Ir al contenido
_
_
_
_
M. City MNC
Wydad AC WAC

Guardiola acomete la regeneración de la dinastía del Manchester City

El técnico inicia ante el Wydad Casablanca la senda que prefirió evitar como entrenador del Barça y del Bayern

Manchester City
Diego Torres

El pequeño estadio de la Universidad de Lynn, en Boca Ratón, acoge desde hace una semana los entrenamientos del equipo más subestimado del Mundial de Clubes. El Manchester City perdió el halo de imbatibilidad que tenía cuando ganó su cuarta Premier consecutiva, hace un año. Después de ocho temporadas de construcción y una de crisis, Pep Guardiola desembarcó en Florida como quien pisa el umbral de un terreno baldío. Por primera vez en su carrera emprende la regeneración después de sufrir el agotamiento y el declive de la dinastía que creó en 2016. A sus 54 años, el reto del técnico español es deshacerse de los futbolistas contraproducentes, prolongar la vida útil de los veteranos más valiosos, evolucionar a los jóvenes y encajar a los nuevos fichajes. En vísperas de enfrentar al Wydad Casablanca este miércoles en Filadelfia (18:00 horas, DAZN), transita el que probablemente sea el camino más difícil en la vida de un entrenador. El que recorrieron los grandes maestros de la recalibración: Alex Ferguson en el Manchester United o Gregg Popovich en San Antonio Spurs.

“El éxito es cuántas veces te levantas después de caer”, dijo Guardiola parafraseando a José Mújica, antes de embarcarse hacia Estados Unidos. El expresidente uruguayo, que fue líder de la guerrilla de los Tupamaros y sobrevivió a 13 años de prisión y torturas durante la dictadura de su país, sirve de fuente de inspiración a un técnico que busca referencias que fortalezcan sus convicciones atacantes tras un periodo de dudas.

La despedida de Juanma Lillo, su ayudante en las últimas campañas, para sustituirlo por Pepijn Lijnders, mano derecha de Jürgen Klopp en el Liverpool, revela un cambio hacia el atrevimiento. Si hubo alguien empeñado en lanzar mensajes de cautela tras la lesión de Rodri, ese fue Lillo, seguro de que su idea de defender con el balón y bajar el ritmo de circulación compensaría la fragilidad derivada de la ausencia del mediocentro que lideraba al equipo. El resultado fue convertir al City en un blanco fácil de la presión de los rivales. El círculo vicioso perfecto. Algo que a Klopp no le pasó ni con Wataru Endo de pivote.

La presencia de Rodri en los rondos de Boca Ratón ayuda a confiar en un futuro mejor. Nueve meses después de romperse los ligamentos cruzados, la recuperación del vigente Balón de Oro es un símbolo. “Sabemos exactamente lo que pasó esta temporada”, dijo Guardiola en Fulham, al completar la última liga. “Aprendimos. La próxima vez no cometeremos los mismos errores. ¿Cuántos puntos hicimos desde que llegué, en cada liga? ¿80, 90, 90, 90…? Este año hicimos 71. Estuvimos a kilómetros de distancia de lo que fuimos”.

La lesión de Rodri fue causa y consecuencia de fallos estratégicos. Lo advirtió el presidente, Khaldoon al Mubarak: “Debimos ser más agresivos en el mercado, en el verano de 2024”. El desatino más evidente de los dirigentes del City en el verano pasado fue no fichar un mediocentro con condiciones parecidas a las de Rodri que, con 27 años, necesitaba alguien que le desahogara del peso de jugarlo todo. Cuando el equipo se despeñó en diciembre, el club se lanzó a comprar a ciegas. Después de 400 millones en fichajes en los últimos 12 meses, el City sigue sin rellenar el hueco del reemplazante de Rodri.

Reijnders, el ocho

Gündogan es más interior que pivote. Kovacic tiene mentalidad de mediapunta. Nico González, fichado en enero por 60 millones, también prefiere la comodidad del último pase a la difícil tarea de dar el primero bajo presión, y Tijjani Reijnders, que costó 50 millones en la última ventana de mercado, se autodefine como un ocho. Más interior que mediocentro. “Mi padre me llamó el mes pasado para decirme que el City estaba interesado en ficharme como ocho”, contó el holandés, que presume de haber metido 15 goles y de dar cinco asistencias el curso pasado con el Milan en todas las competiciones.

Preocupado por romper los bloques bajos que indefectiblemente le montan los rivales, Guardiola se ha concentrado en incorporar dribladores —Cherki—, llegadores —Reijnders— y jugadores de desmarque —Marmoush—. “Me lo dijo Pep: ‘cuando tenga el balón soy libre para hacer lo que quiera’”, recordó Cherki. A riesgo de convertir al City en una reunión de chupones, el técnico confía en inculcarles luego la disciplina y la pasión por la movilidad constante y el juego a dos toques. Lo consiguió con Doku, De Bruyne, Foden o Mahrez. No lo logró con Grealish. Pero si hay un entrenador capaz de producir transformaciones hacia la excelencia en jugadores limitados, ese es Guardiola.

No hay precedentes de otro entrenador que creara dos dinastías hegemónicas. Pep Guardiola fundó una en el Barça y otra en el City, y sin embargo, se siente próximo a Mujica, el mismo que reconoció que se dedicó a “cambiar el mundo” y no cambió “un carajo”. Ahora su misión es volver a levantarse.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_