París celebra a sus campeones de Europa tras una noche de disturbios

El we are the Champions tronaba esta tarde en los Campos Elíseos casi tanto como los gritos de las cerca de 110.000 personas que han ovacionado a los campeones de Europa, por primera vez en su historia, el Paris Saint-Germain. La emblemática avenida, que ha acogido tantas veces desfiles militares o de jefes de Estado, se ha convertido este domingo en el estadio de Francia, donde han desfilado los jugadores del PSG en una jornada histórica e inolvidable para la afición parisina. También para el país, pues sólo el Olympic de Marsella había ganado una Champions y fue en 1993.

Convertido el sábado en un campo de batalla por los actos de violencia durante los festejos, este domingo los Elíseos han dado paso a la fiesta, de momento tranquila. Al arrancar el desfile, un pletórico Luis Enrique, convertido en un héroe para la afición del PSG, que le considera el artífice de esta victoria, ha sido quien ha elevado en primer lugar la orejona, aclamado por la multitud eufórica. Acabaría ovacionado poco después en el Palacio del Elíseo.

El autobús avanzaba lentamente entre una marea de banderas, bengalas y fuegos artificiales. Culminó, como en los grandes desfiles, en el Arco del Triunfo. Ese que el PSG no había conseguido acariciar hasta este sábado. A sus pies, se activó una columna de humo con los colores del club. Una celebración deportiva así en los Campos Elíseos sólo se había vivido en 1998 y 2018, tras las victorias de Francia en sendos mundiales.

La copa ha ido pasando de unas manos a otras entre los jugadores, algunos con gafas de sol puestas. Kimpembe fue el primero en apropiarse del micrófono para animar el ambiente. “¡Somos campeones!”. Otros pedían el Balón de Oro para Dembelé. El acceso a los Campos Elíseos se había restringido por cuestiones de seguridad y para evitar altercados como los sucedidos ayer, durante y después del partido.

Igual que anoche, se ha blindado la zona, se han cerrado numerosas paradas de metro y se han desplegado 5.400 agentes. Había mucha inquietud tras los actos violentos del sábado, en los que murieron dos personas, hubo más de 560 detenidos, 192 heridos en enfrentamientos con las fuerzas del orden y más de 200 coches quemados, además de destrozos en comercios.

Tanto el Ministerio del Interior como el Prefecto de Policía, encargado del dispositivo, han defendido la gestión y la respuesta dada ayer. El titular de Interior, Bruno Retailleau, ha arremetido contra los “jóvenes asalvajados” que empañaron la fiesta del sábado. El prefecto de la Policía de París, Laurent Nuñez, dijo por la mañana que había más de un millar de alborotadores intentando reventar la fiesta “sin ningún interés por el partido”.

Tras el desfile, los jugadores del PSG han sido recibidos en el Elíseo por el presidente, Emmanuel Macron, que en realidad es aficionado del Olympic de Marsella. “Antes de nada, quiero decir que estamos en un momento de victoria y alegría, y nada puede justificar lo que ha pasado en la capital y en el país. Los enfrentamientos que hemos visto son inaceptables, dos personas han muerto (…) y hay un policía que está en coma, que venía de Rennes para apoyar a sus compañeros”, ha dicho Macron, que ha advertido que “la respuesta estará a la altura, para perseguir a los responsables” del vandalismo. “El fútbol no es esto, en ningún caso”.

El presidente francés ha agradecido al equipo del PSG “haber puesto París en lo más alto de Europa” y ha arrancado, en su discurso de varios minutos, por agradecer su labor a Luis Enrique: “Luis, esta victoria a ti te debe mucho”, ha dicho el francés, mientras el asturiano era ovacionado en la sala de festejos del Elíseo.

“Cuando llegaste muchos decían que el equipo no iba a funcionar, otros decían que era muy joven… Has dado aliento, fuerza y estrategia”, ha dicho. Los campeones de Europa culminarán las celebraciones en su estadio, el Parque de los Príncipes, ante la vigilancia de más de 50.000 agentes.