Prince anuncia una gira solo con piano por teatros europeos

“¿Hay alguien de Europa aquí? Ok, podéis hablar de la gira a vuestra familia y amigos”. El sábado, desde el escenario de una de las dos salas de conciertos que son parte de su complejo Paisley Park, en Chanhassen, Minnesota y al comienzo de un directo para unas 200 personas, Prince daba así libertad para hacer público lo que horas antes había contado a un puñado de periodistas llegados del viejo continente.

En ese mismo lugar el autor de Purple Rain había anunciado que su próxima gira, Prince Spotlight: Piano & A Microphone, será en un formato inédito para él, un músico conocido por directos que son puro sudor. Actuará solo, con un micrófono y un piano de cola. Sin banda y en teatros de capitales europeas. Durante un mes recorrerá 16 ciudades de 11 países. En teoría, su periplo comenzará en el Konzerthaus de Viena el 21 de noviembre y acabará en el Royal Circus de Bruselas el 22 de diciembre.

Hay que subrayar ese “en teoría”, porque 12 horas después del anuncio, un e-mail de la oficina de Prince insistía en que esas fechas, que se entregaron impresas en un programa de mano, son “propuestas” y “no están firmadas”. Aunque hay poco margen para cambios teniendo en cuenta que apenas faltan dos semanas para el primer concierto de la gira. Podría suspenderla, pero tiraría a la basura el trabajo de mucha gente. Entre ellos el de la promotora barcelonesa Doctor Music, intermediaria del encuentro de EL PAÍS con Prince.

En cualquier caso si la información entregada el sábado termina siendo la correcta Prince actuará en el Teatro Liceo de Barcelona el 13 de diciembre. “Las ciudades han sido elegidas porque tienen el escenario adecuado. Kim Worsoe, que es el promotor nos está ayudando a dirigirlo todo, está teniendo un gran papel a la hora de elegir los teatros en base a nuestras especificaciones. Confio en él”, contaba el músico. Kim Worsoe es el director de la promotora danesa ICO Concerts, lo que explicaría el gran peso de los países escandinavos en esta gira, con dos conciertos en Dinamarca, uno en Noruega y un cuarto en Suecia. En Gran Bretaña habría otras cuatro fechas (Glasgow, Birmingham, Londres y Liverpool) y una en Holanda, Suiza, Italia, Alemania, Francia, Austria, Bélgica y España.

“¿Por qué hago esto ahora? Por varias razones. Para empezar es un reto. No quiero tener malas críticas, pero tampoco volver a hacer lo que estoy seguro que sé hacer porque lo he hecho durante 30 años. Hay que probar cosas nuevas. Con el piano es más desnudo, más puro. Puedes ver exactamente lo que hay”.

El músico de Minnesota pasa con 57 años por otra de sus épocas de febril creatividad. Tras cuatro años de silencio discográfico, el 30 de septiembre de 2014 publicó dos álbumes. Menos de un año después, el 7 de septiembre de 2015, llegaba un tercero, Hit ´n’ run phase one, editado solo en formato digital a través de Tidal, la plataforma que el rapero Jay Z ha puesto en marcha para competir con Spotify, Apple Music y el resto de las webs de música en streaming.

Y ahora vuelve a la carretera con un formato que, insistió en comunicar por encima de cualquier otra cosa, será improvisado. Sin un listado de canciones que se repitan cada noche, ni una duración estándar. ”¿Está nervioso?”, le preguntó un periodista. “No. Una vez que la gente paga ya no hay nervios”. Las entradas, cuyo precio no se conoce, no están todavía a la venta.