Clásica novedad
El restaurante La Clave, un nuevo local en la calle de Velázquez, apuesta por platos tradicionales sin artificios


Paella valenciana, rabo de toro o cochinillo al estilo segoviano: las recetas clásicas, tradicionales, sin artificios, son las protagonistas de La Clave, un local de reciente apertura en el barrio de Salamanca (Velázquez, 22. Carta, unos 50 euros por persona; menú, 30 euros). “Buscamos recuperar la distinción de la cocina casera”, explica su propietario, Tomás Gutiérrez, quien también es presidente de la asociación hostelera La Viña.
En los fogones, el chef Pepe Filloa se encarga de elaborar platos como el bacalao a la vizcaína con un toque de pilpil, un pescado suave y fresco, pleno de sabor, que se lamina sutilmente en el paladar a cada bocado, maridado con un pilpil delicioso. La carne a la piedra, para compartir, es un chuletón de Lugo laminado presentado al estilo más clásico, jugoso y apetecible.
En cuanto a los entrantes, ofrecen algunas propuestas interesantes: las habitas con foie son cremosas, muy tiernas, y se sirven acompañadas de un foi suculento y un jamón algo salado; el carpaccio de bacalao, que se combina con aceite de oliva y tomate, aporta un toque refrescante, mientras que los huevos rotos con aceite de trufa y zamburiñas son algo predecibles. Además, hay tostas de bacalao, solomillo, cecina...
La propuesta se completa con platos de cuchara como la fabada asturiana y el cocido madrileño en cuatro vuelcos, y con dos tipos de cachopos, el asturiano de merluza gallega, relleno de capas de salmón, y el más tradicional, de ternera y jamón.
El restaurante cuenta con un comedor sobrio en la planta superior, mientras que la inferior acoge El Secreto de Velázquez, una coctelería que mantiene las paredes de ladrillo visto de la antigua carbonería y ofrece un ambiente más íntimo para terminar la velada con una copa.
Datos básicos
Lo mejor... el menú diario (30 euros), que varía cada semana, es una opción asequible para probar sus propuestas.
Lo peor... si se busca ir más allá de las recetas tradicionales, su carta puede resultar algo aburrida.
Ideal para ir con... tu novio/a del pueblo que viene a pasar el fin de semana en Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
El malestar interno se extiende en el PSOE gallego por la gestión del caso de acoso sexual
Un 14% de los españoles ha roto en el último año con amigos o familiares por discusiones políticas
El Celta suma su primer triunfo liguero en casa ante el Athletic
Zelenski y Europa intentan persuadir a Trump de atenuar las cesiones a Rusia en Ucrania
Lo más visto
- Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- El “canibalismo interno” se extiende en el PSOE a la espera del día después de Sánchez
- El Ayuntamiento de Valencia y el Levante piden a LaLiga aplazar el partido contra el Villarreal por las fuertes lluvias
- Rusia eleva la presión sobre la UE con una demanda para evitar que financie a Ucrania con sus activos congelados






























































