El misterio de una lancha pulverizada por un misil en medio del Caribe
La mayoría de los 11 ocupantes de la barcaza salida de Venezuela que Estados Unidos hizo saltar por los aires provenían de un pequeño pueblo costero tomado por el narcotráfico
San Juan de Unare era un pequeño pueblo de pescadores que se levantaban en mitad de la noche para cargar sus barcas hasta la orilla y adentrarse en el mar calmo del Caribe. Así lo hicieron sus padres y los padres de sus padres. Hace más de 20 años, sin embargo, se convirtió en un lugar de tránsito de droga y todo cambió. Llegaron las disputas, la rivalidad entre clanes y la muerte. Primero un asesinato, después dos y luego, en dos días de los que nadie se olvida, 78 de una sola vez. A principios de semana, según han publicado medios venezolanos, unos cuantos muchachos del pueblo se subieron a una lancha y no regresaron.
El destino fatal de los vecinos de San Juan de Unare y otros lugares de los alrededores ha aumentado la tensión entre Estados Unidos y Venezuela, dos naciones que se hablan ahora mismo en términos bélicos. La Casa Blanca usó su fuerza militar desplegada en aguas internacionales, en el límite con el territorio venezolano, para lanzar un misil contra la lancha y aniquilar a las 11 personas que iban a bordo. De acuerdo con las autoridades estadounidenses, transportaban droga rumbo a Trinidad y Tobago. Donald Trump asegura que se trata de una nueva manera de enfrentar a los carteles de la droga mediante el uso de armas de guerra, pero Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, está convencido de que no es más que el paso previo la invasión de su país. Asegura que va a lograr que ocho millones de venezolanos agarren un fusil y se unan a las fuerzas armadas.

Todo ocurrió en instantes. La lancha surcaba el mar cuando algo no identificado lo apuntó desde el cielo (algunos expertos creen que se trata de un dron). Segundos después, un proyectil la pulverizó. Estados Unidos ha desclasificado el vídeo del momento, pero no ha ofrecido muchos más detalles. El Gobierno chavista dijo, en un primer momento, que se trataba de un vídeo creado por inteligencia artificial, pero nada hace sospechar que sea así. En privado, un dirigente chavista, cercano a Maduro, tilda al Gobierno de Trump de “criminal”. “Quieren acabar con este país a punta de misil”, añade.
La teoría de Washington es que Maduro se trata de un narcopresidente que dirige el Cartel de los Soles, una organización criminal local (no hay pruebas de que sea cierto). A lo que se suma que el sucesor de Chávez no aceptó hace un año su derrota en las elecciones presidenciales a manos de la oposición, lo que a ojos de Washington y prácticamente de toda la comunidad internacional lo convierte en un presidente ilegítimo. El secretario de Estado, Marco Rubio, insiste cada día en que se trata de un narcotraficante que debe ser llevado ante la justicia de su país.
La crisis ha situado a San Juan de Unare en el mapa. Se trata de la última población con acceso terrestre por una maltrecha carretera cruzada por varios controles militares, en dirección hacia la península de Paria. Más allá, el bosque tropical, casi la última frontera de Venezuela. Aquí se encuentran algunas de las playas más hermosas del planeta. Pero a menudo se parece más al infierno. El Estado de Sucre es uno de los más pobres y más violentos de todo el país. Vídeos de esta zona gobernada por el crimen organizado han inundado estos días TikTok, desde que se produjera el ataque. “San Juan de Unare de luto, que descansen en paz esos padres de familia que entran a ese mundo por necesidad, para que su familia viva un poco mejor”, se lee en uno de los vídeos. En las respuestas, los usuarios han comentado que la agresión fue real, no hecho por inteligencia artificial. Las víctimas son reales.

El chavismo ha reaccionado ahora que esta información se da a conocer y ha militarizado el pueblo, según narran testigos a este periódico. El Pitazo, un medio venezolano, explica que la lancha rápida, de 12 metros de largo, con 11 hombres a bordo y un cargamento de narcóticos, habría partido el domingo 31 de agosto con destino a Trinidad y Tobago y fue destruida la madrugada del lunes. Antes, según esta versión, zarparon dos lanchas cargadas de droga que no fueron interceptadas. La primera ministra del país caribeño, Kamla Persad-Bissessar, celebró la operación: “El dolor y el sufrimiento que los cárteles han infligido a nuestra nación es inmenso. No tengo compasión por los traficantes; el ejército de Estados Unidos debería matarlos a todos violentamente”.
Desde hace dos décadas operan bandas de narcotraficantes en esta región. En los últimos años, cuando comenzó a intensificarse el éxodo de venezolanos, las bandas criminales también incursionaron en el tráfico de personas. Se volvieron comunes los naufragios de migrantes venezolanos que intentaban llegar a Trinidad y Tobago. La periodista Ronna Rísquez, autora del libro Tren de Aragua: la banda que revolucionó el crimen organizado en América Latina (Dahbar, 2024), señala que en esa zona se ha identificado la presencia de esta banda. Ella misma hizo trabajo de investigación en San Juan de Unare, material que usó en su libro. “Vi con mis propios ojos que era un pueblo tomado por el narcotráfico”, dice Rísquez por teléfono.
El medio especializado en crimen organizado, Insight Crime, reveló en 2019 el aumento de la piratería de barcos en el oriente de Venezuela como una estrategia para despejar las rutas del tráfico de cocaína y marihuana producida en Colombia hacia el Caribe, en particular en la franja marítima entre Venezuela y Trinidad y Tobago. Un año antes, a pocos kilómetros de San Juan de Unare, en San Juan de las Galdonas, uno de los grandes centros de operaciones del narcotráfico, se produjo un enfrentamiento brutal entre bandas criminales. Según algunos habitantes y testigos del sector, según documentaron medios locales, 78 hombres fueron asesinados y descuartizados durante dos días de tiroteos. Las autoridades policiales venezolanas negaron la masacre. Entonces no existía la inteligencia artificial.
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