Maree al espectador que algo queda

Lo de la publicidad en las cadenas de televisión no es que sea un problema, es que es un bochorno. Nadie discute la necesidad de ingresar dinero para amortizar los gastos o ganar. Otro problema es la codicia. Usted paga sin discutir las mensualidades de una llamada plataforma, Movistar Plus+ sin ir más lejos. En la parrilla diaria de los canales que la integran se señalan los horarios de los diferentes programas. Hasta ahí todo es correcto. Y ahí empieza el bochorno.

Y de lo general a lo concreto: el usuario desea grabar un capítulo de una serie que emite Atreseries, Vera, sin ir más lejos. Y lo programa como indica el mando a distancia. Lo que la mencionada parrilla no informa es de la cantidad de anuncios que van a emitir, en ocasiones más de 20 minutos por hora, de tal manera que el espectador que programó la grabación del capítulo se queda sin contemplar los últimos minutos del capítulo por el desfase entre el horario previsto y la cantidad de anuncios.

También es verdad que quizá lo que pretende Atreseries es estimular la imaginación de los abonados, despertar la imaginación del espectador dejándole vía libre para que resuelva él mismo el asesinato, un detalle que de confirmarse habría que agradecer a los responsables de la cadena, como también es de agradecer esa inestimable encuesta que desde hace un tiempo propone la mencionada plataforma en las retransmisiones de la liga de fútbol: escanee no se qué y vote por el mejor del partido que luego le regalarán algo, por más que nunca dicen ni cuántos han votado ni si tal encuesta supone unos ingresos añadidos a la cadena. La cuestión es marear que algo queda.

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