Lula a Trump por los aranceles a Brasil: “Sus actitudes anticivilizatorias crean problemas donde no existían”
El presidente brasileño considera que Bolsonaro debe ser juzgado por incitar a Estados Unidos a tomar represalias contra su Gobierno

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, disparó contra su par de Estados Unidos, Donald Trump. En el primer día de la entrada en vigencia de los aranceles del 50% aplicados por el republicano contra la primera economía de América Latina, Lula tildó a Trump de “autoritario” y “anticivilizatorio” y lo acusó de “crear problemas en una relación donde no existían”. Dijo, además, que no tiene pensado llamarlo por teléfono para negociar porque Trump “no quiere hablar”. “Un presidente no puede humillarse por otro presidente. Respeto a todos y exijo respeto hacia mí”, dijo el brasileño en declaraciones a la agencia Reuters.
El brasileño tuvo también palabras hacia Jair Bolsonaro, al que acusó, junto a su hijo Eduardo, de promover las sanciones de la Casa Blanca contra su Gobierno. “No hay precedentes en la historia de un presidente y su hijo, un diputado, que pongan al presidente de Estados Unidos en contra de Brasil. Deberán ser juzgados por eso”, dijo.
La relación entre Estados Unidos y Brasil atraviesa una crisis que no tiene precedentes. Como parte de su guerra comercial contra el resto del mundo, Trump castigó especialmente al país sudamericano con el mayor arancel aplicado a cualquier otro país. Los argumentos del republicano no fueron económicos, sino políticos. Trump considera que su amigo Bolsonaro, juzgado por presuntamente intentar derrocar a Lula en enero de 2023, es víctima de una “caza de brujas” judicial y usó el tarifazo como represalia. Durante los últimos meses, pidió abiertamente que el juicio contra Bolsonaro debía parar. La campaña contra Brasil incluyó un ataque directo contra el juez de la causa, el supremo Alexandre de Moraes, al que el Departamento de Estado castigó con una ley pensada para violadores de los derechos humanos y dictadores.
Los negociadores brasileños chocaron contra un muro en su intento por abrir una puerta en Washington. Este semana, celebraban que habían logrado al menos dejar fuera de la subida de aranceles a unos 700 productos, algunos tan relevantes como el petróleo, los aviones y la pulpa de celulosa. El martes, el ministro de Economía, Fernando Haddad, dijo que estaban incluso dispuestos a ofrecer minerales críticos y tierras raras a cambio de una bajada de aranceles. No hubo, sin embargo, una comunicación entre Lula y Trump, y no parece que vaya a haberla en el corto plazo.

“No lo llamé [a Trump] porque no quiere hacer llamadas”, dijo Lula. “Durante una entrevista en un medio brasileño, le preguntaron: ‘¿Va a hablar con Lula?’. ‘Ahora no’, respondió. Es decir, nuestros mejores negociadores están intentando hablar con sus negociadores. No tengo que llamar al presidente Trump porque en las cartas que envió nunca habla de negociaciones. Habla de nuevas amenazas”, se quejó.
Las represalias de Trump avivaron en Brasil el sentimiento nacionalista. “Esto no es una intervención menor”, dijo Lula, “es el presidente de Estados Unidos quien cree que puede dictar las reglas sobre un país soberano como Brasil. No es admisible que Estados Unidos, ni ningún otro país, grande o pequeño, dé una opinión no solicitada sobre nuestra soberanía. Lo que no estamos encontrando es diálogo. Cuando quieran hablar, hablaré”.
El Gobierno brasileño tiene en carpeta un plan de ayuda estatal a las empresas que se vean afectadas por los aranceles. Lula aclaró que, por ahora, esa será la única respuesta a Estados Unidos. “Hago todo esto cuando podría anunciar un impuesto a los productos estadounidenses. No lo haré porque no quiero comportarme como el presidente Trump. Quiero demostrar que cuando uno no quiere pelear, dos no pelean. Y no quiero pelear con Estados Unidos”
Juicio a Bolsonaro
El pasado lunes, el juez Moraes ordenó el arresto domiciliario de Bolsonaro por incumplir, a su juicio, las restricciones que le había impuesto el 18 de julio, cuando le colocó una tobillera electrónica. En el listado figuraba no usar redes sociales, incluso a través de otras personas. La orden desde el Gobierno fue en ese momento no hablar del asunto para no victimizar a Bolsonaro ni echar leña en la hoguera de Trump. El propio Lula evitó el tema cuando fue consultado durante un acto oficial. Su actitud cambió este miércoles, con una respuesta que coloca a Trump como un “autoritario” y a Bolsonaro y su familia como “traidores a la patria” por promover el castigo trumpista.
Lula habló de Bolsonaro y también de su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro, quien desde su autoexilio en Estados Unidos hizo y hace presión para que Trump avance sobre Brasilia. “Su hijo debería ser sometido a otro proceso y condenado como traidor a la patria. Eso es lo que es. Un diputado federal, hijo de un expresidente, viaja a Estados Unidos con la misión de mentir y poner al gobierno estadounidense en contra de Brasil. Estas personas serán condenadas por esto, y saben que serán juzgadas, y saben que pueden ser condenadas”, dijo.
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