La última fiesta del fiel sirviente

Gary Neville no es un futbolista cualquiera, al menos no lo es para el Manchester United. Así lo resumió Sir Alex Fergusson: "Fue siempre un fiel sirviente a la causa del United y eso es lo mejor que puedo decir para honrar la carrera de un hombre como él". 19 años. Desde el 29 de enero de 1993 al 2 de febrero de 2011. La suya ha sido una abnegada dedicación a los red devils, más de 600 partidos y ni una mancha. 11 títulos de la Premier, además de cuatro FA Cups, dos Champions y dos Mundiales de Clubes, llenan su impresionante historial, nada comparable con el respeto que se ha ganado en el fútbol británico. "Es un ejemplo para cualquier joven profesional, trabajador, leal e inteligente", insiste Ferguson. La trascendencia de Gary Neville (Bury, Inglaterra; 1971) en la historia reciente del Manchester se desdibuja al cruzar el Canal de la Mancha.

Neville es un ídolo para los aficionados ingleses, más allá de Manchester; además de ser el defensa que más internacionalidades acumula (85), fue su capitán -es uno de los pocos futbolistas del United, además de Charlton, Beardsley, Beckham, Bryan Robson, Wilkins, Platt y Ince- y nunca le giró la cara a un partido. Honesto como nadie, fue el también el capitán del Mufc cuando llevó el brazalete y cuando el cargo lo ejerció otro, porque nunca dudo al tomar la palabra, al marcar la línea, al poner en su sitio a los compañeros y, llegado el caso, al propio Ferguson. Que se sepa, es el único que se atrevió a contradecir a Sir Alex durante una charla en el descanso de un partido y, por supuesto, fue el primero en pararle los pies a Cristiano Ronaldo en el vestuario de Old Trafford. Sus compañeros le reconocen por recto, honesto e intransigente con los que se saltaban los códigos del vestuario.

Defensor de las teorías de la clase trabajadora, siempre conectó con la gente más necesitada, con los que colaboró de muy variadas formas. Gary fue el más formal de los llamados Fergie's fledglins, literalmente los pardillos de Ferguson, una camada de jugadores formada por Beckham, Butt, Casper, O'kane, Thornley, él mismo y su hermano Phil. Juntos firmaron su primer contrato profesional el 23 de enero de 1993 y juntos compartieron años inolvidables en el vestuario que abandonó el pasado mes de febrero. "He sido un hincha del Manchester United toda mi vida y he podido realizar todos los sueños que he tenido ", explicó Neville ese día. "He participado en el equipo más increíble de fútbol, jugando con los mejores del mundo y también contra ellos. Ha sido una suerte ser parte de los éxitos de este club", aseguró.

Neville fue protagonista del llamado Partido de los tres capitanes, hecho insólito ocurrido el 26 de febrero 2005, cuando en ausencia de Keane, empezó llevando el brazalete, se lesionó y se lo dio a Van Nistelrooy, que fue sustituido y le dejo el honor a Giggs. Nadie honró esa responsabilidad como el hombre que hoy se despide de Old Trafford en un partido contra el Juventus. No es casual la elección. La vecchia signora es el equipo contra el que más veces ha jugado en Europa (8), incluida la increíble semifinal de 1999, cuando remontaron un partido que perdían 2-1 y se clasificaron para la final de Barcelona, que a la postre resultó su primera Champions.

Neville se despide de Old Trafford pero no del Manchester United porque ha aceptado la oferta del director ejecutivo, David Gill, y será embajador de los rojos de Manchester, un honor que hasta la fecha sólo ejercían Bobby Charlton y Bryan Robson.