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Defensora del lector
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La cultura del voto en EL PAÍS

La Redacción ha expresado en las urnas en junio su opinión sobre la nueva dirección del periódico

Voto en EL PAÍS
Soledad Alcaide

En la sala de reuniones de la Redacción de EL PAÍS en Madrid un cartel recoge la declaración fundacional que expuso José Ortega Spottorno ante la junta general de accionistas de marzo de 1977 antes de ser aprobada. Es un manifiesto de intenciones que se resume en esta frase: “EL PAÍS debe ser un periódico liberal, independiente, socialmente solidario, nacional, europeo y atento a la mutación que hoy se opera en la sociedad de Occidente”. Está colgado justo detrás de la silla que ocupa cada día el director del periódico, como señal de su vigencia, independientemente de quién se siente en ella a encabezar las reuniones con el equipo de periodistas.

Los lectores conocieron el 6 de junio que la silla ya no la ocupa Pepa Bueno, sino que el consejo de administración del Grupo Prisa decidió ese día que la relevara Jan Martínez Ahrens, nuevo director del periódico. Lo que no saben, porque ha sucedido de puertas adentro, es que ella se había despedido antes de la Redacción, entre aplausos. Y que él también se dirigió el día de su nombramiento a los periodistas con un breve discurso, que igualmente acabó con aplausos.

Reina, pues, la normalidad en el traspaso de poderes en EL PAÍS, donde en 49 años ha habido ya ocho cambios de dirección. No me corresponde entrar en las razones del relevo, que Prisa ha decidido en ejercicio de su libertad empresarial, pero sí quiero poner el foco en la práctica democrática que acompaña cada cambio de timón y que forma parte de la cultura interna del periódico.

EL PAÍS es el primer diario en España, hasta ahora el único, en el que la Redacción tiene la potestad de opinar sobre la idoneidad de cada mando, del redactor jefe al director. Lo establece el Estatuto de la Redacción, aprobado en 1980, un marco que “ordena las relaciones profesionales” del cuerpo de periodistas con la dirección de EL PAÍS y la sociedad editora Prisa. Por eso, este mes se han sacado las urnas dos veces: para votar a Martínez Ahrens, el pasado 5 de junio; y el pasado martes, al director adjunto, Miguel Jiménez; la subdirectora Mónica Ceberio, y la redactora jefa Inés Santaeulalia.

¿Cuál es la diferencia entre las votaciones? El director lo decide el consejo de administración de Prisa, pero no puede ser nombrado hasta que la Redacción se pronuncie y por eso se comunica primero al Comité de Redacción, el órgano de representación profesional de los periodistas, que organiza las votaciones. “Si dos tercios del censo total de la Redacción se opusieran a dicha propuesta, mediante escrito razonado por el Comité de Redacción, el consejo de administración tendrá en cuenta esta opinión, que no tiene carácter vinculante”, añade el estatuto. Con una participación del 71%, el nuevo director recibió el respaldo de más de dos tercios de los votos y, al siguiente, el consejo aprobó su nombramiento.

En la convocatoria del pasado martes, se votaban tres nuevos cargos, elegidos en este caso por Martínez Ahrens. El proceso sigue las mismas reglas, incluido el funcionamiento para el caso de que no haya un respaldo mayoritario. A las urnas acudió el 59% del censo y los tres mandos fueron refrendados por los periodistas.

Anabel Díez, analista política de EL PAÍS que pertenece a la junta directiva de la Asociación de Periodistas Parlamentarios y la de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, pone en valor esta votación por ser única en el sector y como “un sistema de autoevaluación continuo” que necesariamente revela a la dirección del periódico y a la empresa “el pálpito de la Redacción”.

Otros redactores sondeados estos días aprecian que su opinión se tenga en cuenta y coinciden en que la consulta se ha convertido en una seña de identidad del periódico. José Marcos, que cubre la información del PSOE, añade que votar contribuye al “sentimiento de pertenencia al proyecto”. Beatriz García, redactora de S-Moda, considera “necesario que se escuche a la plantilla sobre algo que va a marcar el rumbo del periódico”. José Luis Aranda, jefe de sección de Economía, añade que es “una garantía de que la opinión de esta Redacción no puede ser ignorada, al menos sin el derecho al pataleo”.

Díez recuerda que esta expresión democrática va de la mano de otros contrapesos que “forman un paquete de innovación periodística” que EL PAÍS introdujo en España el siglo pasado. Entre ellos, cita el Libro de Estilo, la actuación del Comité de Redacción en la defensa de los principios profesionales con reuniones periódicas con la dirección, y la de esta Defensora, como portavoz de los intereses de los lectores.

Coincido en que este sistema de equilibrios ha funcionado incluso en las etapas más controvertidas. Por ejemplo, cuando el Comité impulsó en la Redacción una encuesta, vetada por el entonces director Antonio Caño, en la que se reprobó la gestión de su equipo. El resultado llegó a la dirección empresarial y contribuyó al nombramiento en 2018 de Soledad Gallego-Díaz, la primera mujer al frente del periódico. Ella fue quien mandó colgar, como legado para la Redacción, el cartel que preside la sala de reuniones.

El periodismo no solo consiste en publicar información veraz y contrastada, sino que es necesaria la confianza de su audiencia en que se cumplen los principios profesionales, con honestidad e independencia. Todos los mecanismos de contrapeso de EL PAÍS sirven a ese propósito de reforzar el pacto ético con los lectores. En este marco, las votaciones de junio legitiman a Jan Martínez Ahrens y a su equipo, porque prueban el respeto profesional y el respaldo de la Redacción, requisitos imprescindibles para dirigirla a buen puerto.

Para contactar con la defensora puede escribir un correo electrónico a defensora@elpais.es o enviar por WhatsApp un audio de hasta un minuto de duración al número +34 649 362 138 (este teléfono no atiende llamadas).

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 
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