Las claves de las elecciones en Venezuela: baja participación ciudadana, legitimidad democrática en duda y una oposición dividida
Los comicios del 25 de mayo, que decidirán la renovación de la Asamblea Nacional, estarán marcados por la sombra de las controvertidas elecciones presidenciales y el dilema opositor entre el boicot o el llamado al voto


Venezuela vuelve a las urnas 10 meses después de la elección presidencial del 28 de julio de 2024, unos comicios tildados de fraudulentos por la oposición en los que Nicolás Maduro se proclamó ganador sin mostrar las actas electorales que certificaban su triunfo. En las elecciones parlamentarias del 25 de mayo no solo estarán en juego más de 500 cargos, entre ellos los 285 diputados que integran la Asamblea Nacional, además de gobernadores estatales y legisladores locales; también la legitimidad democrática de un gobierno sometido al escrutinio mundial a raíz de las presidenciales y la represión que rodeó a la toma de posesión de Maduro para un tercer mandato el pasado 10 de enero.
¿Qué se elige en las elecciones parlamentarias?
En los comicios del 25 de mayo, convocados originalmente para el 27 de abril y pospuestos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) por la falta de candidaturas, se renovarán los 277 escaños de la Asamblea Nacional —la única cámara legislativa del país y a la que se pretenden sumar ocho nuevos diputados del Esequibo, territorio en disputa con Guyana—, además de los 24 gobernadores estatales, 335 alcaldes y los consejos legislativos locales. En suma, se trata de 569 cargos de elección popular.
Abstencionismo y baja participación ciudadana
El rumbo que ha seguido el proceso electoral, caracterizado por su brevedad y los escasos actos de campaña como mítines, debates o la aparición de spots publicitarios en medios masivos, anticipa un domingo con una pobre asistencia a las urnas, motivado tanto por un sector de la oposición que considera al abstencionismo como una postura política ante los resultados del 28 de julio pasado, como por un creciente desinterés popular tras la represión poselectoral.
A una semana de la jornada electoral, los sondeos de opinión y analistas políticos consultados por este diario coinciden en que alrededor del 35% de la población considera la posibilidad de votar, un porcentaje que aseguran, podría descender hasta la mitad el domingo. En las últimas elecciones parlamentarias, celebradas en 2020, la abstención alcanzó un 70% y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo el 69% de los votos válidos.
Una oposición dividida
El debate sobre la postura de la oposición al llamado del CNE a las elecciones parlamentarias y de gobernadores ha provocado una ruptura en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la alianza partidista opositora más importante del país, cuyos miembros se debaten entre el abstencionismo y la presentación de candidaturas y el llamado al voto. A finales de abril, la Plataforma decidió expulsar a los partidos Un Nuevo Tiempo y Movimiento por Venezuela después de que ambos decidieran participar en los comicios del 25 de mayo.
La postura de María Corina Machado, consistente en rechazar los resultados del 28 de julio y nombrar como ganador al candidato Edmundo González, exiliado en España tras la persecución de la fiscalía venezolana, ha permanecido invariable. Desde la clandestinidad, donde se mantiene por razones de seguridad, Machado publicó un video a mediados de mayo donde llamó a boicotear las elecciones: “El 28 de julio votamos. Este 25 no votaremos. El 28 de julio dijimos no a la mentira, no al abuso, no a las humillaciones. Ese día ganamos, porque somos Venezuela […]. Tú ya desobedeciste. Y cuando todos decimos no, ellos no mandan”, explica.
Mientras Machado se ha decantado por boicotear unas elecciones que considera ilegítimas, otro sector minoritario de la oposición, integrada por el partido un Nuevo Tiempo y un sector de Primero Justicia afín a Henrique Capriles, ha hecho campaña con el objetivo de obtener un mínimo de 40 diputados (de los 277 que conforman actualmente la Asamblea Nacional) y cuatro gobernaciones, en especial la de Zulia, la entidad más poblada del país. Si bien el mismo Capriles se mantiene firme en que Maduro robó las elecciones, también sostiene que “el voto en Venezuela es una expresión de resistencia, de resiliencia, de que no nos rendimos”, declaró en entrevista con este diario a inicios de mayo.
En el otro extremo, el oficialismo ha establecido un cerco alrededor de la jornada electoral ante lo que considera un intento de “sabotear las elecciones y alterar la paz del país. El pasado lunes, seis días antes de la jornada electoral del 25 de mayo, el ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, prohibió la llegada de vuelos provenientes de Colombia. La detención de decenas de extranjeros, acompañada de referencias directas a la oposición y María Corina Machado como responsables de un plan que incluye acciones violentas para boicotear los comicios, han elevado la tensión en los días previos a las elecciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
