Felipe Reyes: “Jugamos con 35 años con la misma ambición que a los 18”

Antes del comienzo del Eurobasket, la Federación Española de baloncesto rindió homenaje a los 22 internacionales con más de 150 partidos en su currículo coincidiendo con el 80 aniversario del nacimiento de la selección. En los 65 primeros años de ese camino, la enciclopedia registra seis medallas (4 platas -1935, 1973, 1983 y 1999- y un bronce -1991- europeos; y una plata olímpica -1984-), como éxitos episódicos en mitad de un puñado de intentos heroicos, algún patinazo sonado y numerosas frustraciones; en los 15 últimos, ya en el siglo XXI, la cosecha es de 10 medallas, cuatro de ellas de oro. El seísmo que llevó a interiorizar la gloria del podio como hábito registró su epicentro en Varna en 1998 con réplica definitiva en Lisboa un año más tarde. Allí nació la leyenda de la generación de oro que, con Pau Gasol, Felipe Reyes, Juan Carlos Navarro, Raúl López, José Manuel Calderón, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez y compañía, conquistó primero el Europeo júnior ante Croacia y después el Mundial de la categoría ante Estados Unidos.

La clave es que no hemos dejado de crecer. Hemos ido a cada campeonato con la misma ambición que teníamos con 18 años"

Aquellos chicos, dirigidos por Charly Sainz de Aja, aunaron talento, anhelo y descaro suficientes como para sacudir la historia de la canasta en España. “En Varna empezó todo. Allí nació un equipo sin miedo y sin complejos, por eso hemos llegado hasta aquí”, explica Felipe Reyes, capitán de la selección. En la final ante Lituania, el emblema del Madrid y de La Roja alcanzó las 222 internacionalidades, igualando a Nino Buscató en la tercera plaza de un ránking histórico que lideran Juan Antonio San Epifanio ‘Epi’ (239) y Juan Carlos Navarro (223). “Durante estos años hemos recorrido un camino tan grande que hasta nosotros mismos nos sorprendemos cada año. Pero la clave es que no hemos dejado de crecer. Hemos ido a cada campeonato con la misma ambición que teníamos con 18 años y gracias a eso hemos logrado tantos éxitos”, repasa Felipe.

Con 35 años y seis meses, el pívot madridista se ha convertido esta temporada en referencia indispensable en la cuádruple conquista del equipo de Pablo Laso (Euroliga, Liga, Copa y Supercopa) y en el escudero perfecto de Pau Gasol en la selección. “Los jugadores con carácter y orgullo son fundamentales. El capitán ha sido decisivo”, elogió Scariolo a Felipe nada más concluir la semifinal ante Francia, rescatando su participación por encima de la estadística y entre la vorágine de adjetivos para los 40 puntos de Pau. “Entiende su rol y sabe ajustarlo sin ego para forjar la química y la personalidad del grupo. Sabe sacar las uñas para agarrarnos en los partidos difíciles”, incidió el seleccionador.

“Se lleva mucho tiempo hablando de la edad y nosotros seguimos rompiendo con esos mitos. Siempre se ha dicho que cuando un deportista cumple unos determinados años deja de rendir, pero eso a lo mejor era antes. Hoy en día llegamos a los 35 mucho mejor preparados físicamente. Nos cuidamos y nos cuidan más y mejor, tenemos buenos físios en nuestros equipos, tenemos más facilidades para viajar, las zapatillas han ido evolucionando y todo ayuda”, proclama Felipe. “Hago un llamamiento para que se deje de hablar de la edad. La edad no es lo importante, lo importante es como se encuentre uno físicamente. Si te has cuidado bien y no has tenido lesiones importantes puedes tener 40 años y estar como un chaval de 25. Por favor, que la edad pase a un segundo plano”, reivindica el mvp de la última temporada regular de la Liga Endesa.

Con nueve medallas en su expediente con España, Felipe tendrá la oportunidad de disputar en Río sus cuartos Juegos Olímpicos tras encumbrar de nuevo la competitividad del equipo en un torneo “extraño, pero a la vez familiar”. “Se ha parecido mucho al europeo de Polonia en 2009. Nos cuesta entrar en la competición y encontrar nuestro juego porque los otros equipos llegan más rodados que nosotros. Pero cuando nos ponemos y completamos el rodaje somos una selección muy difícil de ganar”, repasa. “Después de la decepción del año pasado y con tantas bajas, volver a estar arriba es una doble satisfacción porque no todos confiaban en nosotros. Siempre hemos ido marcando hitos y rompiendo pronósticos”, cuenta.

“Tengo la suerte de tener una gran colección de momentos especiales. Nada más llegar, en 2001, debuté con un bronce en el Europeo de Turquía. Estaba con mi hermano [Alfonso], que era el eslabón con la generación anterior, y además nos juntamos allí Juan Carlos [Navarro], Pau [Gasol] y yo. En el Europeo anterior se había conseguido una plata, pero en aquella época aún era difícil conseguir medallas. De todos los recuerdos me quedo con el Mundial de Japón y la medalla de plata olímpica de Pekín. Son inolvidables”, cierra Felipe Reyes. Palabra de capitán. Palabra de campeón.