El genio y la vida

Miren el número 4 de Canal +, donde se agrupa una extraordinaria colección de ficciones. De Breaking bad a la maldad cínica de The blacklist. La ingenuidad, la perversión, la crueldad y la ternura. El daño y el dolor. Dostoievski revoloteando por el siglo XXI.

Es el genio de la televisión puesto en marcha desde hace décadas para convertir las series en jugo terrible de la realidad. La maldad de The blacklist existe, como existe ese hombre que decide hacerse malvado en Breaking bad. Los Soprano nació de la historia verdadera de la mafia. Y The blacklist, ese individuo perverso que roza la legalidad y la delincuencia, existe entre nosotros, alienta en el aire.

El genio y la vida. Durante 30 años En portada (que ahora dirige José Antonio Guardiola, La 2) se ha asomado al mundo con rigor; reporteros que no tuvieron fronteras ni prejuicios (desde el gran Manu Leguineche a otros nombres grandes de la pública, Fernando de Giles, Miguel de la Quadra, Enrique Meneses, Manolo Alcalá…) fueron al fondo de distintos países y personajes (Castro, Mandela, tantos…) para dar de sí (lo pudimos ver el jueves) una colección extraordinaria de lecciones de periodismo. Elena Martí, José Antonio Sacaluga, Rosa María Calaf o Alicia G. Montano son nombres propios guiados a esa escuela, un ejemplo de lo que ha de ofrecer la televisión pública como esencia de su trayectoria.

Como un ejemplo de la televisión pública que se ha emitido fuera es esa serie Lugares con genio que nuestro Fernando Savater ha hecho… en Argentina, y que aquí no podemos ver ni sé por qué. Con esa rapidez que tiene para adentrarse en el alma de escritores, Savater ha visitado ciudades y genios (de Baroja a Paz, de Borges a Neruda, de Dante a Kafka) para ofrecer 13 capítulos de suculenta televisión. Ahí tendría la pública una sobresaliente manera de contar la literatura y la vida con la solvencia de un filósofo que comunica como nadie. Es una cálida manera de entender el alma de los genios a través del conocimiento de las ciudades donde recrearon la realidad. Bueno, al menos lo tienen en DVD.