La Comunidad de Madrid protege el entorno de la Plaza Mayor

“Se trata de definir hasta donde alcanza el entorno de protección de la Plaza Mayor, para que no se realicen actuaciones que puedan dificultar la comprensión del ámbito”, explica la directora general de Patrimonio Paloma Sobrini. Por ejemplo, la instalación de luces potentes, chimeneas u otros elementos exteriores que sobresalgan de los edificios. El expediente se ha iniciado hoy y cuenta con el plazo de un mes de exposición pública para la interposición de alegaciones.

Sobrini considera que “es necesario generar la seguridad de que la protección de estos entornos es auténtica y tienen que ser respetuosos con el patrimonio”. De esta forma se permite a las Administraciones públicas controlar y adecuar las intervenciones urbanísticas y arquitectónicas que se planteen, “evitando afecciones negativas, tanto visuales como funcionales o de otra índole”, argumenta Cultura en el expediente.

La actuación se debe a que la normativa de 1985, en la que se amparó la declaración de monumento histórico-artístico de la Plaza Mayor no era necesario delimitar el entorno de protección. La Ley vigente de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid permite, sin embargo, proceder a esa definición, que la Consejería de Cultura considera imprescindible.

Poco a poco, el Gobierno regional va completando el listado de lugares, como ha ocurrido en el Hospital Maudes, el convento de las Trinitarias o el de las Comendadoras.

El procedimiento es largo, porque afecta a todas las fincas y hay que comunicárselo a los propietarios. La directora general aclara que “no genera ningún trastorno a los propietarios, que pueden seguir haciendo lo que quieran en el interior de las viviendas”. En cuanto a las edificaciones afectadas, la protección se refiere “exclusivamente” a su exterior.

El área de protección afecta a una superficie de 2,73 hectáreas y comprende el viario perimetral y varias fincas de la calle Mayor, San Cristóbal, de Las Postas, Zaragoza y plaza de la Provincia.