Ir al contenido
_
_
_
_

California responde a Texas y modifica sus mapas electorales para anular la ventaja republicana en el Congreso

El Congreso local aprueba una elección especial para noviembre en la que los votantes pueden avalar los distritos que favorecen a los demócratas

Gavin Newsom firma una ley que convoca elecciones especiales sobre un nuevo mapa electoral en Sacramento, California, este jueves.
Luis Pablo Beauregard

Ojo por ojo. California ha aprobado nuevas leyes que le permiten modificar los mapas electorales del Estado, el más poblado del país. La votación en el Congreso local se dio velozmente, apenas un día después de que Texas, el gran bastión republicano, modificara sus distritos electorales para ampliar su representación en la Cámara de Representantes de Washington el próximo año. Los legisladores californianos apenas han dado el primer paso y apuntan a una fecha fundamental: el 4 de noviembre, cuando los nuevos mapas electorales serán sometidos a un referendo popular en una elección especial.

Los demócratas han aprobado tres nuevas leyes. La primera es una enmienda a la Constitución estatal para adoptar los nuevos mapas, una práctica conocida como gerrymandering. La segunda incluye los nuevos límites a los distritos electorales para favorecer a los demócratas. La tercera norma es la que llama a celebrar una votación especial, donde los votantes tendrán que avalar la modificación. La elección es necesaria porque el Legislativo ha usurpado las funciones de una comisión especial independiente que se dedica, desde hace casi 15 años, a trazar estos mapas con información demográfica obtenida de los censos de población.

El trámite legislativo transcurrió sin obstáculos, pues los republicanos ocupan solo 19 de los 80 escaños en el cámara baja de Sacramento. La minoría había acudido al Supremo estatal para intentar frenar la aplanadora demócrata. En una demanda de emergencia presentada esta misma semana acusaron al partido dominante de cometer irregularidades en un proceso viciado en sus tiempos. Los jueces del tribunal, sin embargo, desecharon la demanda la noche del miércoles, abriendo la puerta al rediseño. Aún así, dos miembros de la bancada demócrata se abstuvieron en la votación, que pasó con 57 sufragios a favor y 20 en contra.

Una vez que las iniciativas fueron aprobadas por la Asamblea, pasaron al Senado local, donde también recibieron el visto bueno de la mayoría. El gobernador Gavin Newsom las firmó, el paso final del proceso, antes de que cayera la tarde. “Somos el primer Gobierno en la Historia que someterá los mapas a la gente en una votación. Ellos tendrán la opción de validarlos”, aseguró Newsom en una conferencia de prensa. “No estaríamos aquí si Texas no hubiera disparado la primera bala”, añadió el mandatario.

En el arranque del debate legislativo, los demócratas explicaron por qué estaban realizando los cambios. “El presidente Trump y los republicanos de Texas y otros Estados están redibujando los distritos legislativos a la mitad de la década para manipular las intermedias”, aseguró Marc Berman, un congresista que representa un distrito cercano a San Francisco. “[El presidente] es alguien que habla con insistencia de la posibilidad de buscar un tercer mandato y ahora se ha dado cuenta de que sus políticas son terriblemente impopulares y que los votantes podrán expresarse en los comicios del próximo año. Está tratando de amañar la elección y mantenerse en el poder”, dijo Berman.

El congresista Mike Gallagher, el líder de la minoría republicana en la Asamblea de California, admitió que estuvo mal que Trump iniciara esta disputa nacional exigiendo cinco legisladores más en Texas, un Estado que conquistó con holgura el año pasado. Pero Gallagher puso en duda que la respuesta correcta sea la de pagar con la misma moneda. “¿Qué pasa si sigues luchando el fuego con fuego? Terminas por quemarlo todo", aseguró el legislador durante el debate.

Gallagher hacía referencia a las propias palabras empleadas por el gobernador Gavin Newsom. Este, uno de los principales críticos de Trump, prometió usar fuego contra el fuego si es que Texas seguía adelante. La belicosa respuesta se ha traducido en nuevas simpatías en un momento en el que el Partido Demócrata busca un norte claro para lidiar contra la Administración Trump. The New York Times asegura que la estrategia ha disparado los donativos de los simpatizantes demócratas, quienes han enviado en solo una semana unos 6,2 millones de dólares al mandatario californiano, quien ha mostrado interés en participar en las presidenciales de 2028.

De aprobarse en noviembre, los nuevos mapas alterarían los distritos para hacer más viable el triunfo de candidatos demócratas en cinco regiones actualmente en menos de los republicanos. El Primer Distrito, por ejemplo, sería partido en dos para incluir zonas metropolitanas en lo que antes era un territorio rural profundamente conservador del norte y cercano a la frontera con Nevada. El cambio pondría cuesta arriba las cosas para su actual representante, Doug LaMalfa, quien lleva 12 años en el cargo.

Los planes también permitirán que muchos votantes progresistas de las afueras de Sacramento, la capital del Estado, voten en el Tercer Distrito legislativo, lo que diluirá la base de votantes del congresista Kevin Kiley. Los nuevos mapas también podrían hacer más holgadas las victorias demócratas en algunas zonas en las que los republicanos han recortado distancias y apretado los resultados. Es el caso del 9° y el 13°, que fue el año pasado el más cerrado del país, pues el congresista Adam Gray lo ganó por menos de 200 sufragios.

Los republicanos tienen una ligera ventaja en la Cámara de Representantes. Cuentan con 219 legisladores frente a 212 de la oposición. Los representantes republicanos de Texas ocupan 25 de los 38 distritos electorales del Estado. En California, los demócratas tienen 43 de los 52 congresistas.

Algunos analistas creen que la jugada puede salir mal a los demócratas. Varios Estados republicanos han puesto en marcha planes para seguir los pasos de Texas y así convertir algunos distritos azules en rojos. Florida, Ohio, Indiana y Misuri ya han comenzado a debatir sus planes. Esto podría llevar a los conservadores a ganar hasta ocho nuevos escaños. De momento, California es el único bastión progresista que ha cumplido su amenaza. Nueva York ha sugerido sumarse a la guerra del gerrymandering, pero no lo ha hecho de momento.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_