La era Xabi Alonso comienza por abolir el coto cerrado de Vinicius
La decisión del nuevo técnico del Real Madrid marca un punto de ruptura con el pasado y genera otro escenario para Rodrygo, que le pidió jugar por la izquierda


La carrera de Vinicius empezó a cambiar en una jornada dos de Liga. Fue hace justo cuatro años, en agosto de 2021, con un doblete en el campo del Levante saliendo desde el banquillo. Al día siguiente, en Valdebebas trataban de moderar el subidón del momento con un jugador que hasta entonces había sido retratado como un meme delante de la portería rival. “Una gaviota no hace verano”, puntualizaban. Pero sí, se trató del inicio de su nueva vida. Este domingo, en otra jornada dos del campeonato, el brasileño fue protagonista de una decisión técnica que se antoja clave en el comienzo de la época de Xabi Alonso. Su suplencia en Oviedo después de muchos meses de rendimiento menguante abre un nuevo escenario en el Madrid e inaugura la competencia en la banda izquierda, coto cerrado hasta ahora de Vini.
La medida del técnico, de una gran carga simbólica, marca un punto de ruptura con el pasado y el estatus adquirido por el extremo. Desde su despegue bajo el manto de Carlo Ancelotti, no es sencillo encontrar una suplencia del atacante en un duelo como el del Tartiere sin que medie una molestia física o la conveniencia de rotar antes de un gran choque europeo. Sin embargo, las últimas citas desde la llegada de Alonso fueron dejando señales de que el viento ya no le sopla siempre de cola desde el banquillo.
En las semifinales del Mundial de Clubes, contra el PSG, Vinicius fue cambiado antes que nunca la pasada temporada, en el minuto 64, y durante el partido sorprendió que en algunos tramos se moviera por un territorio tan a la contra para él como la derecha, pese a que en el césped se encontraba el canterano Gonzalo García. En cuartos, ante el Dortmund, ya había sido relevado en el 67. La tendencia ha continuado en el nuevo curso, cuando fue retirado frente a Osasuna a un cuarto de hora del final y con el marcador en el aire (1-0), hasta llegar a la no titularidad de Oviedo. Se le había visto en esta nueva etapa algo más implicado en defensa, pero su aportación ofensiva ha seguido estancada.
Las explicaciones de Alonso este domingo no dejaron ningún guiño de consuelo para Vini. Por momentos, incluso, sus palabras sonaron frías dentro de un discurso que apeló a la importancia del grupo. “En el fútbol hay que entender las cosas. Se toman las decisiones pensando en el colectivo y hoy ha sido así. [Busco] el rendimiento del equipo, no de jugadores. Tenemos 25 y voy a intentar sacar lo mejor de todos para ver el mejor equipo posible. Mi intención es que todos sumen y estén preparados”, justificó el entrenador blanco, que hacía unos días había advertido de que no había nadie fijo.

La medida del tolosarra genera una competencia en la banda izquierda inexistente hasta ahora, y agita todavía más el prolongado bajón del extremo, un futbolista que, según varias fuentes del vestuario, ha tenido dificultades para asumir que los roles en la plantilla cambiaron con el fichaje de Kylian Mbappé. Un desconcierto agudizado por la no obtención del Balón de Oro y, con el paso del tiempo, por las trayectorias cruzadas en ataque con la estrella francesa. Mientras este ha facturado 12 goles en las últimas siete jornadas de Liga, el brasileño rompió el domingo en el Tartiere (con el 0-3 en el minuto 93) una racha de siete citas seguidas sin anotar en el campeonato. El número de regates también es un buen termómetro de su pérdida de peso ofensivo: en la 23-24 (doblete de Liga y Champions), intentaba 8,4 regates cada 90 minutos, mientras la temporada pasada, de enero a julio, la cifra bajó a 6,8.
Su gran crecida se produjo con el cariño y la protección de Ancelotti. Sin embargo, el toque de atención sufrido en Oviedo provoca un escenario nuevo para él y la banda que le ha pertenecido en exclusiva, incluso tras el aterrizaje de Kylian, que también podría desplegarse por ahí.
De momento, la decisión de Oviedo benefició a Rodrygo, que intenta salir de su particular desierto. El brasileño le ha pedido en las conversaciones a Xabi Alonso que, en la medida de lo posible, lo ponga en la izquierda, su orilla natural, y no por la derecha. Así ocurrió, aunque sin muchos minutos, en sus tres encuentros previos: contra el Salzburgo y Borussia Dortmund en el Mundial de Clubes, y en el amistoso en Tirol. En estos casos, saliendo como suplente. En el Tartiere se esperaba verlo después de ser el único atacante que se quedó a cero contra Osasuna, pero el gran giro de guion fue que apareciera de inicio. Se mostró activo durante la primera parte, en los mejores minutos del Madrid, y acabó como el jugador blanco con más disparos (cuatro) después de Mbappé (siete).
“Yo soy así”
Con el mercado todavía abierto, Xabi había asegurado que contaba con Rodrygo y que no se hicieran cuentas aún de la escasa participación que había tenido en el Mundial. La titularidad del domingo genera un nuevo relato para todos y, si finalmente se queda en el Bernabéu, se sitúa en competencia directa con su compatriota, una vía que hasta el aterrizaje de Alonso estaba restringida. Solo actuaba ahí en ausencia de Vini, como en un tramo del curso pasado, que le resultó tan fértil como pasajero.

Pese a convertirse en fijo por la derecha hace dos años y medio, y que el Madrid le pidiera antes de llegar en 2019 que se probara por esa orilla ya en el Santos porque la zurda se encontraba ocupada con Vini y Hazard, el joven no ha ocultado su desarraigo por jugar fuera de su sitio de formación. También cuando las lesiones de Benzema a finales de 2022 le obligaron a actuar de delantero centro.
La decisión en el Tartiere del nuevo entrenador supone una sacudida general y, en particular, para Vinicius, el gran afectado, cuyo contrato hasta 2027 todavía no se ha ampliado. En la media hora que disputó, vio una amarilla, robó y asistió en el 0-2 de Mbappé, metió el tercero en el descuento, y tuvo sus habituales roces con la grada contraria. “Yo soy así”, escribió antes de cerrar el día sobre una foto en la que se señalaba la oreja.
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