La percepción de conflictos con los migrantes se dispara en Chile
La encuesta CEP revela que las diferencias y los choques con extranjeros residentes en el país son percibidas en un 55% como muy intensas, 11 puntos por encima de 2023


La encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), que se dio a conocer este miércoles, muestra que un 55% de los consultados cree que existen diferencias y conflictos muy fuertes entre los migrantes y los chilenos, lo que representa un salto relevante respecto de la medición de 2023, cuando esta percepción era compartida por un 44%. Es una mayoría que no tiene contrapeso, porque un tercio respalda la idea de que las tensiones son fuertes y solo uno de cada 10 plantea que no son acentuadas.
El sondeo de opinión, cuyo trabajo de campo se realizó entre el 6 y el 14 de abril, se presenta en un contexto en que el discurso de los políticos se ha endurecido casi de modo transversal en relación con el control de la migración. Para la socióloga Carolina Stefoni, académica de la Universidad de Tarapacá e investigadora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), los choques se producen cuando se dejan que las situaciones negativas sucedan sin intervención de políticas del Estado, lo que puede empeorar si existen discursos antiinmigración y no se educa a la sociedad para evitar el racismo y otras formas de discriminación: “Eso, a la larga, genera un conflicto y menor cohesión social”.
Y no es un asunto menor si se considera que este grupo ya alcanza un 8,8% de toda la población en Chile, según los datos del Censo 2024 publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a finales de abril. La mayoría proviene de Venezuela, un país que enfrenta crisis de múltiples dimensiones desde hace unos 15 años. “Los migrantes, posiblemente, seguirán en aumento. Por eso, hay que tener en cuenta que donde se dificulta la cohesión y aparece el origen nacional como un factor de discriminación se generará desigualdad en el acceso a las oportunidades. Y eso aumenta la pobreza. Es decir, posiblemente estamos construyendo una sociedad donde la migración se está transformando en un eje de desigualdad como históricamente ha ocurrido con otros grupos”, dice Stefoni.
El estudio de la CEP mostró que las personas identificadas con la izquierda superaron levemente a las de derecha al considerar que los conflictos con los migrantes son muy fuertes.
Miedo al otro
La encuesta también reveló que un 44% de los chilenos dijo estar muy preocupados por la presencia de extranjeros en su barrio, mientras que un 22% se mostró medianamente inquieto y el 34%, poco o nada. El sociólogo Cristián Doña, investigador del Instituto de Investigación de Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales, plantea que la sensación de confrontación con los migrantes está asociada al miedo, dado que en ocasiones se les representa de modo negativo y asocia con los elevados índices de criminalidad, tal como lo mostró una versión del sondeo de CEP de 2023: “No es un conflicto objetivo, sino relacionado con la idea de cierto miedo porque se les asocia con la delincuencia desde los medios de comunicación”, asegura Doña.
En esto coincide el sociólogo Aldo Mascareño, investigador del CEP, que asegura que existe una impresión de que intervienen en más delitos, sobre todo los relacionados con el narcotráfico y el crimen organizado: “En una investigación que realizamos en 2019, mostramos que los migrantes estaban subrepresentados en la participación en delitos, lo que significa que participaban proporcionalmente menos que los chilenos. Unos años después, Fernando Bastidas y Rodrigo Vergara en un estudio que se publicará pronto, muestran que esto cambió y los migrantes tienen una participación en delitos, tales como la venta de drogas y los robos, mayor a la de los chilenos en términos proporcionales”.
La percepción de tensión ha aumentado al compás del crecimiento de los flujos migratorios a partir de 2017. Pero de esa idea a un auténtico choque hay un prolongado tramo, dicen los expertos consultados por EL PAÍS. Otro estudio publicado en 2024 por el mismo CEP da cuenta de que la relación con los migrantes en términos personales depende más de las experiencias individuales.
“Por ejemplo, los consultados generalmente no mostraron ningún problema en trabajar con un migrante, vivir con ellos y otros aspectos. Cuando se les conocen se diluyen los prejuicios. Pero cuando la relación es más esporádica depende de experiencias más específicas”, explica Mascareño. Ese informe concluyó que la ola migratoria en Chile, que ocurrió de forma repentina y masiva, “sobrecargaron las relaciones sociales y las condiciones de procesamiento institucional” y que cuando esto sucede, la tarea de reconstruir la relación con el inmigrante queda entregada a la contingencia de la experiencia individual mientras las condiciones de recomposición institucional no sean estabilizadas.
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