Más protestas, más seguridad y una contrarreloj muy corta: “Hay que dar visibilidad al problema”, dice una espectadora
La contrarreloj individual por Valladolid se salda con dos detenidos en una etapa que se había reducido de 27 a 12 kilómetros

Dos personas fueron detenidas ayer por irrumpir en el recorrido de la contrarreloj de la Vuelta ciclista a España disputada en Valladolid. Los arrestados participaban de una de las múltiples concentraciones en apoyo a la causa palestina respecto al genocidio cometido por Israel en Gaza. Asimismo, otros 15 activistas fueron identificados por intentar cortar una parte del trayecto, aunque fueron contenidos por los agentes. Los manifestantes clamaban contra el equipo propiedad de un magnate afín al estado israelí que hace con su marca, el Israel Premier-Tech, un ejercicio de sportswashing para blanquear al Gobierno de Netanyahu.
La contrarreloj se desarrolló entre un amplio despliegue de seguridad y múltiples mensajes en favor del pueblo palestino. La etapa se había recortado a apenas 12,2 kilómetros de los 27,2 previstos inicialmente, eliminando puntos potencialmente conflictivos y centrándose en tramos urbanos para favorecer el control policial. Otro día más en esta Vuelta a España que se presenta como el escaparate ideal desde el que lanzar un mensaje contra la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza.
Más de 400 agentes de la Policía Nacional y 150 de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid, además de los que acompañan regularmente al dispositivo de La Vuelta, se habían unido para reforzar la seguridad de la prueba en Valladolid. Los dos detenidos, según la subdelegación del Gobierno de la capital pucelana, se lanzaron a la ruta cerrada por la organización, desplegaron sendas banderas de Palestina y tuvieron que ser reducidas y expulsadas de la carretera por varios agentes que cubrían la zona. Aparte de este incidente, no constan más trastornos en la etapa más allá de algún desencuentro entre manifestantes y público ordinario o viandantes.
Un grupo de personas propalestinas que estaban cerca del punto de partida de la etapa criticaba que la Policía los estaba desplazando con sus banderas y carteles hacia otros espacios menos controvertidos. “Si vas con la bandera de Vox puedes ir a cualquier lado”, se quejaba uno de ellos. “La gente que no dice nada también es cómplice”, remachaba otro. “Boicot a Israel”, “Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá” o “Israel asesina, La Vuelta patrocina”, se cantaba.
Cristina López, de 60 años, luce su bandera y su bufanda con los colores palestinos: “Valladolid es una ciudad de acogida y maravillosa, de mucha cultura, lo de fachas es un tópico, aquí hay muchas libertades”, reivindica López, extremeña de nacimiento y afincada en la ciudad desde hace años. Las manifestaciones transcurrieron sin especiales problemas, más allá de desencuentros verbales entre el público. Lucila Carrascal, de 40 años, defendía que las protestas se hicieran sin violencia y simplemente lamentaba los trastornos que provoca la etapa en cuanto al tráfico. “Mamá, qué suerte tenemos de nacer aquí”, cuenta que le dicen sus hijos. “Hay que dar visibilidad al problema”, remachaba.
🔥 Filippo Ganna won the time trial by less than a second ahead of Jay Vine! Relive the stage in 1'
— La Vuelta (@lavuelta) September 11, 2025
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Los grupos críticos, con silbatos o cazuelas, armaron revuelo, especialmente, al pasar los ciclistas del grupo israelí, protegidos por dos motos y no una como el resto de deportistas. “El deporte no limpia el genocidio”, coreaban algunos durante un día de festejos en Valladolid, inmersa en sus fiestas patronales. Los altavoces de varias casetas emitían la canción Nada que perder, de Pignoise, cuando los primeros ciclistas pasaban por la céntrica plaza de la Universidad. Unos chavales ajenos a las manifestaciones, de 17 años, criticaban las movilizaciones al entender que no se debe mezclar política y deporte: “Que hagan manifestaciones o huelgas otro día”.
El aficionado Gonzalo Lezcano, de 32 años, aprovechó la mañana para hacer una ruta por los alrededores de Valladolid antes de acudir a ver la etapa junto a otro amigo. Él, ciclista federado cuando era más joven, aseguró que la presencia del equipo Israel buscaba “hacer un lavado de cara vía deportiva” al genocidio cometido sobre los gazatíes. “Hay que separar política y deporte, salvo cuando hay un genocidio y no se toman las mismas medidas para todos”, matizaba, en referencia al veto a los deportistas rusos. En la llegada, en pleno centro vallisoletano, más cánticos y un lema: “Esta etapa la gana Palestina”.
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