Borja Jiménez, a hombros sin rotundidad
El sevillano cortó dos orejas y una Tomás Rufo en una corrida de Murteira Grave, última de la feria, que no acabó de romper

Después del indulto de un toro de Murteira en 2024, el primero de la historia de esta plaza, había muchas ilusiones en un nuevo encierro de este hierro. Sin embargo, no acabó de romper la corrida; a veces por los toros y en ocasiones por los toreros. Un dato es que solamente hubo siete puyazos en todo el festejo, una tónica que se ha extendido durante todo el ciclo azpeitiarra, prácticamente abonado al monopuyazo en una plaza donde el tercio de varas era el principal atractivo hace no muchos años.
El nombre del festejo fue Borja Jiménez; el sevillano cortó una oreja en cada uno de sus toros, que le sirvió para salir en hombros a pesar de no ser un triunfo rotundo. Le tocó un buen ejemplar en primer lugar al que entendió con rapidez en un inicio de faena en los medios con dos tandas de derechazos muy intensas, pero luego su labor se perdió en improvisados adornos y cites acortando el terreno que hizo bajar la transmisión. Cerró con una buena estocada que aguantó con casta el de Murteira antes de recibir un descabello, lo que enfrió los tendidos.
En el quinto, Jiménez volvió a alternar el efectismo con buenos muletazos, pero siempre con esa sensación de amontonarse al final de las series. Lo mejor fueron unos ayudados que pusieron el epílogo antes de un pinchazo que le impidió cortar las dos orejas.
Tomás Rufo también tocó pelo. Una oreja en el que cerró la feria, y que junto al segundo, fue el mejor de la tarde; pero el toledano insistió siempre en citar al hilo y en acabar los muletazos hacia afuera, con lo que consiguió alternar buenos pases con otros aliviados. Con todo, mató rápido y se hizo con un apéndice. En el tercero, que se rajó pronto, tampoco estuvo entonado para justificarse cerca de toriles.
Abrió el festejo Paco Ureña, que siempre estuvo dispuesto, tanto cuando empezó de rodillas en su primero, como cuando insistió en realizar quites con el capote. El murciano entendió a su complicado primero y se justificó con las pocas fuerzas del cuarto, pero no pasó de voluntarioso.
En definitiva, una tarde entretenida a la que le faltó importancia: la intensidad de un tercio de varas, algo más de emoción en las faenas o un tanto más de orden en las ganas del triunfador de la tarde.
Murteira / Ureña, Jiménez y Rufo
Toros de Murteira Grave, desiguales de presentación y de buen juego salvo el tercero, que se rajó, y el flojo cuarto.
Paco Ureña: estocada caída (vuelta tras petición); estocada y tres descabellos _aviso_ (saludos).
Borja Jiménez: estocada y descabello _aviso_ (oreja); pinchazo y estocada desprendida (oreja).
Tomás Rufo: estocada caída (silencio); pinchazo y estocada caída (oreja).
Plaza de toros de Azpeitia. Sábado, 2 de agosto. Tercera y última corrida de la Feria de San Ignacio. Dos tercios de entrada.
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