Troleo, ‘doxing’ o ‘deepfakes’ sexuales: Interior identifica 12 tipos de violencia digital contra las mujeres
La oficina contra las violencias sexuales avisa de que estos ataques machistas virtuales provocan miedo, ansiedad, o aumento de las conductas suicidas

La tecnología ha abierto la puerta a nuevas formas de violencia machista, por lo que el Ministerio de Interior lleva varios años poniendo el foco en la detección e investigación de estas agresiones digitales contra las mujeres. A través de su oficina nacional contra las violencias sexuales (Onvios), Interior ha identificado hasta 12 tipologías de violencia digital contra las mujeres, entre ellas el troleo sexual, la pornovenganza o el deepfake sexual.
La violencia digital machista es aquella que se ha cometido “en parte o en su totalidad” usando tecnologías de la información y las comunicaciones, define el nuevo Pacto de Estado contra la Violencia de Género. También aquellas “agresiones dirigidas contra una mujer por el hecho de serlo agravadas por el uso de teléfonos móviles, internet, redes sociales o correos electrónicos”.
Así, las manifestaciones de la violencia machista digital identificadas por Onvios son: el ciberacoso sexual, a través del envío reiterado de mensajes sexuales no deseados; el sexting coercitivo (la presión para compartir contenido sexual bajo coacción); la sextorsión económica, es decir, forzar la producción de contenido sexual a cambio de dinero; el doxing sexual (la publicación de datos personales con contenido sexual); el grooming o la manipulación de menores para ganarse su confianza; el troleo sexual, como ataques colectivos con comentarios sexuales ofensivos; el deepfake sexual (la creación de contenido sexual falso mediante inteligencia artificial); el espionaje digital; la pornovenganza, a través de la publicación no consentida de contenido sexual; la toma de fotos o vídeos íntimos o personales sin consentimiento; la sextorsión; y la grabación, además de la difusión a terceros de contenido sexual.
Aunque se produzcan online, el acoso, las amenazas, los chantajes o la difusión de imágenes íntimas sin permiso, que se utilizan para dañar, controlar o humillar a la víctima, tienen consecuencias similares a la violencia no virtual, alertan desde Onvios. Así, provocan miedo, ansiedad, aumento de las conductas suicidas y autolesivas, sensación de pérdida de control sobre la propia imagen y graves consecuencias sociales y personales, inciden desde esta oficina, creada por el ministerio dirigido por Fernando Grande-Marlaska para impulsar la formación, concienciación y sensibilización en torno a las violencias sexuales y de constituir un observatorio para generar conocimiento desde la investigación científica.
La violencia sexual digital es una tendencia creciente e instituciones y organismos en España ―desde los cuerpos policiales al Ministerio de Igualdad o las autonomías― tienen ahora mismo puesto el foco sobre ella como uno de los principales problemas, sobre todo, entre la población más joven. “Las tecnologías amplifican la exposición, el impacto y la permanencia del daño, generando consecuencias devastadoras para quienes lo sufren”, añaden desde Onvios.
El Pacto de Estado contra la Violencia de Género, aprobado en 2017 y renovado este año, establece, entre otras medidas, crear indicadores y compilar datos estadísticos de todo el abanico de violencias contra las mujeres en entornos digitales, así como tipificar como delito los distintos supuestos de ciberdelincuencia machista. Ese acuerdo se comprometió a que se sancione a “quienes, sin autorización de la persona afectada y con ánimo de menoscabar su integridad moral, difundan, exhiban o cedan su imagen corporal o audio de voz generada, modificada o recreada mediante sistemas automatizados, softwares, algoritmos, inteligencia artificial o cualquier otra tecnología, de modo que parezca real, simulando situaciones de contenido sexual o gravemente vejatorias".
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.


































































