El Barcelona se reformula sin Jabari Parker

Después de dos temporadas en blanco y un naufragio repetido, equipo sin reprise en la Liga y sin pedigrí ni respuesta en Europa, el Barcelona trata de reformularse, intentona Barça 3.0 con Juan Carlos Navarro al frente del área deportiva. Y, como ocurriera hace dos años, cuando se prescindió de Nikola Mirotic, el jugador franquicia —aunque en esa ocasión fue porque el club estaba exigido a rebajar la masa salarial en al menos un 20%—, el Barça vuelve a remover los cimientos. Así, este lunes anunció el adiós del ala-pívot Jabari Parker, uno de los dos puntales del equipo (el otro es Punter, que sí renovó hasta 2028), rescisión del contrato que tenía vigencia hasta el 30 de junio de 2026. La decisión, según explica la entidad azulgrana, se ha tomado “de forma amistosa” tras una valoración conjunta al término de la temporada.

Parker, de 30 años, llegó al Barça en 2023 y lo hizo al inicio como un jugador a prueba, toda vez que había estado un par de cursos con la rodilla a la virulé y sin apenas contar minutos en la NBA, adonde llegó desde 2014, cuando fue escogido el segundo en el draft. Pero su talento discutía con su físico y el Barça fue la opción para volver a disfrutar de la pelota naranja. “Nos ha sorprendido en todo. En su físico, en sus ganas por triunfar, en su capacidad de aclimatarse...”, resolvían desde los despachos del Palau, orgullosos porque habían dado con una perla. No solo eso, el jugador se implicaba con los jóvenes y con la vida azulgrana, pues no era extraño verle en el Camp Nou para apoyar al equipo de fútbol. Su baloncesto, sin embargo, se resintió esta temporada.

Resulta que el Barcelona incorporó a Punter y metió dos gallos en el mismo gallinero. No por carácter, sino por baloncesto. No por mal ambiente, sino por mala sintonía en el parquet. Algo que trató de subsanar Peñarroya con un baloncesto a la NBA, con transiciones rápidas y tiros de gatillo fácil, siempre balones a los dos americanos para que resolvieran las jugadas. Sin pausa, sin orden, sin la aprobación del grueso del vestuario, más europeo y académico, más acostumbrado a otro baloncesto. Y aunque Punter y Parker se han inflado a puntos —en Euroliga Jabari promedió 13,8 puntos, 4 rebotes y 1,7 asistencias; en la Liga Endesa, 12,9 puntos, 3,8 rebotes y 1,3 asistencias por partido—, un día malo podía suponer la peor de las condenas. El bueno, sin embargo, podía ser maravilloso. Pero el Barcelona ha perdido más de lo que tocaba y desde la cúpula han decidido intervenir, llegar a un acuerdo con Parker para formar un equipo con todas las letras.

La desvinculación del jugador permitirá al club liberar una parte importante de masa salarial, ya que Parker era uno de los contratos más elevados de la plantilla. Esto dará al Barça mayor margen para acometer fichajes de cara a la próxima temporada, después de la incorporación del alero estadounidense Myles Cale, procedente del Trento italiano, que refuerza el perímetro.

“Solo quiero dar las gracias por los años que hemos estado juntos. Han sido de mis favoritos, quiero desearos la mayor de las suertes y que sigáis adelante. Especialmente al club, a mis compañeros y a los médicos. Que Dios os bendiga, os quiero. Nos vemos pronto”, señaló Parker en un vídeo de despedida, ahora ya cerca de firmar con el Partizán de Belgrado. Sin Parker, parece que Joel Parra se desplazará al cuatro para compartir puesto con Toko Shengelia —el otro fichaje que está al caer—, repartiéndose la posición de tres Myles Cale. Y, seguramente, Will Clyburn, alero de la Virtus Bolonia. Otro jugador que apunta a azulgrana es el pívot Yoan Makoundou, de 24 años y 2,07 metros, propiedad del AS Mónaco que esta última temporada ha estado cedido en el Turk Telekom Ankara. Y, de paso, faltaría un base para completar la reformulación azulgrana, esa que pasa ya sin Parker.