

Mastantuono y River tampoco pueden con el Monterrey del imperial Ramos
Los argentinos se la jugarán con el Inter en la última jornada mientras al conjunto mexicano le vale con ganar al Urawa japonés para pasar a octavos de final


River Plate, otro grande del fútbol mundial, tampoco pudo con el españolizado Monterrey. Si primero fue el Inter de Milán el que no superó al conjunto mexicano (1-1), este sábado fue el club argentino al que no le bastó con los golpes de desequilibrio de Franco Mastantuono para doblar la rodilla a su rival. Sin grandes alardes en el juego colectivo, a los futbolistas de Marcelo Gallardo les faltó contundencia en el área de Andrada. El empate a cero les enreda en un desenlace final del grupo que se presupone de alto voltaje por el enfrentamiento directo con el Inter de Milán del próximo miércoles. Al Monterrey, de nuevo liderado por la jefatura defensiva de Ramos, una victoria ante el Urawa nipón podría darle la clasificación. Tanto un empate menor a un 2-2 de River con el Inter como la derrota de sus dos rivales entre sí le garantizaría el pase a octavos de imponerse a los asiáticos.


El arranque pareció convertirse en un duelo virguero individual entre Franco Mastantuono y Sergio Canales. El novato que juega sin cadenas para inventar y el veterano resabiado que hace de cada toque o cada pase una explicación de su supervivencia en la élite. La rutilante adquisición del Madrid fue el primero en enseñar repertorio. En menos de cinco minutos había puesto en danza su formidable cambio de paso para ganar la línea de fondo en el área. Al poco, tiró una rabona y un caño. Con solo 17 años, el chico tiene cuajo para envalentonarse con la pelota en cualquier escenario. Le vendrá bien ese descaro para hacer frente a la presión y a la exigencia del Madrid y del Bernabéu. Lo de Canales fue más sibilino. De repente, una descarga de tacón que rompe una presión y permite a su equipo lanzarse a campo abierto contra la adelantada defensa de River. O una conducción vertical que culmina con un zurdazo que apura a Armani. Mastantuono y Canales comandaron la carga inicial de sus equipos antes de que el duelo entrara en una fase de juego trabado. Las faltas tácticas pizarreras para marcar territorio se sucedían. Se puso áspero el juego y ahí Ramos fue caciquil. A Facundo Colidio le achantó en el juego aéreo y a Mastantuono también le hizo saber de su jerarquía con dos cortes contundentes.
Fue Mastantuono el que reavivó de nuevo el duelo en las áreas. Primero con un golpeo envenenado en un libre directo que obligó a Andrada a tirar de puños. Después, con un centro atrás que Colidio no acertó a dirigir entre los tres palos. Este fue la apuesta de Marcelo Gallardo para cubrir la ausencia de su nueve de referencia, Sebastián Driussi, lastimado con un esguince de tobillo en el duelo contra el Urawa japonés que le ha dejado fuera del torneo. La propuesta del preparador de River, con Colidio de nueve mentiroso en vez del colombiano Borja, su relevo natural, apuntó a la intención del técnico argentino de tener un mayor control de la pelota frente a un equipo que también la quiere. Doménec Torrent lleva poco tiempo en el Monterrey, pero el rastro del sello guardiolesco que desprende el equipo es innegable. El ensanchamiento del campo con Ocampos y Corona o la búsqueda de las superioridades en la salida del balón están calando en el Monterrey. El tramo final del primer acto fue el peor momento del conjunto mexicano. De repente, se vio encastillado por centros laterales y saques de esquina. Martínez Cuarta tuvo el gol, pero al central midió mal un toque sencillo.
Dominador como había terminado el primer acto, River no perdió ese hilo. Volvió a ocupar el campo de los Rayados, aunque con más espesura. No le funcionó bien a Gallardo el trío de volantes que puso, con Enzo Fernández como ancla. Monterrey vivió cómodo. Solo sufrió en alguna transición que le pilló a pie cambiado. En una de ellas, Mastantuono, tras sentar a su marcador con un recorte, metió una rosca que le salió centrada y le permitió a Andrada meter la manopla. El meta argentino criado en Boca Juniors, también salió ganador de un mano a mano con Borja. Esas dos ocasiones fue lo que mejor que produjo River en el tramo final del encuentro. Monterrey no estuvo fino en el pase para armar las contras, pero resistió como ya hizo con el Inter. El grupo arde ahora, con el duelo del miércoles en Seattle entre el Inter de Milán y River como cabeza de cartel. Uno de los dos puede quedar fuera si el Monterrey se impone al correoso Urawa. La clasificación sería la tercera hazaña del conjunto de Torrent en este Mundial de Clubes. Y un varapalo tremendo para italianos o argentinos.
Grupo E | PT | PJ | PG | PE | PP |
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