Jáuregui niega que impida la reforma

El diputado socialista Ramón Jaúregui ha asegurado este miércoles que la recuperación del recurso previo de inconstitucionalidad contra las reformas de los estatutos de autonomía propuesta por PP y PSOE no limita la capacidad de Euskadi para reformar su Estatuto de Gernika.

Jáuregui ha respondido así a las críticas vertidas por el Gobierno vasco y por el PNV, partido que considera que este recurso previo al Tribunal Constitucional, que se presenta cuando la reforma estatutaria ha sido aprobada por el Congreso pero todavía no está vigente, está dirigido contra un posible nuevo estatuto vasco, ya que casi todas las demás comunidades ya han reformado los suyos.

A juicio de Jáuregui, sin embargo, esta medida está "pensada, única y exclusivamente, para resolver el problema producido en Cataluña con una sentencia del Tribunal Constitucional, posterior al referéndum". "No queremos que nunca más un referéndum sea revocado por una sentencia. No queremos que la soberanía popular directa sea desautorizada por el Tribunal Constitucional", ha explicado Jáuregui para justificar la validez de esta medida.

Con este fin, según el diputado socialista, se establece este recurso previo de constitucionalidad, que permite paralizar la entrada en vigor del nuevo estatuto o de la reforma estatutaria, por un período de seis meses, en cuyo plazo, el Tribunal Constitucional debe dictar sentencia.

Además, a juicio del diputado socialista, "en el caso del País Vasco no tiene porqué aplicarse si una reforma estatutaria es fruto del acuerdo político", ya que si es así no habría recurso. Si por el contrario se presentara un recurso contra esa reforma, el objetivo es que la sentencia correspondiente no se produzca después del referéndum, sino antes, ha indicado.

Por ello, se ha dirigido, aunque sin citarlo, al portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, y ha afirmado: "A quienes creen que esta reforma se hace pensando en el País Vasco, debo decirles que no se crean el centro del universo, que traten de superar su tradicional victimismo y, sobre todo, que miren al futuro, desde la responsabilidad de acordar y no imponer una hipotética reforma estatutaria".