‘Labio de liebre’: si los victimarios se pusieran en los zapatos de sus víctimas
La compañía colombiana Teatro Petra celebra su 40 aniversario reeditando una vigorosa comedia negra sobre la necesidad de identificar y resarcir a las víctimas de los paramilitares, representada en el FIT de Cádiz y ahora en el Festival de Otoño de Madrid


Historia de una oveja, comedia de Fabio Rubiano sobre el robo de tierras y los desplazamientos forzosos de campesinos, fue la más emocionante de las obras programadas en Madrid en 2024. Muy buena parte del público del Matadero acabó llorando, y no de risa. Labio de liebre, pieza escrita y dirigida por este autor colombiano en 2015, representada en el Festival Iberoamericano de Cádiz el 1 de noviembre pasado y ahora en el Festival de Otoño madrileño, habla de la relación de los comandantes paramilitares con la memoria de sus víctimas.
Diez años después de su estreno, cuando el contrainsurgente Salvatore Mancuso, investigado por 75.000 crímenes cometidos bajo su mando en el agro colombiano, está de vuelta en su país tras cumplir condena en los EEUU (adonde fue extraditado en 2008, según él para que no desvelara la posible relación de los gobiernos de Uribe y otros presidentes con los paramilitares), la obra tiene una segunda lectura. La labor de gerifaltes como Mancuso, reconvertidos en gestores de paz por el gobierno actual, con el fin de que identifiquen el mayor número posible de víctimas, de fosas comunes y de fincas robadas, abre para muchos la esperanza de averiguar toda la verdad del combate contra la guerrilla, de modo que pueda construirse una paz con justicia y reconciliación.
El protagonista de esta función es, precisamente, un victimario en el exilio, acosado por sucesivas apariciones de sus víctimas. Primero intenta negarlas, pero el coro de los labradores asesinados y de sus animales, nada lúgubre sino cómico, ligero y fabuloso, le disuade de que sean alucinaciones. Entre quienes reclaman que les identifiquen por sus nombres, para no ser números en una lista, figura una madre dolorosa, trazada vigorosamente por Marcela Valencia, cofundadora con Rubiano de Teatro Petra, compañía productora de ambos montajes.
El autor y actor, que interpreta a Salvo Castello, utiliza en la ficción un discurso real de Mancuso, al que alude el nombre propio de su personaje. Un sano humor negro, negrísimo, recorre la obra, cuyo telón de fondo es la necesidad imperiosa de reparar el daño causado. Hay un parentesco entre esta pieza y Littoral e Incendies, de Wajdi Mouawad, por la poética del texto, la anagnórisis final y la naturalidad con la que se produce el trato entre vivos y difuntos.
‘Labio de liebre’. Texto y dirección: Fabio Rubiano. Madrid. Teatros del Canal, 14 y 15 de noviembre.
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