El profesor Bielsa vuelve a la pizarra

Marcelo Bielsa volverá a impartir fútbol desde el banquillo. El técnico argentino firmó ayer un contrato de dos años para convertirse en el nuevo entrenador del Lille a partir de la próxima temporada. El volcánico preparador sudamericano —que renunció a entrenar a la Lazio dos días después de hacerse oficial su fichaje en el pasado verano— volvería así a hacerse cargo de un equipo un año y medio después de su precipitada salida del Marsella en 2015.

Bielsa, de 61 años, se reencontrará en el norte de Francia con Gérard López, un financiero hispano-luxemburgués sin ninguna experiencia en el mundo del fútbol que se adueñó este invierno del Lille tras fracasar el pasado verano en la recompra del Marsella, hoy en manos del magnate estadounidense Frank McCourt. “Estamos muy satisfechos de su llegada. A Marcelo le conozco desde hace tiempo. Me encanta su personalidad y su estilo de juego, atractivo y ofensivo, siempre innovador. Con él, aspiramos a ganar muchos títulos”, declaró López.

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El exentrenador del Athletic (2011-2013) sustituirá el 1 de julio en el banquillo a Franck Passi, el que fuera su exayudante en el Marsella. De hecho, el nombramiento de Passi como entrenador del primer equipo a principios de la semana vislumbraba para muchos observadores la inminente llegada de Bielsa al frente del Lille, algo que se confirmó cinco días después. Ahora, es muy probable que la pareja de entrenadores que enloqueció el fútbol francés por un estilo de juego atractivo e inusual (llegaron a jugar en un 3-3-3-1) vuelva a conformarse para el próximo curso.

El Lille, decimocuarto en la tabla, es un club que ha ido cuesta abajo desde que lograra el doblete Liga-Copa de Francia en 2010-2011 gracias a las genialidades del belga Eden Hazard, hoy en el Chelsea. Además de recuperar la competitividad con el primer equipo, Marcelo Bielsa tendrá también la misión de formar a los canteranos, según lo establece el acuerdo que firmó con López. Al argentino, que llegó a Francia hace dos semanas, ya se le vio observar a los juveniles del Lille en dos ocasiones esta semana, según desveló la prensa local.

Su regreso en el fútbol francés marca una nueva etapa en su relación tormentosa con un país muy conservador en sus principios futbolísticos que lo rechazó al principio de su mandato con el Marsella antes de celebrarlo nada más terminar su primer año. Su salida después de la primera jornada del curso 2015-2016 fue vivida como una terrible ruptura amorosa en Marsella, mientras que en Roma su imposible fichaje aparentó ser más bien a un desengaño. Con el Lille, El Loco tiene una nueva oportunidad para conquistar corazones.