Ahora La Roja vale dos lucas
Ya eliminada del Mundial, la selección chilena deberá afrontar los últimos dos partidos ante el Brasil de Ancelotti y el Uruguay de Bielsa, apostando por el talento joven de Lucas Assadi y Lucas Cepeda

La unidad mínima monetaria en Chile son mil pesos, que no alcanzan para comprar una Coca Cola. Ese billete verde, con la imagen de Ignacio Carrera Pinto, un mártir de la Guerra del Pacífico, se denomina “luca” por una costumbre de la colonia, cuando la moneda básica española traía la imagen de los reyes de España, que usaban peluca. El lenguaje popular adaptó para siempre el uso.
Ahora que la selección chilena quedó eliminada por tercera vez consecutiva de una Copa del Mundo y tiene por delante los dos últimos partidos de las clasificatorias -frente a Brasil y Uruguay- y un par de amistosos en Rusia, la depreciación del equipo alcanzó su punto máximo. Tras extinguirse la generación dorada que ganó dos Copas América y fue a los mundiales de Sudáfrica y Brasil, todo lo que vino del 2017 hasta ahora ha sido en picada. Este equipo hoy no vale nada, después de haber brillado como el oro.
Obligado a reconstruirse de la mano de Nicolás Córdova, un entrenador joven que encabeza la totalidad del proceso técnico, incluidas las selecciones menores, Chile se plantea finalmente una renovación total, que no pase por los talentos de Alexis Sánchez, Arturo Vidal o Claudio Bravo. Con pocos futbolistas actuando con éxito más allá de las fronteras, las miradas se han posado en dos jóvenes que militan en casa, que son los únicos exportables en la actualidad y que se llenan de promesas, aunque ambos, sometidos al rigor de la competencia, no han sido capaces por sí solos de convertirse en los salvadores de La Roja.

Cepeda (22) llegó hace dos temporadas desde Wanderers a Colo Colo, sin grandes expectativas. De la mano de Jorge Almirón fue creciendo y ganando titularidades, hasta convertirse en pieza clave del equipo campeón del 2024. En medio de la crisis del año del centenario, el porteño ha sido de los pocos jugadores que se han salvado de la debacle y espera ser transferido al extranjero. Tras rechazar una oferta de River Plate, hoy la oferta más tentadora en las oficinas del club es del Atalanta de Bérgamo, por un valor superior a los cinco millones de dólares, que Colo Colo necesita con urgencia para afirmar su tesorería.
Con Ricardo Gareca fue nominado a la selección, más el desplome del equipo no le dio oportunidades reales. El zurdo fue titular, anotó goles, pero no logró consolidarse por el esquema del entrenador, que lo obligaba a cubrir la franja completa. En la victoria contra Venezuela, sin embargo, ratificó que, jugando con perfil cambiado por la derecha, era además un goleador.
El otro Lucas es Assadi (21), de la Universidad de Chile, pieza clave en la campaña que salvó a los azules de perder la categoría el 2021. Junto a su compañero de formación Darío Osorio, el volante fue clave para zafarse en la última fecha del descenso. Le costó, sin embargo, consolidarse en las dos temporadas siguientes y tuvo un débil paso por la selección sub 20. Es tan grande su talento que igual fue convocado a la mayor, sin siquiera ser titular en su equipo, hasta que Gustavo Alvarez, el técnico de los azules, lo reubicó en la cancha acercándolo a la zona de definición, donde ha brillado en las últimas jornadas aportando goles y logrando que su club finalmente dispute el título.
Ante el Brasil de Ancelotti la selección chilena irá solo por maquillar su deteriorada imagen, apostando por jugadores jóvenes, entre los que destacan los dos Lucas, cambiando el eje de un equipo que siempre miró al extranjero en las últimas convocatorias para elegir a sus delanteros. Assadi y Cepeda deberían ser titulares indiscutidos en las plazas que ocupaban Alexis Sánchez y Eduardo Vargas, la dupla más goleadora en la historia de La Roja.
Por algo hoy, con ilusión y sin desdén, se dice que Chile vale dos Lucas.
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