontado Pep Guardiola como entrenador, empeñado como está en volver a llevar al Manchester City a la cumbre del fútbol europeo cuando la maquinaria da señales de haber alcanzado su punto de obsolescencia sin que las piezas que se suponía que debían renovarla tengan la calidad de las ya gastadas.
El City se puso 0-3 en una exhibición de juego elaborado de punta a punta del campo. Pero el Fulham respondió 1-3 y entonces el City experimentó la clase de convulsión que aqueja a los equipos que padecen algún trauma. Primero se encolerizó. Hizo el 1-4 y el 1-5, y luego fue incapaz de presionar para defender su ventaja, de modo que sus jugadores comenzaron a sentirse inseguros ante las pérdidas de balón y acabaron metidos en su campo, ahí donde su defensa es más vulnerable. El Fulham hizo el 2-5, el 3-5, el 4-5... Cuando el árbitro pitó el final, la tormenta casi había hecho olvidar una proeza individual. Haaland, autor del 0-1, acababa de convertirse en el futbolista más rápido de la historia de la Premier en anotar 100 goles. Le bastaron 111 partidos. Trece menos que Alan Shearer, su predecesor en el Gotha de los artilleros de las Islas, autor hace tres décadas de 100 goles en 124 partidos.
“Este es mi trabajo”, dijo Haaland, “y si no meto goles la gente debería criticarme. Necesitamos mejorar como equipo. Nuestro enfoque es evitar que nos ocurran cosas como las que nos han pasado hoy en Fulham”.
La autocrítica fue genuina. A los 25 años, Haaland no solo sabe que es el jugador mejor pagado del City y el más famoso. Asume el discurso del líder de una plantilla plagada de compañeros inmaduros que necesitan aprender a marchas forzadas. El noruego integra un grupo desigual. Lo destacan los responsables consultados en las direcciones deportivas de Liverpool, Arsenal, Chelsea, United, PSG y Bayern. El diagnóstico y el pronóstico de la mayoría de los técnicos es el mismo: al City le falta savia nueva. Por más goles que meta Haaland, nunca volverá a ser lo que fue entre 2017 y 2024 —insisten— el equipo con el fútbol más dominante del siglo después del Barça de Messi, conquistador de seis Premiers en siete temporadas, incluido un triplete con Champions, algo insólito.
“Cuatro Premiers seguidas hoy equivalen a ganar 15 Ligas consecutivas en cualquier campeonato”, afirma un técnico que trabaja para el Arsenal. “El desgaste mental que han sufrido esos jugadores es enorme, y a eso se añade el hecho de que ninguno es un Messi. Todos saltaron muchos escalones para llegar hasta ahí arriba y si llegaron —Rodri es el mayor ejemplo— fue gracias al ecosistema que creó Guardiola”.
Ni hubo ni hay messis en la plantilla del City. El núcleo duro de los veteranos, Rodri, Stones, Dias, Bernardo Silva, Haaland y Foden, siguen siendo la clave de todo, especialmente Dias y Bernardo. Por experiencia, por nivel técnico y carisma, cada uno en su línea, son insuperables. Los fichajes que se hicieron a partir de 2024 nunca tuvieron la madurez y excelencia que exhibieron de inicio las contrataciones que fundaron la dinastía, como Sterling, Mahrez, Gündogan o De Bruyne, más curtidos antes de llegar que los recambios que existen hoy. Se hace difícil pensar en una regeneración fácil a partir del joven Nico González, el limitado Marmoush, el inestable Savinho, el llegador Reinjders, el aburridizo Gvardiol o el divino Cherki.
“Como en Newcastle”
“Los fichajes del City de los últimos dos años son de tal nivel que si solo pudieran alinearse los nuevos estarían para descender”, señalan desde la base de un club de Londres. Para muestra, recuerdan el partido de Champions contra el Leverkusen en casa. Jugó el equipo B: sin Rodri, sin Dias, sin Bernardo, sin Foden, sin Haaland... perdieron 0-2. Con justicia. “El partido de Leverkusen nos complicó la clasificación”, admitió ayer Guardiola.
“Los chicos no se tienen que comer la cabeza con el Bernabéu”, apuntó Bernardo, ayer en la sala de conferencias del estadio; “tienen que pensar que esto es como jugar en casa del Newcastle. ¡Ya lo hicieron! Solo tenemos que pensar en seguir mejorando nuestro juego. Este es un desafío para los jóvenes”.
Nadie en los despachos de la Premier parece creer en el regreso consistente, sólido, del nuevo City. Nadie ve en esta revuelta, que ha llevado al equipo al segundo puesto del campeonato, el germen de un campeón como el que asoló Inglaterra entre 2017 y 2024. Dadas las condiciones, sería una hazaña sin precedentes en la historia del fútbol. Pero con jugadores como Rodri, Dias, Bernardo o Haaland todo parece probable, y su sintonía con Guardiola es completa. El catalán nunca fue más querido en un vestuario. Haaland da fe de su afinidad con el técnico al tiempo que ha enriquecido su verticalidad con juego en el mediocampo, preciso y sencillo en la dificultad extrema, como demostró en el 3-0 al Sunderland el sábado pasado.
Hoy en Chamartín lo sabrán Rüdiger, Asencio y Tchouameni, actores centrales de una defensa desesperada y testigos en primera línea de un City que se resiste a la mediocridad.
Clasificación
| Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
|---|---|---|---|---|---|
|
3
|
12 | 5 | 4 | 0 | 1 |
|
4
|
12 | 5 | 4 | 0 | 1 |
|
5
|
12 | 5 | 4 | 0 | 1 |
|
6
|
10 | 5 | 3 | 1 | 1 |
|
7
|
10 | 5 | 3 | 1 | 1 |
| Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
|---|---|---|---|---|---|
|
7
|
10 | 5 | 3 | 1 | 1 |
|
8
|
10 | 5 | 3 | 1 | 1 |
|
9
|
10 | 5 | 3 | 1 | 1 |
|
10
|
10 | 5 | 3 | 1 | 1 |
|
11
|
9 | 5 | 3 | 0 | 2 |
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma































































