Agustín y su madre Aurelia, una historia de dependencia

Agustín C. cuidaba de su madre, Aurelia O. La llevaba al médico, paseaba con ella, la aseaba… Procuraba que la mujer, de 96 años y dependiente, pudiese seguir adelante. Este lunes la policía los encontró a los dos muertos en el comedor del piso que compartían desde hacía años, en el número 9 de la calle de Santander, en Badia del Vallès (Barcelona).

Las autopsias han confirmado que Agustín C., de 67 años, y su madre murieron de forma natural. Él posiblemente falleció hace más de una semana por una insuficiencia respiratoria, según la valoración inicial del médico forense. Su madre llevaba muerta entre dos y tres días, probablemente por inanición, según fuentes policiales. Los familiares explicaron a los Mossos que la anciana padecía alzhéimer.

La pareja de madre e hijo tenían asignado un servicio de asistencia en el hogar. Una mujer acudía cada 15 días al piso para ayudarles en labores de limpieza y en el orden general de la casa. La última visita fue el lunes de la semana pasada, el 6 de noviembre, pero nadie abrió la puerta a la asistenta.

El protocolo establece que cuando nadie responde, se debe avisar a los Servicios Sociales municipales. "El Ayuntamiento no recibió ninguna notificación informando de que nadie les había abierto la puerta", aseguró el consistorio a través de un comunicado. El Ayuntamiento está investigando lo sucedido. Pero no son los únicos. El Consejo Comarcal del Vallès Occidental ha abierto un expediente a Clece, la empresa adjudicataria responsable de la asistencia.

El servicio de atención en el hogar de Aurelia y Agustín, que tenían desde 2013, depende del Consejo Comarcal del Vallès Occidental. Es una prestación que el organismo ofrece a los ayuntamientos que desean adherirse, que normalmente son los más pequeños (Badia del Vallès tiene poco más de 13.000 habitantes).

Por ahora, el expediente del Consejo Comarcal es informativo, para averiguar qué ocurrió. La trabajadora asegura que avisó, según fuentes del organismo comarcal. ¿Pero a quién? Clece también ha abierto una investigación interna, según contó una responsable de comunicación de la compañía, sin facilitar más detalles.

Agustín y Aurelia llevaban muchos años viviendo en un barrio humilde de Badia del Vallès, donde todos se conocen. Los vecinos solían cruzarse con ellos. Hace una semana, algunos de los que residían en el mismo edificio que las víctimas empezaron a percibir un olor extraño. Ayer finalmente, Montse, que vivía puerta con puerta, decidió llamar a la policía.

Al entrar por una terraza, en la parte trasera, los Mossos encontraron los dos cadáveres en el suelo del comedor. En un primer momento, creyeron que podía tratarse de un posible homicidio. Pero tras una posterior inspección, comprobaron que no había ninguna puerta forzada, ni les habían robado nada, según fuentes policiales. Tampoco había indicios de violencia en los cadáveres, más allá de algunos golpes, probablemente provocados al caerse. El Ayuntamiento, el Consejo Comarcal y Clece investigan si tras la desgracia puede haber también una negligencia en la atención a Agustín y Aurelia.