Los adolescentes en España son más sanos que nunca: el consumo de alcohol, tabaco y cannabis está en mínimos
La encuesta ESTUDES, que mide el consumo de drogas en adolescentes, registra los mejores datos desde su inicio, en 1994


Los adolescentes de hoy en España son más sanos que nunca. La encuesta ESTUDES, que mide el uso de drogas en estudiantes de 14 a 18 años desde 1994, muestra los menores consumos de alcohol, tabaco y cannabis, según los datos que ha presentado este miércoles la ministra de Sanidad, Mónica García.
En 2025 disminuye o se estabiliza el consumo de todas las sustancias psicoactivas, tanto legales como ilegales. El dato del último mes, que muestra el uso más cotidiano, ha caído hasta el 51% de los jóvenes para el alcohol (cinco puntos menos que hace dos años y 15 menos que una década atrás), al 15,5% para el tabaco (seis puntos menos que en 2023 y 10 menos que en 2014) y al 11,6% en el caso del cannabis (cinco menos), lo que los sitúa en un mínimo histórico.
También caen las borracheras: menos de un 20% de los adolescentes las ha experimentado en los últimos 30 días, cuando hace una década la cifra estaba por encima del 30%.
En el caso del tabaco, el consumo diario cae hasta un 4,3%, la cifra más baja registrada, que contrasta con las de los años noventa, por encima del 20%.
El vapeo, una de las principales amenazas incipientes para la salud de los jóvenes, ha subido ligeramente en el consumo más cotidiano (27,1%, algo menos de un punto más). Pero si se mira el consumo en el último año (40,8%), o a los adolescentes que lo han probado alguna vez en la vida (49,6%), se aprecian descensos de entre cinco y seis puntos con respecto a la última encuesta, de 2023.
Cuatro de cada diez jóvenes que vapean no usan ninguna sustancia adicional, es decir, solo lo hacen con el vapor, que ya de por sí se ha mostrado perjudicial para la salud. La mitad usa nicotina, con un gran poder adictivo. Y aproximadamente un 10% incluye sustancias derivadas del cannabis.
García ha señalado que este estudio, en el que han participado más de 35.000 estudiantes de secundaria, da “un mensaje de optimismo”. “Las nuevas generaciones están cambiando, construyendo una nueva forma de entender la salud y el ocio. No pasa todo por el consumo de alcohol y tabaco. Cada vez más jóvenes eligen otras maneras de relacionarse y de sentirse bien”, ha señalado.
Ansiolíticos
Uno de los datos negativos del estudio es que los hipnosedantes sin receta (los ansiolíticos) continúan una tendencia ligeramente alcista. Alcanza su máximo histórico hasta un 3,9% de consumo en los últimos 30 días, aunque se modera el porcentaje de estudiantes que los han consumido en el último año (7%) o alguna vez en la vida (9,5%).
Por sexos, las chicas tienen un consumo superior de drogas legales (tabaco, alcohol y ansiolíticos). En el resto están por encima los chicos, tanto en cannabis (un 17,6% en los últimos 12 meses para ellos y un 13,4% para ellas) como en otras drogas menos consumidas: cocaína (3,2% frente a 1,3%), éxtasis (1,6% ellos, 0,9% ellas), anfetaminas (1,7% / 0,5%) o heroína (1% / 0,2%).
La edad media de inicio es más precoz para el alcohol, que los chicos empiezan a beber a los 13,8 años de promedio y las chicas a los 13,9. En el tabaco sube hasta los 14,1 años para ambos sexos, prácticamente igual que para el cigarrillo electrónico. El cannabis se inicia cerca de los 15 años.
Políticas públicas
Xisca Sureda, delegada del Plan Nacional sobre Drogas, ha remarcado que los datos que se han presentado el miércoles muestran la continuidad de una tendencia que se venía observando los últimos años y que están en línea con la de la mayoría de los países europeos.
“La disminución viene dada por todo el trabajo que hay detrás, en intervenciones y políticas que se han ido desarrollando”, ha explicado Sureda. “En el tabaco, por ejemplo, empezamos a ver una bajada con las leyes de 2006 y 2011; ya en 2008 se observa una disminución muy importante. En alcohol, aunque sigue siendo la sustancia psicoactiva más consumida, las comunidades autónomas han impulsado muchas intervenciones, pero ahora es fundamental que salga adelante una ley estatal”, ha dicho en referencia a la que impulsa el Ministerio de Sanidad, que está a punto de llegar al Congreso.
La delegada ha defendido los planes de prevención, que han logrado un cambio de conciencia: la percepción del riesgo ha aumentado para casi todas las sustancias. “Esa desnormalización de los consumos no depende solo de la responsabilidad individual de los adolescentes, sino de las políticas que contrarrestan la presión de la industria”, ha añadido.
La ministra también ha resaltado que “la política funciona”. Quiere seguir profundizando en las actuaciones que, según ella, han dado estos resultados positivos, como pueden ser las leyes antitabaco y las campañas contra el alcohol. Por ello, ha defendido seguir adelante con la tramitación de las leyes que su departamento está impulsando, como son las reformas que pretenden ampliar los espacios libres de humos (a terrazas, ocio al aire libre, centros deportivos, entre otros) y le ley de alcohol en menores.
“Como gobierno seguiremos trabajando para crear entornos libres de humo y alcohol, regulando los nuevos productos, para que la salud de los jóvenes sea una prioridad en nuestro país”, ha dicho.
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