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Niños y jóvenes latinos organizan protestas contra el ICE dentro de Roblox: “Ni siquiera aquí estamos a salvo”

Avatares que huyen, pancartas digitales y videos virales revelan cómo las infancias migrantes transforman los videojuegos en trincheras contra las deportaciones

Protestas contra redadas migrantes del ICE, en el videojuego Roblox.
Marisol Jiménez

El avatar de un agente del ICE rodea a un hombre con sombrero mexicano. Lo suben a una camioneta negra con las siglas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Cuatro personajes lo escoltan. Dos llevan armas largas. No es una redada real, es Roblox, uno de los videojuegos más populares del mundo entre la infancia. Y es también el nuevo escenario de una protesta contra las políticas migratorias de la Administración de Donald Trump, contra las deportaciones y contra el miedo.

Roblox se presenta como una plataforma colaborativa y educativa diseñada para el aprendizaje activo y la exploración creativa. Según su sitio oficial, fomenta la “ciudadanía digital responsable” y asegura trabajar con expertos en seguridad para proteger a sus usuarios más jóvenes. Pero lo que empezó como un entorno para construir mundos y vivir aventuras ha sido resignificado por sus jugadores más jóvenes —muchos de ellos latinos e hijos de inmigrantes— como una trinchera de resistencia.

En este universo pixelado, los avatares levantan pancartas virtuales con mensajes que se han viralizado en redes sociales: “WE ARE NOT ILLEGAL”, “STOP ICE”, “KEEP FAMILIES TOGETHER”, “ICE Out of California” y “BROWN AND PROUD”. Algunos usuarios interpretan a agentes migratorios, otros les hacen frente. Los enfrentamientos se graban, se editan y se suben a TikTok, donde acumulan millones de reacciones. Una frase se repite con fuerza en los subtítulos y comentarios: “Even in Roblox you’re not safe from the cops”.

Las protestas digitales no son nuevas. Durante la crisis de la covid-19, videojuegos como Roblox, Minecraft y Animal Crossing se convirtieron en espacios de expresión política para jóvenes que marchaban virtualmente contra el asesinato de George Floyd, la invasión rusa en Ucrania, la violencia en Gaza o los feminicidios en Latinoamérica. Comunidades enteras encontraron en los videojuegos no solo un escape, sino una herramienta para contar historias, reclamar justicia y expresar solidaridad. Pero esta vez hay algo distinto: los protagonistas son niños latinos, muchos menores de 13 años, que se están organizando para denunciar una amenaza real que conocen de cerca.

La angustia de estos niños no se queda en el juego ni en la pantalla. Se filtra en conversaciones cotidianas, publicaciones en TikTok y hasta en las aulas. “¿Cómo llegamos a esto?”, se pregunta un usuario en un video. Una posible respuesta la da otra usuaria, en un clip que ha sido compartido cientos de veces: “Lo que hacemos como adultos afecta 100% a nuestros hijos. El odio se enseña. Por algo algunos juegan como el ICE… y otros, organizan protestas”.

En Riverdale, California, una profesora de inglés comenzó las clases de su escuela de verano con una dinámica habitual: pedirles a sus alumnos que escribieran sobre sus vacaciones. También les preguntó: “¿A qué le tienen miedo?”. Esperaba respuestas comunes: a la oscuridad, a los insectos, a las alturas. Pero esta vez, la mayoría escribió frases como: “Tengo miedo de que se lleven a mi papá”, “Tengo miedo de ICE”, “Tengo miedo de las deportaciones”. Lleva 19 años dando clases y nunca había leído algo así. “Me rompió el corazón”, dijo en un video. “Pero al mismo tiempo, saber que hay niños protestando en Roblox… eso me dio esperanza”.

@lavidaquevivimosnosotros

¡Vivan los niños! Mi fe ha sido restaurada. Felicidades y sigan. #kidsoftiktok #roblox

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Este tipo de expresiones ha marcado un cambio en la forma en que los menores participan en conversaciones políticas. Si antes escribían cartas a los editores de los periódicos o llamaban a programas de radio, hoy basta con un teléfono móvil para emitir una opinión y compartirla con el mundo.

Cuando el juego se convierte en protesta

Para entender qué significa esta forma de protesta infantil —que ocurre en el juego— EL PAÍS habló con Kishonna L. Gray, profesora de la Universidad de Michigan, investigadora de cultura digital y autora de Intersectional Tech: Black Users in Digital Gaming. Para Gray, estas plataformas no solo permiten imaginar futuros alternativos, sino también canalizar emociones complejas como el miedo, la rabia o la angustia. “El juego siempre ha sido una herramienta para procesar el trauma”, explica. “Lo que estamos viendo en Roblox es una respuesta profundamente emocional y política de los niños ante un sistema que los ha hecho sentir vulnerables”.

Según la académica, muchos adultos subestiman la capacidad de análisis de los niños. “Hemos tratado a los niños como si no fueran capaces de entender lo que pasa. Pero debido a la convergencia de tecnologías en sus vidas, están expuestos a una gran cantidad de contenido, desde lo bueno hasta lo malo, pasando por todo lo intermedio y más allá, y no les hemos proporcionado las herramientas adecuadas para entenderlo”.

Esa creación ocurre en mundos digitales donde no solo juegan, sino que investigan, debaten, construyen narrativas y expresan lo que no pueden decir en casa o en la escuela. “Los niños están usando las herramientas que tienen a su alcance: TikTok, consolas, avatares. Las usan porque no tienen otros espacios donde expresarse. Y si los adultos no queremos escucharlos en el mundo real, ellos sabrán cómo levantar la voz en el virtual”.

Lo que debería ser un espacio de fantasía se convierte, así, en una réplica digital del desarraigo y del temor a perder a un ser querido sin previo aviso. “Roblox es su escenario, su canal de comunicación y su refugio. Pero también, hoy es su campo de batalla”.

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Sobre la firma

Marisol Jiménez
Es redactora de redes sociales de EL PAÍS US. Estudió la licenciatura en Ciencias de la Comunicación y Periodismo y la Maestría en Estudios México-Estados Unidos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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