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Condenado a 14 años y medio de cárcel por violar reiteradamente a un menor al que sedaba previamente en Mallorca

El agresor controló a los amigos de la víctima, que sufre importantes secuelas psicológicas, y le manipuló para denunciar a su madre

Condenado Violación Mallorca
Lucía Bohórquez

La sección primera de la Audiencia Provincial de Palma ha condenado a una pena de 14 años y seis meses de cárcel a un hombre de 42 años por violar reiteradamente a un menor de 11 años al que suministraba fármacos previamente para poder cometer las agresiones. La sentencia condena al acusado a pagar una indemnización de 30.000 euros a la víctima, a la que no se podrá acercar en un periodo de 15 años. El menor ha sufrido importantes secuelas psicológicas: inhibición emocional, nula autoestima, pensamientos autolíticos, trastornos del sueño, terrores nocturnos, asco a la comida, problemas en sus relaciones sexuales y cierta incapacidad para corresponder sentimentalmente a otras personas. Las agresiones se prolongaron durante un periodo de cinco años.

La sentencia considera probado que el condenado y su marido eran amigos de la madre de la víctima y, con el tiempo, fueron estrechando lazos hasta que justo antes de estallar la pandemia, en 2018, el agresor cuidaba del menor cuando la madre no estaba, le hacía regalos y se comportaba como una persona consentidora y cariñosa. “Los lazos se fueron haciendo cada vez más estrechos, llegando el acusado a convertirse en una figura similar a la paterna en relación con cuidados, contactos con el colegio, normas de conducta, actividades extraescolares, regalos y deberes”, señalan los jueces, que consideran creíble todo el relato del menor, que califican de “lógico, creíble, verosímil, estructurado y corroborado periféricamente” frente a un relato del acusado “estudiado, interesado y con explicaciones pobres”.

Según la cronología de los hechos, el agresor se mudó a vivir a la casa del menor y su madre en el municipio de Inca (Mallorca) y el acercamiento físico entre el agresor y la víctima se fue intensificando “porque cuidaba de los menores cuando su madre trabajaba” y las caricias se convirtieron en “tocamientos de su pene y culo cuando dormían juntos”.

“El procesado era poseedor de medicación para aliviar sus problemas de espalda y otras patologías. En concreto, Diazepam, Oxicodona y Fentanilo. El procesado suministraba todas las noches un vaso de leche al menor antes de irse a dormir. El menor no era capaz de reaccionar contra los tocamientos porque se quedaba en estado de shock por el miedo que sentía y porque su cuerpo no le respondía bien, como si no estuviera vivo, todo debido a alguna sustancia que el procesado le introducía en el vaso de leche que le obligaba a beber cada noche. El menor hacía como que estaba dormido”, señalan los jueces.

Las agresiones con penetración se extendieron casi a diario desde el verano de 2020 hasta noviembre de 2022 junto con otro tipo de violencia sexual y de actos violentos, como golpes, empujones o tirones del pelo, llegando en una ocasión a atar al menor con unas esposas. Además de ello, los jueces sostienen que el condenado realizaba “una labor de menosprecio” hacia el menor con el fin de minar su autoestima y poder manipularlo fácilmente.

“Durante la convivencia el procesado intensificó el control sobre el menor respecto de sus amigos, impidiendo el contacto con chicas, supervisando el ordenador que usaba, los amigos que tenía en la videoconsola y su móvil, en el que instaló un control parental que él manejaba. Con el objetivo de aislar al menor y que no contara nada de lo que pasaba, le hablaba mal de su madre, insistiendo en que ella no le quería, que se metía drogas o que estaba siempre de fiesta y que quería más a su hermano pequeño” dice el relato.

El condenado incluso consiguió que el menor denunciara a su madre “por pegarle un tortazo” y provocó que la víctima pasara a la custodia de un centro de menores. El hombre tendrá que indemnizar a la víctima con 30.000 euros y no podrá acercarse a él en un periodo de 15 años y medio. Tras cumplir la pena de 14 años y medio de cárcel, estará sometido a seis años de libertad vigilada.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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Sobre la firma

Lucía Bohórquez
Colaboradora de EL PAÍS en las Islas Baleares. Periodista de la Cadena SER en Mallorca desde el año 2008, donde se ha especializado en temas de tribunales. Estudió Periodismo en la Universidad del País Vasco.
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