Una victoria madura

A madurar se aprende enfrentándose a las adversidades. Esa ley de vida tiene su vertiente light sobre un campo de fútbol. Allí, un grupo de jugadores moldean su personalidad en función de las experiencias que viven cada partido. Por eso, se puede concluir que ayer España sumó algún año más a su carné futbolístico consiguiendo una remontada en un partido que se le complicó desde el inicio y al que terminó por domesticar gracias a ese estilo propio que le caracteriza.

Certificó su tercera victoria ante Bosnia gracias, principalmente, a tres de sus pilares: Sergi Roberto, Óliver y Morata. El primero marcó y asistió, el segundo se hartó de dirigir el ritmo del partido y el tercero siguió demostrando que en eso de marcar tiene más recursos de los que aparenta. Y eso que el partido empezó dominándolo Bosnia. Tocaban los bosnios con gusto, sin aceleraciones nerviosas. No era el juego dadivoso que significa a España, pero tampoco se le alejaba demasiado.

Trató de bloquearlo España aumentando la presión sobre Cajic, el creador, pero Bosnia seguía tejiendo. Tanto que Grahovac, sin oposición, ajustó el balón desde fuera del área en la portería de Pacheco con un golpeo ascendente que bajó justo por detrás de la cabeza del portero del Castilla.

A partir de la tenencia del balón, como si no, España consiguió templar sus nervios. Poco a poco se diluyeron los bosnios, a los empezaron a multiplicárseles los espacios. Especialmente profundo fue el vacío que dejó en su banda derecha, de donde Muniain y Bernat sacaron más de una triquiñuela. Una falta sobre Morata al borde del área fue suficiente para entrar de nuevo en el partido. El lanzamiento de Pardo lo repelió Jajalo, pero el rechace cayó en la cabeza a la red Sergi Roberto.

El gol catapultó a La Roja, que comenzó a encajonar a Bosnia. En un córner Saúl cabeceó a la red un saque de esquina botado por Sarabia y consumó en goles lo que demostraba la radiografía del partido. No se quedó así la cosa porque Morata, a pase de Sergi Roberto, consiguió el tercer tanto con un remate cruzado. Sin embargo, si a madurar se aprende sufriendo, pegó el estirón en los últimos cuatro minutos España tras encajar el tanto de Kvesic en un despiste defensivo. Fue insuficiente el aviso bosnio pues la lección ya estaba aprendida y la Eurocopa de 2015 más cerca.

Clasificación del Grupo 4: España, 9 puntos (3 partidos jugados); Austria, 9 (4); Hungría, 6 (3); Bosnia, 3 (4); Albania, 0 (4).