ELA reduce a tres sus federaciones para responder a la reforma y la negociación

El sindicato ELA ha reestructurado su organización, con una reducción de cuatro a tres federaciones,  que se produce como una respuesta de la organización para responder a las últimas reformas laborales y de negociación colectiva. Según ha explicado su secretario general, Adolfo Muñoz, es una reacción ante "el largo invierno" que se avecina en la lucha por los derechos sociales y laborales.

En el organigrama se crea una nueva federación de industria y construcción, que integra a la del Metal. A ella se incorporan las ya existentes de servicios privados y de servicios públicos. Al detallar estos cambios, el sindicato aportó la afiliación en cada uno de ellos que es del 43,95% en la de Indiustria, del 25,63% en la de servicios privados y del 30,40% en la de públicos.

Esta reestructuración se produce antes de los congresos federales de este sindicato, fijados para el 4 de julio. A su vez, se informó de que Unai Martinez y Luis Fernández se perfilan como los candidatos a secretario general y adjunto, respectivamente, en la nueva federación, mientras Mirari Urure seguirá al frente de servicios privados e Igor Eizagirre, en la de públicos.

Muñoz ha dicho que estos cambios se sitúan en un contexto de "fase capitalista feroz" que tiene como objetivo "acabar con el sindicalismo como referencia alternativa, de contrapoder", en una Europa en la que los gobiernos y la política "nos ha dejado solos". No obstante, ha precisado que "no todos los males del movimiento sindical están fuera del propio movimiento sindical", sino que "hay cosas que dependen de nosotros".

Tras censurar a Adegi que "recomiende que se negocie si no hay más remedio", el responsable de ELA ha subrayado que las distintas reformas aplicadas suponen "una interpelación directa" al movimiento sindical para que "analice cómo está trabajando". "En este mundo al que nos llevan, lo que vaya a quedar va a quedar en función de la relación de fuerzas que seamos capaces de construir", ha advertido.

Según ha indicado, "hay sindicatos que han confiado en acuerdos interprofesionales, en encontrar a una patronal para hacer algún tipo de acuerdo, cuando la patronal no quiere negociar" y es "muy fundamentalista". "Sólo va a haber negociación colectiva digna de tal nombre en los ámbitos de trabajo en los que la gente se organice", ha asegurado.

En la rueda de prensa, Eustakio Uranga ha advertido de que habrá "un antes y un después" en las relaciones laborales, con la posibilidad de inaplicar convenios, bajar salarios, acabar con la ultraactividad y que lo recogido en convenios sectoriales en materias esenciales deje de ser "un mínimo obligado cumplimiento" en favor de los convenios de empresa.

Uranga ha precisado que esta reestructuración es un "primer paso" en el marco de una reflexión planteada en el XIII Congreso Confederal y que "va a seguir permanentemente abierta".