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Karol G lleva el perreo a uno de los cabarés más emblemáticos de París

La cantante colombiana se convierte en la primera estrella latina en actuar en el Crazy Horse, una de las salas más antiguas de la capital, donde dará ocho espectáculos exclusivos

Un show de reguetón en un histórico cabaré de París. La combinación a priori parecía improbable, hasta que la cantante Karol G irrumpió anoche en el Crazy Horse de la capital francesa, una de las salas más emblemáticas. La estrella colombiana ha pasado a engrosar el exclusivo grupo de las crazy girls, las artistas invitadas al escenario de este cabaré fundado en los años 50. Es la primera latina en bailar en la sala.

Anoche estrenó un show exclusivo, titulado Totally Crazy, que durará sólo hasta el domingo. Serán en total ocho representaciones (dos por día) muy diferentes a las que habitúa: dentro de un espectáculo muy sensual interpretado en su mayoría por bailarinas de striptease en el que Karol G hace tres intervenciones: al inicio, a mitad del show y al final.

El espectáculo está diseñado en torno a varias escenas inspiradas en canciones de su último disco, Tropicoqueta. La artista lanzó su quinto álbum el pasado mes de junio, un repertorio de 20 temas que van del merengue a la bachata y que supone un homenaje a la música popular de América Latina.

Algunas sonaron ayer sobre el escenario, bajo las típicas luces rojas del cabaré. En una de sus intervenciones, Karol G aparece tumbada en una hamaca, en una representación de paisaje caribeño. En este caso no perrea, sino que se contonea como una bailarina de striptease. Cada vez que se asoma por el escenario, el Crazy Horse rompe a gritar.

Se trata de un exclusivo público de 200 personas, el aforo de la sala, muy diferente a los conciertos a los que está acostumbrada. Cuando se pusieron a la venta, las entradas se vendieron en media hora, con precios que iban de los 200 a los casi 500 euros. El precio no tuvo efecto disuasorio para Sebastián y Ana, ambos colombianos que viven en Francia. Han venido desde Nantes y Lyon, respectivamente. “Hemos venido hasta París expresamente para ver a nuestra colombiana”, dice él. “El espectáculo está bien, es curioso verla en este ambiente, pero es cierto que esperábamos verla algo más”, reconoce ella.

La puesta en escena corre a cargo de Andrée Deissenberg, directora general de creación y marca del Crazy Horse. Hay algunas representaciones futuristas, otras clásicas con las bailarinas de striptease, y Karol G contoneándose en medio, pero, a diferencia del resto de artistas, sin quitarse la ropa.

“Esta representación con Karol G es una revolución y una evolución. Al principio cuando escuché la palabra ‘latino’, me dije que esto no tenía cabida en el Crazy Horse, pero ahora me doy cuenta de que es al contrario, encaja perfectamente dentro del espectáculo”, explica Deissenberg nada más acabar el espectáculo. “La sala tiene que evolucionar y Karol es una mujer con muchísima fuerza”, añade.

Las coreografías en la escena han sido creadas por Danielle Polanco, que ha colaborado con artistas como Beyoncé o Jennifer López. “Este espectáculo es un homenaje a todas las mujeres, a mis latinas, para celebrar nuestra belleza y nuestra fuerza”, había declarado Karol G antes de iniciar esta curiosa gira.

Tras su creación en 1951, el Crazy Horse, situado en los Campos Elíseos, se convirtió rápidamente en uno de los cabarés más emblemáticos de la capital francesa, conocido por su cuidada estética, sus bailarinas, el vestuario y sus coreografías, menos artificiosas que las del Moulin Rouge, el otro cabaré parisino. “Escuchar música latina en esta sala es algo inédito en sus 70 años de historia”, recuerda Deissenberg.

La artista colombiana vuelve a aparecer al final, rodeada de banderas de los distintos países de Latinoamérica, y se dirige al público para brindar. La gente se levanta para bailar. A la salida de la sala en este primer día de espectáculo se agolpaban medio centenar de personas, que no habían tenido el privilegio de poder acceder pero que esperaban ver a la artista salir. Si su aparición en esta sala parisina ha sorprendido, hace una semana protagonizó un insólito concierto con más artistas en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

El cabaré, con Karol G, sale así de su clasicismo, aunque en los últimos años había abierto la puerta a artistas invitados. En 2012 el diseñador Christian Louboutin participó en uno de los espectáculos y antes de Karol G, lo habían hecho otras artistas como Dita Von Teese, Violet Chachki o Pamela Anderson. El fundador de la sala acostumbraba a bautizar a las bailarinas con un nombre, así que, siguiendo la tradición, se hace lo propio con las invitadas. Desde hoy, para el Crazy Horse Karol G es Ivonny Bonita.

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