‘Historia de una maestra’: ¿Quién le teme a un pueblo educado?
Esta gran producción coral del Centro Dramático Nacional, dirigida por Raquel Alarcón, sirve de acercamiento a la novela original de Josefina Aldecoa y de invitación a leerla


El alma de Historia de una maestra no es solo su argumento. Esta obra central de Josefina Aldecoa, inspirada en la peripecia pedagógica de su madre, se caracteriza por la fina hilatura con la que su autora entreteje el relato en primera persona de una joven profesora decidida a poner en práctica en la segunda mitad de los años veinte un proyecto educativo igualitario, similar al que en 1931 promovería la Segunda República. El nuevo régimen abrió 6.000 escuelas para impulsar una reforma que diera la oportunidad de desarrollar su talento y de promocionarse socialmente a los hijos de labradores, obreros y mineros. Ese fue uno de los ejes de su política.
Hace tres años, Paula Llorens escribió e interpretó en Valencia una sintética pero fidedigna adaptación escénica unipersonal de la novela, cuyo éxito propició que se representase enseguida por toda España. La versión escrita por Aurora Parrilla que produce ahora el Centro Dramático Nacional, mucho más ambiciosa y más libre, cuenta con 11 actores y una escenografía de gran formato, cuyas transformaciones sucesivas recrean los destinos que el Estado le va asignando a Gabriela, la maestra. Nueve intérpretes se multiplican en decenas de figuras, mientras que Manuela Velasco, la número 11 por orden alfabético, encarna a la propia Josefina Aldecoa, que aparece como un personaje más, el único que no figura en el original. La adaptadora ha colocado a la autora real como observadora muda de cuanto acontece (cual si fuera una réplica femenina de Tadeusz Kantor, el dramaturgo y director polaco que se subía al escenario como público privilegiado de todos sus espectáculos), pero también la ha puesto en diálogo intermitente con su hija Gabriela.
Esa omnipresencia de la autora en su papel de observadora interna, vestida con una blusa blanca y un pantalón rojo que contrastan con la ropa parduzca o agrisada del resto de los personajes, produce en el público un distanciamiento. Verla mirando nos aleja de lo que sucede. También las conversaciones que mantienen madre e hija en paralelo a la trama interrumpen y enfrían el apasionante flujo del relato novelístico. La refundición de esta obra narrativa adolece de un exceso de dramaturgia epidérmica. No es necesario dar tantas fechas ni poner tanto contexto histórico como el que se nos suministra, puesto que la autora del texto original prescinde de todo ello para concentrarse en la acción. El tiempo de espectáculo consumido en pasar información es tiempo que se resta al desarrollo de la peripecia, a la definición de los personajes, a sus diálogos, al estallido de los enfrentamientos que mantienen…
El apasionante periplo de Gabriela por la colonia española de Fernando Poo, por pueblos de montaña aislados tras sufrir nevadas que enterraron sus casas hasta el tejado (en esta versión se nos dice simplemente que la nieve tapa la puerta de entrada), por el norte minero protagonista de la revolución de octubre de 1934… transcurre aquí con ligeras infidelidades respecto al texto original. Este montaje no despliega el vuelo que podría tener una recreación libre, pero tampoco mantiene la fidelidad que la prudencia aconseja ante un relato original tan redondo: sus artífices le añaden detalles románticos, citas de intelectuales de la época y trastocan episodios como el del dilema del hospedaje de la maestra en casa de Wenceslao.
Tanto el montaje como la interpretación protagonista de Julia Rubio podrían beneficiarse de un arco dramático de mayor amplitud de haber tenido una dirección más atenta a ello. No obstante, la función de este miércoles pareció satisfacerle a una mayoría del público, entre el cual había muchos maestros. Notables las interpretaciones de Ainhoa Santamaría y María Ramos.
‘Historia de una maestra’. Texto: Josefina Aldecoa. Adaptación: Aurora Parrilla. Dirección: Raquel Alarcón. Teatro Valle-Inclán. Madrid. Hasta el 11 de enero de 2026.
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