Ir al contenido
_
_
_
_

Kilmar Abrego García, emblema de las críticas a la política migratoria de Trump, queda en libertad

El salvadoreño se encontraba bajo custodia en Tennessee a la espera de juicio por supuesto tráfico de migrantes irregulares

Kilmar Abrego García (tercero por la izquierda) abandona la carcel estatal de Putnam, en el Estado de Tennessee
Macarena Vidal Liy

Kilmar Abrego García, el migrante salvadoreño deportado erróneamente a su país en marzo y que se convirtió en un emblema de los problemas de la política migratoria de la Administración Trump ha quedado puesto en libertad este viernes de la cárcel de Tennessee donde estaba bajo custodia, según han informado en un comunicado los abogados del salvadoreño. Abrego, que fue devuelto a Estados Unidos desde su país en junio, volverá a su domicilio en el Estado de Maryland, a la espera de la celebración del juicio contra él por cargos de tráfico de migrantes irregulares.

Abrego, de 30 años, había sido deportado pese a que una orden judicial en 2019 prohibía enviarle de regreso a su país, dado que allí se arriesgaba a represalias de las pandillas delictivas. Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes presentaron su caso ante los tribunales, y un representante del Departamento de Justicia reconoció que se había cometido un error al expulsarle a El Salvador. Un juez ordenó al Gobierno estadounidense que lo trajera de regreso.

Durante meses, su caso se convirtió en una piedra de toque de la política migratoria de la Administración republicana. La oposición demócrata, y las organizaciones pro migrantes, exigieron su regreso, pero el Gobierno, aparentemente, no hizo esfuerzos visibles por obtener su vuelta. Primero aseguró que el salvadoreño era un delincuente peligroso, miembro de la mara Salvatrucha (MS-13). Después, que era un maltratador. Luego, que había participado en el transporte de migrantes irregulares.

Finalmente, en junio Abrego regresó a Estados Unidos para quedar imputado como supuesto responsable del transporte de migrantes irregulares dentro del país, algo de lo que él se ha declarado inocente.

Los abogados de Abrego habían reclamado a los jueces la puesta en libertad de su cliente con el argumento de que los fiscales habían presentado los cargos contra él como represalia por haber presentado una demanda contra su deportación errónea. El mes pasado, la jueza Waverly Crenshaw confirmó la orden emitida por la magistrada de un tribunal inferior, Barbara Holmes, de liberar al salvadoreño mientras esperaba su juicio. Crenshaw y Holmes determinaron que el inmigrante no representaba un peligro para la comunidad ni había riesgo de que se diera a la fuga.

No obstante, la jueza Holmes decidió retrasar la puesta en libertad a petición de los abogados de Abrego, que temían que una vez que su cliente saliera a la calle pudiera ser arrestado por los agentes del ICE, la agencia responsable de hacer cumplir las leyes fronterizas, y ser entonces deportado a otro país que no fuera El Salvador.

Desde entonces una tercera jueza, Paula Xinis, en Maryland, ha ordenado que el Gobierno estadounidense dé un aviso de tres días a Abrego si planea deportarle, para que él tenga la oportunidad de recurrir esa decisión. Xinis es la magistrada al cargo del caso civil en el que el inmigrante ha demandado a la Administración por expulsarle a El Salvador.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_