Investigadas 42 personas en una macroperación contra el furtivismo

La primera fase de la Operación Raño, un macrooperativo contra el furtivismo en la ría de Ferrol, se ha saldado con 42 personas investigadas y el decomiso de 1.100 kilos de bivalvos extraídos de forma ilegal.

Según ha informado la Xunta este viernes, la Policía Autonómica ha levantado un total de 694 actas de infracción a la ley de pesca de Galicia, en el también se ha intervenido numeroso material para la extracción ilegal de marisco: vehículos, aparejos como raños y trajes de neopreno. De hecho, en dos viviendas y locales registrados se intervino tal cantidad de material que tuvo que ser trasladada en dos camiones.

Este operativo está dirigido por el juzgado número 1 de Ferrol, con motivo del aumento de la actividad extractiva de bivalvo en zonas de alto riesgo para el consumo humano en la ría, por el cual el Equipo de Resposta Policial da Autonómica (Erpol) llevó a cabo un operativo de vigilancia.

Tras estas investigaciones, se determinó la existencia de varios grupos organizados de furtivos que se encargan de extraer moluscos de forma ilegal de zonas C -las de más carga contaminante, en la que el producto solo se puede comercializar tras pasar un periodo en zonas de reinstalación-, mientras otros se encargan de clasificar el marisco, depositarlo de forma transitoria en varios locales y posteriormente transportarlo.

De tal forma, la investigación se centró en determinar el itinerario del producto, en el que se constató que el marisco salía de forma ilegal de las zonas C para las depuradoras, sin haber pasado antes por el proceso de reinstalación, una operación imprescindible para que el molusco pueda llegar al mercado con todas las garantías higiénico-sanitarias.

Una vez determinado que salía al mercado a través de la depuradora de Cambados (Pontevedra), se procedió al decomiso -con autorización judicial- de una entrega 'in fraganti' de estos 1.100 kilos.

En los análisis de los bivalvos interceptados se observó un valor de la bacteria E.Coli diez veces superior a lo permitido por la ley, remarca el Gobierno gallego. En el dispositivo se contó con el apoyo técnico de la Subdirección Xeral de Gardacostas y del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar).