Ir al contenido
_
_
_
_

El MNAC responde al Supremo que no puede devolver las pinturas de Sijena “sin ponerlas en riesgo”

El museo catalán creará un grupo de trabajo integrado por especialistas de las administraciones de su patronato e invitará al Gobierno de Aragón

Pinturas de la sala capitular del Monasterio de Sijena expuestas en el MNAC.
Dani Cordero

El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) asegura que quiere acatar la sentencia del Tribunal Supremo que le obliga a restituir las pinturas románicas rescatadas del Monasterio de Sijena en 1936, pero también asume que ese fallo judicial no se puede cumplir sin “poner en riesgo” esos bienes protegidos. Y serán esas dos premisas las que utilizará para dar dos nuevos pasos que prometen alargar un proceso que acumula más de una década enquistado en los juzgados. Según han acordado este lunes por unanimidad los miembros de su patronato, entre los que se encuentran la Generalitat y el Ministerio de Cultura, presentará un incidente de ejecución de sentencia para saber qué hacer para no dañar las pinturas y, en paralelo, crearán un grupo de trabajo estrictamente técnico para tratar de encontrar una solución pactada, en la que intentarán que participen también los expertos en conservación del Gobierno de Aragón.

La reacción por parte del Ejecutivo aragonés no se ha hecho esperar. “Yo lo que quiero es que no nos engañen. Lo que quiero es que las pinturas de Sijena vengan a Aragón y vengan en el menor plazo de tiempo posible. Técnicamente es posible, pero hay que ponerse a trabajar”, ha replicado su presidente, Jorge Azcón, quien ha llamado a no “dilatar ni retrasar” el procedimiento. Durante una visita a poblaciones afectadas por tormentas el pasado fin de semana, Azcón ha mostrado su disposición a participar en un grupo de trabajo que “desde el primer momento tenga claro que el objetivo es cumplir la sentencia” del Tribunal Supremo “con el máximo respeto a las pinturas de Sijena pero en el menor plazo de tiempo”.

El acuerdo en el seno del MNAC, resumido en cuatro puntos, es un punto de encuentro entre las administraciones implicadas en el gobierno del museo y los técnicos responsables de la preservación del recinto catalán, uno de los mayores fondos europeos de arte románico. El texto asume el deseo expresado por el Ministerio de Cultura y la Generalitat de asumir la sentencia hasta en tres ocasiones. Y también el explicitado por los técnicos del museo acerca de los serios riesgos que supone mover o cambiar las condiciones ambientales de la obra pintada en el siglo en el siglo XIII y que, hasta 1936, descansó sobre los muros y los arcos del Monasterio de Sijena, que aquel año sufrió un fuerte incendio.

El nudo de ese acuerdo se encuentra en este entrecomillado: “Se acuerda pedir una incidencia de ejecución en sede judicial para informar de la incapacidad técnica del museo de llevar a cabo esta operación en el plazo establecido por la ley de enjuiciamiento civil ni tampoco técnicamente”. Alambicado, ese texto se acabó de cerrar entre la Generalitat y Cultura en la tarde del domingo, a pocas horas de la reunión, con el mensaje de que asumir el fallo conllevará dañar las pinturas. La fórmula definitiva no era conocida por el conjunto de los patronos, pero sí su fondo, según explican fuentes asistentes a la reunión. Durante el encuentro, el director del MNAC, Pepe Serra, ha hecho una sucinta explicación de la historia de los murales y de cómo se rescataron del monasterio de Sijena en plena Guerra Civil para acabar expresando su principal temor expresado ya por el equipo de Conservación del museo: su posible destrucción.

La dirección del museo, como las administraciones, consideran que todavía tienen tiempo para maniobrar. Según sus cálculos, el 26 de junio expira el plazo voluntario de ejecución de sentencia, por lo que el tribunal de Huesca que emitió el primer fallo que obligaba a restituir los bienes en el Monasterio de Sijena tendrá que ratificarla y el reloj de 20 días se pondrá a correr. El MNAC quiere prolongar los tempos y, en paralelo, cargarse de razones técnicas con un grupo de trabajo en el que participen las distintas administraciones, y el MNAC, en búsqueda de soluciones técnicas y sin presencia política. Para ganar legitimidad, buscarán el concurso también de los técnicos del Gobierno de Aragón. En ese grupo de trabajo se podría acordar la viabilidad o no del traspaso de los restos de los murales románicos, derivar la responsabilidad de hacerlo o, incluso, buscar fórmulas alternativas a esa restitución de la que hablan las sentencias.

El presidente aragonés, en declaraciones recogidas por Efe, ha asegurado que las instituciones aragonesas tienen “paciencia y sentido común” y ha anunciado que habrá “toda la colaboración” si existe un procedimiento técnicamente viable para que las pinturas puedan regresar. Pero si se están tomando decisiones políticas en un asunto que es fundamentalmente técnico y jurídico, el Gobierno de Aragón exigirá que se haga caso a los técnicos que demuestran que, “no sin dificultad”, las pinturas se pueden trasladar “haciendo bien el trabajo”.

La implicación del Ministerio de Cultura en el acuerdo es relevante, puesto que sus técnicos han acordado en otras ocasiones la imposibilidad de mover patrimonio artístico por el riesgo que suponía para las obras afectadas. El caso más reciente ocurrió hace tres años cuando se evaluó el estado de las tres damas ibéricas (de Elche, de Baza y del Cerro de los Santos) del Museo Nacional de Arqueología y se concluyó que era mejor no moverlas. Pero también aducen los técnicos el caso del Guernica, colgado en el Museo Reina Sofía.

Pinturas de la sala capitular del monasterio de Sijena expuestas en el Museo Nacional d’Ara de Catalunya (MNAC).

Ante las dudas que pudiera suscitar la declaración consensuada, el primer punto de la declaración del museo es para destacar “el trabajo impecable realizado por el MNAC a lo largo de los años en la custodia y conservación de estas pinturas, salvadas y rescatadas por Josep Gudiol en 1936”. En el mismo párrafo reivindica el papel de un gran recinto que “ha garantizado su accesibilidad universal” a millones de personas y que hayan podido ser estudiadas en los congresos “más prestigiosos” del mundo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Dani Cordero
Es integrante de la redacción de EL PAÍS en Barcelona, donde ha desempeñado diferentes roles durante más de diez años. Licenciado en Periodismo por la Universidad Ramon Llull, ha cursado el programa de desarrollo directivo del IESE y ha pasado por las redacciones de 'Ara', 'Público', 'El Mundo' y 'Expansión'. 
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_