

Nico Williams empuja al Athletic hacia la victoria ante el Sevilla
Un gol de penalti y dos asistencias reivindican la figura de la estrella rojiblanca después del culebrón veraniego


El Athletic de Ernesto Valverde, al menos por lo que dicen las estadísticas, no es un equipo de buenos comienzos, y las dudas de la pretemporada, con seis derrotas consecutivas y solo una victoria ante la Ponferradina, podían hacer pensar en otro resultado del que al final se dio en la Catedral, pero apareció Nico Williams para dejar en blanco a un buen Sevilla, que sin la inspiración de la estrella del Athletic podría haberle amargado la Aste Nagusia a la grada rojiblanca, aunque sea complicado hacer mella en las fiestas de Bilbao.


Por si quedaba alguna duda, cierto resquemor; si es que alguien en San Mamés todavía tenía sin cicatrizar la herida de un verano movido por el culebrón sobre Nico, bastaron 45 minutos del primer partido de Liga, a una temperatura extraordinaria de 24 grados, sin pausas de hidratación ni golpes de calor, para disipar esos temores sobre una posible mala sintonía entre el futbolista y su afición. Cuando pasada la media hora, el menor de la saga le ganó la carrera a Juanlu y el defensa tropezó con él sin querer y le derribó, empezaron a borrarse los últimos manchones.
Nico provocó el penalti, e Iñaki, en su nuevo papel de capitán, cogió el balón y, en un gesto simbólico, ovacionado por la grada, se lo entregó a su hermano. Le daba la responsabilidad de abrir el casillero de goles de la temporada. El lanzamiento por el centro de la portería engañó a Nyland y el Athletic se ponía por delante del Sevilla. El autor del gol se besaba el escudo. Había salido con unas ganas inmensas de comerse el campo y los defensas sevillistas recurrían en más de una ocasión a los agarrones para evitar las carreras del jugador rojiblanco.
Cuando unos minutos después, zafándose de dos defensas, Nico ingresó en el área y metió la pelota al punto de penalti donde esperaba Maroan para empujar el segundo gol del Athletic, cualquier duda se había disipado ya, y en un deporte como el fútbol, en el que las aficiones conviven mal con las traiciones, la adhesión pasó a ser incondicional.
Fue, lo de Nico Williams, la parte emocional del partido, porque en el apartado meramente futbolístico, después del dominio total del Athletic en la primera parte, con la paradoja de que las mejores ocasiones las había tenido el Sevilla, cambiaron mucho las cosas tras el descanso. Sin tanta energía rojiblanca y a pesar de un remate al poste de Nico, que podría haber puesto el tercero en el marcador, los sevillanos comprendieron que sin un poco más de valentía tendrían complicado inclinar el partido a su favor, así que, alentados desde el banquillo, decidieron dar un paso hacia delante.
Lukebakio abrió el camino con un disparo desde fuera del área que ajustó al palo para estrechar las diferencias. Se empezaron a suceder entonces las llegadas al área de Unai Simón. El Sevilla casi no tenía que arriesgar, porque al Athletic se le vino el mundo encima y no conseguía retener la pelota como en la primera parte. Durante algunos minutos el equipo visitante cogió el mando de las operaciones, y a falta de un cuarto de hora, después de una acción colectiva muy bien interpretada, Agoumé encontró el espacio al que no podía llegar Unai para hacer el empate.
Pero no se rindió el Athletic, que despertó de golpe con el merecido gol del Sevilla, y otra vez apareció Nico Williams, el héroe de la tarde, para hacer un último servicio a la causa, antes de tener que retirarse por molestias físicas. Recibió un balón en la banda, se pegó otra carrera junto a su marcador y al llegar el momento de centrar hizo un último amago que le dejó en mejor posición sobre la línea de fondo. Una genialidad, vamos. Puso un balón paralelo que Robert Navarro, debutante minutos antes con la rojiblanca, empujó de semivolea para darle la victoria a su equipo, porque las posteriores intentonas del Sevilla se quedaron en nada.
El Athletic fue capaz de sobreponerse al bajón del comienzo de la segunda parte y Nico lideró la victoria en el comienzo de la temporada más exigente para el equipo de Valverde, con la Champions en el horizonte. El técnico rojiblanco ha pedido a sus jugadores ir un pasito más allá que la pasada temporada y de momento, frente a un Sevilla bastante más contundente de lo que sus problemas institucionales puedan hacer pensar, empieza con buen pie. En Nervión están más mustios, aunque en San Mamés pudieron conseguir un resultado bastante mejor.
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
3
![]() |
3 | 1 | 1 | 0 | 0 |
4
![]() |
3 | 1 | 1 | 0 | 0 |
5
![]() |
3 | 1 | 1 | 0 | 0 |
6
![]() |
3 | 1 | 1 | 0 | 0 |
7
![]() |
3 | 1 | 1 | 0 | 0 |
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
12
![]() |
0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
13
![]() |
0 | 0 | 0 | 0 | 0 |
14
![]() |
0 | 1 | 0 | 0 | 1 |
15
![]() |
0 | 1 | 0 | 0 | 1 |
16
![]() |
0 | 1 | 0 | 0 | 1 |
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
