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Ángel Di María vuelve a casa: ficha por el club argentino donde debutó hace 20 años

El exfutbolista del Real Madrid dejará el Benfica después del Mundial de Clubes y se sumará a Rosario Central

Ángel Di María
Javier Lorca

“Y aquí estoy. Como siempre. Bien tirado contra la raya. Abriendo la cancha. Y eso no me lo enseñó nadie. Son cosas que uno ya sabe solo. Y meter centros o ponerle al arco como venga”. El inicio del monólogo de las “Memorias de un wing derecho”, el famoso cuento de Roberto Fontanarrosa sobre un jugador de metegol (como se conoce al futbolín en Argentina), bien podría haberlo pronunciado aquel flaco y escurridizo futbolista que era Ángel di María hace 20 años, cuando debutaba en la primera división de Rosario Central. Los hinchas del Canalla, como se conoce al club, apenas pudieron disfrutar de su vertiginosa habilidad, su obcecado coraje para el riesgo, el pase talentoso y el gol. Fideo se fue pronto, un año y medio después, a jugar en Europa. Ahora los hinchas argentinos, en especial los rosarinos, tendrán revancha y podrán verlo nuevamente con la camiseta de bastones azules y amarillos. Una lástima que ya no esté el Negro Fontanarrosa, fallecido en 2007 y célebre fanático de Central: nadie podría celebrar mejor su regreso.

“Bienvenido Ángel, te estábamos esperando”, dice el vídeo con el cual el club anunció este jueves la vuelta al fútbol argentino del exjugador del Real Madrid. “Donde todo arrancó, vuelve a empezar”. Las imágenes del futbolista de niño y de adolescente con el equipo canalla se mezclan con sus hazañas en la selección nacional. Con la Albiceleste tiene estatura de héroe, el socio ideal de Lionel Messi: ha marcado goles decisivos, que valieron títulos, en finales de Juegos Olímpicos, Copa América y Copa del Mundo.

La expectativa y la ansiedad por verlo de regreso en las canchas argentinas se prolongarán hasta el segundo semestre. El zurdo de 37 años llegó a Rosario esta semana para acordar un contrato de un año con el club, pero antes de sumarse al equipo disputará el Mundial de Clubes con el Benfica, donde se desempeña desde hace dos temporadas. El club portugués, que será su último equipo europeo, fue también el primero. A Lisboa había arribado a mediados de 2007 y se quedaría hasta 2010, cuando pasó al Merengue. En el Madrid dejó una huella que todavía se recuerda por el carril izquierdo del campo. Su trayectoria siguió luego en Manchester United, donde registró su juego más bajo, para repuntar después en Paris Saint Germain y Juventus. Salvo en Inglaterra, en todos lados festejó: su palmarés cuenta 36 trofeos. Es el segundo argentino con más títulos ganados, solo Messi lo supera.

“Nada como volver a casa. Bienvenido Fideo al fútbol argentino”, fue el mensaje con que la Liga Profesional de Fútbol de Argentina celebró el anuncio de su retorno. “¡Una leyenda del fútbol sudamericano que vuelve a casa!”, destacó la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), también en sus redes sociales, junto a una imagen del jugador alzando la copa del mundo en 2022, en Qatar.

Di María tenía pensado volver a Rosario a comienzos del año pasado. Hizo el intento y todo parecía encaminado. Pero, en una ciudad asolada por el narcotráfico, su familia fue víctima de amenazas. En un local comercial de su hermana, apareció una cabeza de cerdo con una bala en la frente y una nota que decía: “Si volvés, la próxima [cabeza] que recibas es la de tu hija. No vengas. Hacé caso, nosotros no tiramos papelitos. Tiramos tiros y muertos”.

El proyecto de volver se postergaría hasta este año. Con cautela y sin difusión, comenzó a reavivarse después del retiro de Di María de la selección argentina, tras ganar el bicampeonato de América, y creció con los responsables de aquella amenaza identificados y los niveles de violencia en descenso en su ciudad. El sueño del retorno, latente desde que se fue, se hace finalmente realidad para el Fideo. Rosario Central ya difundió imágenes de él poniéndose la camiseta 11. Hoy es otro jugador. La velocidad eléctrica y vertical, esa que corría con la cabeza gacha y el cuerpo en un torbellino desgarbado, encontró un sucedáneo todoterreno en la pausa sapiente, la aguda audacia de la experiencia y la habilidad dosificada. El wing estacionado sobre la raya solo juega en las canchas del pasado. O del metegol.

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Sobre la firma

Javier Lorca
Es periodista de EL PAÍS en la redacción en Buenos Aires.
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