Un estudiante danés denuncia a Poulsen para probar dónde está el límite de la violencia

El incidente que ha protagonizado el sevillista Christian Poulsen en el partido Dinamarca-Suecia del pasado sábado, en el que el jugador da un puñetazo al rival, ha trascendido a niveles extra deportivos. Un estudiante de Aarhus, la segunda localidad de Dinamarca por número de habitantes, ha presentado una denuncia ante la policía contra Poulsen por la agresión al sueco Markus Rosenberg señalando que el objetivo de la demanda es probar dónde está el límite de la violencia en un campo de fútbol.

A la espera de que la UEFA decida este viernes la sanción a Dinamarca por los incidentes ocurridos durante el partido, en el que un hincha danés agredió al colegiado Herbert Fandel, el tema sigue acaparando gran interés con el sevillista como principal foco de atención. La denuncia presentada contra él, a la que la policía danesa da pocas posibilidades de prosperar, se unen los reproches de medios y expertos, que no se explican el comportamiento del jugador: hasta la ministra de Justicia, Lene Espersen, ha pedido su expulsión, al menos temporal, de la selección.

"En el fútbol hay empujones, así es el juego, pero darle un puñetazo en el estómago a un rival es inaceptable. Será difícil convencer a nuestros jóvenes de que la violencia es algo equivocado cuando ven a jugadores con sueldos millonarios actuando así. No se pueden tolerar esas cosas", ha declarado la ministra. Poulsen ha sido llamado al orden por el seleccionador, Morten Olsen, y por la Federación Danesa de Fútbol (DBU), pero todo ha quedado en una reprimenda y un aviso público del técnico de que comportamientos similares acarrearán sanciones en el futuro, aunque sin especificar de qué tipo.

Según el diario Jyllands-Posten, fuentes próximas a la selección han señalado que, de ahora en adelante, una agresión de ese tipo provocará la expulsión permanente del equipo nacional. En una entrevista al tabloide BT, el ex jugador del Schalke 04 ha asegurado hoy que hubiera aceptado una expulsión de la selección y reiteró su arrepentimiento.

"Fue imperdonable, claro que me arrepiento y que he pedido perdón. Pero he decidido mirar hacia adelante en vez de hacia atrás. Lo hecho, hecho está, no lo puedo cambiar", ha explicado Poulsen, quien dice estar "en deuda" con el equipo. Sobre la agresión, señaló que se sintió "provocado" por Rosenberg porque éste le golpeó, y que con su expulsión era responsable de la derrota danesa, pero no de lo que ocurrió después.

La UEFA estudiará los incidentes en el partido Dinamarca-Suecia