El filósofo surcoreano que se hizo viral
El éxito de la entrevista con Byung-Chul Han plantea numerosos interrogantes. Pensadores y analistas tratan de hallar las claves de este fenómeno

Habla de la alienación y dominación, del infierno de lo igual, de la sociedad del cansancio y de la explotación a la que nos sometemos. Es un filósofo de origen surcoreano que ha desarrollado su carrera en Alemania y en alemán y al que se compara con Peter Sloterdijk. Su obra actualiza en parte la dialéctica hegeliana amo-esclavo. No parecen argumentos para el éxito viral y, sin embargo, la pieza sobre el pensamiento de Byung-Chul Han publicada el pasado miércoles por EL PAÍS tuvo más de medio millón de usuarios únicos en los dos primeros días y fue el contenido más visto de la web durante más de 30 horas. Hablamos con otros filósofos, periodistas y escritores para hallar las claves del éxito del pensamiento del autor de La agonía de Eros (publicado Herder, como el resto de su obra en español).
Algo parecido ocurrió ya en su momento con la muerte de Zygmunt Bauman o la irrupción de Slavoj Zižek, conocido como el filósofo viral. En mayor o menor grado, son todos eruditos, controvertidos y políticamente incorrectos. “Es una lectura crítica del mundo acelerado que tiene que ver con la transparencia y las tecnologías y le funciona y genera complicidad. Es el tipo de pensamiento que acompaña las soledades”, explica el filósofo y periodista Josep Ramoneda.
Accesible, atractivo y solvente
“Hay cuatro aspectos esenciales”, comenta el catedrático de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Barcelona Manuel Cruz. “Por un lado, ha acertado en el formato. Esos textos de intervención corta y clara son fundamentales. Además, está el estilo. Tiene un modo de plantear las cosas sumamente atractivo. Parte de un concepto intuitivamente aparente —la transparencia, por ejemplo— o una metáfora —la sociedad del cansancio— y consigue un grado de accesibilidad muy grande. También está muy preocupado por la experiencia. Por último, está acreditando solvencia. Te puede gustar o no, pero no puedes decir que sea un charlatán”.
El periodista Joaquín Estefanía encuentra un nexo generacional que hace de Han un pensador esencial. “Se ha producido un vacío —no sé por qué— entre los maestros nonagenarios (Bauman, Touraine, Enzensberger, Habermas,...) y la generación siguiente de pensadores, que no ha sido capaz de penetrar con la misma autoridad intelectual en el mundo del pensamiento. Han no es hijo de los anteriores, sino nieto intelectual. Estos nietos prenden ahora con intensidad frente a la incertidumbre de los tiempos que corren”, reflexiona.
Contra el mito de las redes
Casi siete de cada diez lectores de la pieza de EL PAÍS han llegado a ella a través de las redes sociales, fundamentalmente Facebook. Sin embargo, Han se pregunta por el papel de las redes y si no ocurrirá que al final el algoritmo sea quien construya al hombre y no a la inversa.
Te puede gustar o no, pero no puedes decir que sea un charlatán" Manuel Cruz
Remedios Zafra, ganadora del Anagrama de Ensayo en 2017 con El Entusiasmo, un estudio sobre la precariedad y la desilusión, reflexiona acerca de la pertinencia del análisis de Han: “En la vida contemporánea (online) son tan pocos los tiempos vacíos que no es fácil activar conciencia, lo que prima es la inercia. La vida tal como la conocíamos parece estar en riesgo, fagocitada por trabajos y tareas derivadas de la conexión permanente. Que gran parte de esas tareas tengan que ver con la propia visibilidad y con el protagonismo del yo en la vida digital está muy relacionado como mecanismo que engancha. Lo que no tengo claro es hasta qué punto esta 'autoexplotación' que sugiere Han es promovida por el propio individuo”.
Directo, reconocible y consolador
La aparente sencillez es otra de sus virtudes. “Han se sirve de un lenguaje inteligible, simplificando también mucho. De ahí la engañosa sensación que todo se puede explicar, algo que consuela mucho. Creo que el éxito de Han se debe en buena parte a este factor consolador”, asegura Cecilia Dreymüller, traductora especializada en literatura alemana y escritora. “Son libros muy cortos, esto es importante en los tiempos que corren. Bastante contundentes y fáciles de leer”, añade Ramoneda.
Es una mezcla de profundidad filosófica con cuestiones de la cotidianidad más pedestre. Todo reconocible" Cecilia Dreymüller
Cecilia Dreymüller
“Es una mezcla de profundidad filosófica (principalmente a base de citas indiscriminadas de toda la filosofía occidental) con cuestiones de la cotidianidad más pedestre. Todo reconocible. Y ese es otro gran factor de su éxito”, agrega Dreymüller .
Pero no todos están de acuerdo en el fundamento de su atractivo. La filósofa Amelia Valcárcel, especializada en el idealismo alemán, considera que “no se trata de un filósofo, sino de un herr professor alemán, con todas las letras y todas sus características". Y continúa: "A mí en particular no me interesa nada. Para eso prefiero a Georg Simmel, quien dijo cosas parecidas, mucho mejor y un siglo antes”.
Una historia de superación
Detrás de la fama de Byung-Chul Han hay una carrera de fondo contra la lógica de la vida. Nacido en 1959 en Seúl, Han decide irse a Alemania tras abandonar sus estudios de metalurgia. En 1994 se doctoró por la Universidad de Múnich con una tesis sobre Martin Heidegger y poco después se estrenó como profesor universitario. Sorprendente para alguien que no controlaba el alemán cuando llegó. “Es asombroso el dominio del idioma de Han, verdaderamente. Pero una persona disciplinada e inteligente como él lo consigue a base de aplicación. Parece tener una enorme fuerza de voluntad. Pero sobre todo está ahí su amor por la literatura y su gran sensibilidad lingüística. Le encanta la poesía, recita de memoria a Goethe igual que a Leopardi - en italiano, asegura Dreymüller.
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