Despedido por glotón... y por Twitter

Son los peligros del Twitter y de las redes sociales. Todo se ve. Hasta lo que no debería verse. Justin Ray Giddens, un alero estadounidense fichado por el Power Electronics Valencia en enero pasado hasta final de temporada, colgó en su cuenta personal las fotografías de todo lo que iba a comerse. Entre su menú había un sándwich de varios pisos con huevo frito incluido, un buen plato de pasta, patatas fritas, tostadas suculentamente untadas, coca-cola... Una dieta muy alejada de las sanas costumbres que debe respetar un deportista de élite. Y de las restricciones que el conjunto valenciano le impuso a su llegada, ya que había llegado con sobrepeso. Pero Giddens se saltó todas las normas y recomendaciones, se entregó a los placeres de la comida e incluso se jactó de ellos con sus comentarios en la red. Y el Valencia, harto de la insubordinación, comunicó hoy que rescinde unilateralmente su contrato con el jugador, que ni siquiera ha llegado a debutar con Svetislav Pesic, el técnico que le ha cambiado la cara al conjunto valenciano: cinco victorias seguidas en la Euroliga y sexto puesto en la ACB.

Giddens, un escolta o alero de 1,96m, de 25 años y nacido en Oklahoma, llegó el 7 de enero del Asecco Prokom, polaco. Llevaba tres semanas sin entrenarse, y de ahí que el Valencia le pusiera a dieta y le confeccionara un plan de ejercicios. Sin resultados. Elegido en el número 30 del draft de 2008 por los Celtics, Giddens jugó en el equipo de Boston y en los Knicks de Nueva York. El Valencia, después de tener noticia de sus hábitos alimenticios, no le inscribió en la Euroliga. Ahora tampoco en la ACB. Despedido por glotón... y por Twitter.