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Israel llega a la segunda semifinal de Eurovisión ante las protestas de agrupaciones suizas

La joven Yuval Raphael debuta en la competición durante la segunda semifinal del certamen, mientras que la televisión pública de su país denuncia ante la UER “el acoso” a su representante

Israel Eurovisión 2025
Héctor Llanos Martínez

Samuel, septuagenario, de Basilea, suele acudir a las vigilias que todos los miércoles a las ocho de la tarde organizan varias agrupaciones ciudadanas en el centro de la ciudad. Denuncian lo que consideran el “genocidio en Palestina”. La de esta semana, 14 de mayo, ha tenido que cancelarse porque la policía local no ha dado la autorización pertinente. Ese espacio está ocupado durante unos 10 días por todas las actividades relacionadas con Eurovisión. “Nos hemos trasladado por una vez al Ayuntamiento. Ha venido algo más gente. Y también periodistas. Nunca habíamos visto tantos”, explica el basiliense a EL PAÍS desde la Marktplatz. En sus manos lleva un pequeño cartel que cuestiona: “¿Es antisemita condenar los crímenes de guerra?“.

Uno de los manifestantes de la marcha silenciosa de este miércoles ante el Ayuntamiento de Basilea, sede de Eurovisión 2025.

En esa plaza, algo más de un centenar de personas ha comenzado una marcha silenciosa, sin cánticos ni eslóganes, precisamente en una ciudad que se ha llenado de música en las últimas horas en muchas de sus calles y plazas. Lo que ha añadido una nueva razón de ser a sus protestas semanales es la presencia de nuevo de Israel en el festival europeo de la canción, a pesar de la enorme polémica que suscitó el año pasado en Malmö (Suecia). Su participación comienza este jueves, durante la segunda semifinal celebrada en el St. Jakobshalle. La organización ha reforzado este año la seguridad, con 1.300 policías de servicio y especialistas militares y de delitos cibernéticos.

Yuval Raphael una joven de 24 años que debutó el año pasado en la música, representa a Israel en esta 69ª edición con el tema New Day Will Rise (Un nuevo día amanecerá). El tema está entre los cuatro favoritos en las casas de apuestas para ganar este año. Como buena concursante de talent shows televisivos (saltó a la fama en uno de ellos), su historia personal ayuda a su promoción como artista. Durante la preselección eurovisiva de Israel, subrayó ante los medios su condición de superviviente del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.

Y, a pesar de que Eurovisión prohíbe incluir mensajes políticos en sus canciones, su tema incluye frases metafóricas sobre el conflicto, que acompañan a la publicitada historia personal de la cantante: “Amanecerá un nuevo día, continuará la vida. La oscuridad se desvanecerá, todo el dolor pasará, pero nosotros nos quedaremos”.

Movimiento ciudadano

Una alianza de reciente creación, ESC.alate4Palestine, cuyo nombre incluye las siglas oficiales del certamen de la canción europea, se ha formado para centrar las críticas en los organizadores del concurso. “Una Eurovisión con Israel es una continuación de la normalización del Estado colonial. Al permitirles participar, los organizadores y la UER demuestran que sus valores se alinean con el apartheid, la ocupación y el genocidio. Durante más de un año y medio, Israel ha violado continuamente el derecho internacional a una escala sin precedentes, masacrando a cientos de miles de personas”, comentan este miércoles a este periódico desde esta organización. “Este es el primer genocidio retransmitido en directo en la historia de la humanidad y cuenta con el apoyo total y abierto de las potencias occidentales. Y ahora, la UER les proporciona una plataforma para retransmitir en directo su propaganda al mundo”, denuncia esta asociación. La más veterana Basel for Palestine también califica de “vergonzosa propaganda” lo que está ocurriendo en Eurovisión y lamenta que en esta ocasión se les haya denegado la posibilidad de realizar su habitual vigilia “que siempre ha sido pacífica”, puntualiza un portavoz de este grupo a EL PAÍS.

El descontento ya se dejó ver este domingo, cuando los organizadores de Eurovisión prepararon un desfile inaugural por las calles de la ciudad suiza con los artistas participantes en esta edición. Decenas de manifestantes con enseñas palestinas siguieron el recorrido de Yuval Raphael y de la delegación de Israel. La cantante respondía lanzando besos al aire, mientras que la KAN, la televisión pública de su país, elevaba una queja formal a la Unión Europea de Radiodifusión, creadora del festival.

Blanca Paloma, representante de España en Eurovisión 2023, ha sido la primera española en firmar la carta en la que se pide a la UER la expulsión de Israel de Eurovisión al considerar que se utiliza “como herramienta para encubrir crímenes contra la humanidad”. La petición cuenta con el respaldo de cerca de 80 artistas que han pasado por el festival, incluyendo las del ganador portugués Salvador Sobral.

De momento, las manifestaciones han sido mucho menos multitudinarias que las convocadas hace 12 meses en Malmö, ciudad con el triple de habitantes que Basilea. Para Samuel, asiduo a las vigilias propalestinas de la ciudad suiza, quizá es una cuestión cultural. “Somos un país construido a partir de muchas personalidades y las manifestaciones y protestas suelen surgir en la zona francesa. Nosotros, en la zona alemana, nos sumamos luego a nuestra manera”, dice.

ESC.alate4Palestine apunta los evidentes cambios organizativos que ha hecho UER con respecto a otras ediciones: “Hay menos prensa acreditada, menos acceso a los artistas, el lugar es mucho más pequeño, hay reglas más estrictas para los artistas y las delegaciones con respecto a las banderas que pueden mostrar...”, recuerda la organización. Su lectura particular es que “no están dando a los artistas la oportunidad de expresar su opinión para evitar la reacción violenta que ocurrió el año pasado”, dicen. El sábado por la tarde ya han organizado una nueva protesta en la céntrica Barfüsserplatz y van a intentar acercarse este jueves al recinto donde se celebra la segunda semifinal, en la que debuta Israel en la competición.

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Sobre la firma

Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, con varios años como autor del blog 'Doc&Roll'. Formado en Agencia Efe y elmundo.es, antes de llegar a Verne y la sección de Madrid de El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.
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