Laurence Debray anuncia las memorias del rey Juan Carlos: “Los españoles tendrán su versión del 23F”
La autora francesa ultima la colaboración con el rey emérito en sus memorias, que se titularán ‘Reconciliación’ y que verán la luz el 12 de noviembre, diez días antes del 50º aniversario de la monarquía parlamentaria en España


Era octubre o noviembre de 2020, no lo recuerda con exactitud. Pero sí que el mundo estaba sumido en plena pandemia de coronavirus. Laurence Debray (París, 49 años) había ido aquella tarde al apartamento de una de sus amigas que daba al Panteón, un imponente edificio en pleno centro de París donde “están enterrados los grandes héroes franceses”, dice con un indiscutible orgullo galo. Sonó su teléfono móvil. “Contesté y era el rey Juan Carlos”, explica durante una entrevista con EL PAÍS el pasado miércoles en un hotel de Madrid. Hacía dos o tres meses que el rey emérito se había autoexiliado en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos, EAU), poniendo así tierra de por medio a sus problemas personales y financieros. “Quería agradecerme un artículo que publiqué en El Mundo y en Le Figaro apoyándole con el fin de que los españoles recordaran todo lo que [Juan Carlos] había hecho por España a pesar de los últimos escándalos”, reconoce Debray, experta en la Transición española y gran admiradora de la figura ―“política”, puntualiza la autora― de Juan Carlos I. Con esa llamada, el rey emérito le pidió que fuera a Abu Dabi a visitarle para avanzar en un proyecto que le rondaba en la cabeza: sus memorias, un libro que Planeta publicará el próximo 12 de noviembre, diez días antes del 50º aniversario de la monarquía parlamentaria en España.
A partir de entonces, Debray estuvo un par de años visitando al rey emérito en su nueva residencia emiratí donde, asegura la autora, está “muy solo”. Conversaban, a veces discutían y reían. Durante sus visitas, el que fuera jefe del Estado durante 40 años le iba deslizando la idea de escribir sus memorias y le fue seduciendo para el proyecto. La autora ya había escrito sobre él anteriormente. “Yo no me veía capacitada para ese proyecto”, confiesa en varias ocasiones la escritora mientras bebe con una discreta elegancia un té de jazmín. Él le insistió y finalmente en septiembre de 2022, Debray se mudó con su familia (su esposo, Emile Servan-Schreiber, y dos hijos de 14 y 12 años) a Abu Dabi para comenzar unas de las memorias más esperadas del último lustro en España, y seguramente en otros países de Europa y Latinoamérica, donde el rey emérito ha dejado huella. “Escribir el libro en primera persona era algo inédito para mí, pero me parecía magnífico que él pudiera contar su verdad”, explica sobre capítulos de los que el rey emérito no se ha pronunciado. Uno de ellos es el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 y el papel que desempeñó el propio Rey.
Debray se guarda muy bien de adelantar cualquier atisbo del contenido de Reconciliación, un título que tardó en llegar y que fue el resultado de un trabajo colectivo. Y asegura que, aunque el libro puede que no revele nada nuevo, sí tiene un valor añadido, no solo por el 23-F, sino también por su versión de su relación con las monarquías del Golfo. “Es él el que lo cuenta y recuerda todo (…). [En España] Se ha olvidado que Juan Carlos es uno de los grandes héroes europeos del siglo XX que sigue vivo”, dice con una admiración, emoción e interés que se refleja en su mirada.
La autora, que ha trasladado recientemente su residencia a Madrid para que sus hijos perfeccionen el español ―y por el temor al avance del antisemitismo y la extrema derecha en Francia, pide añadir ella―, asegura que no ha recibido ningún tipo de presión ni coacción por parte de nadie, tampoco de la Casa del Rey, a la hora de escribir las memorias de Juan Carlos I.

Sí lamenta, sin embargo, que el rey emérito no tuviera acceso a su archivo personal porque “está en La Zarzuela”, explica sin entrar en detalles. Ante la repetida oposición de la Casa del Rey —hasta febrero de 2024 con Jaime Alfonsín como su jefe y después con Camilo Villarino—, el rey Juan Carlos tuvo que encontrar atajos y tirar de familiares, amigos y otros contactos de la época para documentarse y refrescar su memoria. “Para mí fue una decepción [no tener sus archivos personales]. Incluso pensaba tener acceso a los archivos de su padre [don Juan]. Empecé trabajando con esa ilusión”, lamenta Debray.
Pero al final la escritora tuvo su material que, junto a fotografías “inéditas”, completa el libro. “Era el Rey el que me organizaba las llamadas, la logística para hablar con unos y con otros. Él me daba el material. El resto [cómo lo conseguía y a través de quién] no me interesaba mucho, la verdad”, revela. “Yo ya tenía suficiente con escribir”, suspira con cierta arrogancia, una actitud que ella misma reconoce tener.
El proceso de escritura ha sido complejo, explica, porque es un libro de muchísimas páginas ―que aún sigue recortando junto a la editorial Planeta― elaborado a cuatro manos, y en primera persona. “Al final ya no sabes qué parte es de quién”, bromea. “Pasé mucho tiempo con el Rey y esto fue un honor”, repite.
Debray se desplazaba de su casa a la del emérito de manera intermitente. “Un día conversábamos y al día siguiente escribía. Luego él leía, me corregía y comentaba. Corrigió mucho, volvía a hacer otras versiones…”, recuerda Debray. “[Juan Carlos] es una persona muy seria, comprometida, detallista, precisa y trabajadora”, asegura para criticar la imagen de campechano que en general tienen los ciudadanos en España del rey emérito. “Puede serlo también, porque lo uno no impide lo otro”, termina por matizar.
Como en toda relación intensa, también existían los enfados. Debray recuerda cómo el rey Juan Carlos se molestó con ella a cuenta de su hijo, el rey Felipe VI. “Él es su primer fan (...) y es emocionante verle cómo le apoya y quiere todo su éxito”, asegura la escritora. Hasta tal punto es así, que el rey emérito en una ocasión se molestó con Debray porque esta no llegaba a entender el orgullo desmesurado de Juan Carlos a causa de la educación de Felipe, con una carrera universitaria, un máster en Georgetown, etcétera. “Como francesa un poco arrogante le dije: ‘Bueno, que tampoco es que fuera [Felipe] a la École Normale Supérieure”, en referencia a un centro de estudios de la élite intelectual. “Se enfadó conmigo. Le tocó el orgullo de padre”, reconoce para añadir que cada mañana Juan Carlos I lee todos los periódicos españoles y comenta el desempeño de su hijo como Rey, algo que valora positivamente. A nivel personal, sin embargo, Juan Carlos está “dolido” por esa soledad.

Debray intenta recordar alguna anécdota con Juan Carlos I. “Le gustó mucho contar toda su infancia con detalle, la relación con sus padres, con su abuela Victoria Eugenia…”, revela. El libro narra la historia de un Juan Carlos que nace en Roma (Italia), que crece en Suiza y en Portugal en el exilio, que protagoniza la Transición a la democracia en España y al que le rodean los escándalos personales, financieros y judiciales en sus últimos años.
“Se cuenta todo”, asegura Debray. Desde su infancia hasta principios de 2023, cuando aterriza en Abu Dabi su nieto mayor, Felipe, conocido entre el público español como Froilán, algo que Debray desconocía y que confiesa le hace mucha gracia. Así pues, en Reconciliación no estará la opinión de Juan Carlos sobre los últimos escándalos personales ―de los que Debray dice rehuir―, como los audios de Bárbara Rey que filtró su hijo, Ángel Cristo, o las denuncias a su examante Corinna Larsen y al expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla.
El libro, ilustrado en portada con una imagen de archivo de Juan Carlos I vestido como Rey de España, está en la última fase de maquetación y traducción al español —ya que el original está en francés, lengua en la que se han relacionado Debray y el rey emérito desde el primer día— verá la luz de la mano de la editorial Planeta el próximo 12 de noviembre. Solo diez días antes de que la actual jefatura del Estado conmemore los 50 años de la monarquía parlamentaria en España, una efeméride que trae de cabeza al engranaje de La Zarzuela por el delicado encaje de la figura de Juan Carlos I en los fastos, de los que aún no han transcendido los detalles. Ante la polémica fecha, sin embargo, Debray advierte: “No se ha estipulado para que se líe. Tampoco está escrito desde esa perspectiva”.
De hecho, el ánimo con el que se ha escrito el libro y el mensaje que quiere trasladar el rey emérito a través de Debray es que pretende que “los españoles se reconcilien con su historia”, repite hasta en tres ocasiones. La historia de España tiene todos los elementos, cree Debray, para contarla con orgullo. “Un francés iría presumiendo y dando lecciones por todo el mundo”, exclama en referencia al cambio que ha experimentado España desde los años 80 hasta hoy. “Espero que este libro contribuya a elevar la mirada de los españoles y reconocer la figura política e institucional del rey emérito”, cierra Debray.
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