El festival de Sitges premia como mejor película a ‘La hermanastra fea’, versión tortuosa de ‘La Cenicienta’
El palmarés, muy repartido, ha distinguido a Park Chan-wook en mejor dirección, y ‘The Furious’ y ‘Obsession’ comparten ‘ex aequo’ el Premio Especial del Jurado


La hermanastra fea, ópera prima de la noruega Emilie Blichfeldt, que ya se ha estrenado en salas comerciales y que afronta el clásico La Cenicienta desde una visión feminista y retorcida al entrar en el subgénero de horror corporal, ha sido elegida por el jurado la mejor película de la 58ª edición del festival de Sitges.
Es la cuarta vez que una directora gana en este certamen tras Surveillance, de Jennifer Lynch, en 2008; La invitación, de Karyn Kusama, en 2015, y El baño del diablo, codirigida por Veronika Franz y Severin Fiala, en 2004.
La hermanastra fea es una comedia negra, bastante perturbadora, que puede recordar en su acercamiento a la dictadura de belleza a La sustancia, de Coralie Fargeat. Elvira es una joven poco agraciada que se convierte en la hermanastra de la bella Agnes. La protagonista está enamorada del príncipe de Swedlandia, que no da mucho de sí entre su engreimiento y su poca inteligencia. Para que se fije en ella, Elvira se someterá, con la ayuda de su egoísta madre, unos procesos de cirugía estética muy primitivos y realmente brutales. Su sonrisa, sus ojos y un cuerpo más delgado después de engullir un huevo de tenia llamarán por fin la atención del príncipe. Obviamente, como ocurre en las películas de Sitges, no habrá final feliz.
Según el jurado de la sección oficial, formado por Peter Chan, Hernan Findling, Mary Harron, Laura Pedro y Jovanka Vuckovic, La hermanastra fea ha sido elegida por “su originalidad al reinventar un cuento clásico”, han comentado en rueda de prensa este sábado al mediodía, junto al director del certamen, Ángel Sala, y la directora de la fundación, Mònica Garcia, quienes ha anunciado que el certamen ha crecido un 12% respecto al año pasado.
El Premio Especial del Jurado ha sido ex aequo para The Furious, del hongkonés Kenji Tanagaki, y Obsession, del estadounidense Curry Baker. La primera es un disfrute para el público, que cuenta cómo un hombre, experto en artes marciales, lucha por recuperar a su hija, que ha sido secuestrada por una red de tráfico de menores. Las peleas están magníficamente coreografiadas y filmadas, como la que enfrenta a dos bandos y aparece un tercer matón para componer un enfrentamiento a tres bandas. Obsession, que además ha logrado el premio del público, habla sobre cosificación de las relaciones románticas a través de la obsesión de un chico por su amor platónico.
El surcoreano Park Chan-wook, grande del cine asiático, ha obtenido el galardón a la mejor dirección por No Other Choice, con la que ya compitió en Venecia, y que adapta la novela Los cuchillos largos, de Donald E. Westlake.
En las categorías de interpretación, la australiana Rose Byrne ha ganado en Sitges el mismo premio, el de protagonista, que en la Berlinale por Si pudiera, te daría una patada (en el certamen catalán el trofeo es a mejor protagonista femenina, ya que sí hay distinción por géneros en Sitges, lo que no ocurre en festival de Berlín) por su arriesgada creación —omnipresente en pantalla— de una terapeuta al límite de su salud física y metal con una hija enferma, un marido ausente y una casa que a casa se viene abajo. Joel Edgerton y los niños recién llegados a la adolescencia de La plaga han obtenido en conjunto el premio a mejor protagonista masculino gracias a su labor coordinada en este drama sobre bullying en un campamento de waterpolo masculino.
En el resto del palmarés destaca el premio a mejor fotografía para el argentino Diego Tenorio por su trabajo en La virgen de la Tosquera, dirigida por Laura Casabé, que se basa en varios relatos de Mariana Enriquez. La crítica ha concedido otro ex aequo a mejor película, en su caso para La vida de Chuck, en la que Mike Flanagan adapta un relato de Stephen King, y para Reflection On A Dead Diamond, en la que Hélène Cattet y Bruno Forzani repiten su estilo alambicado.
Como explicaron los responsables del certamen, la edición de 2026 tendrá como leit motiv las diferentes encarnaciones del mal. Para ello recordarán el 50º aniversario de La profecía y se recordará el 50º aniversario de ¿Quién puede matar a un niño? y de Carrie, el 40º aniversario de Los inmortales y dedicarán un foco a la productora británica Hammer.
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