El teléfono de la Esperanza triplicó la atención a personas en situación límite en Barcelona en 2010
Los usuarios al borde de la desesperación se multiplican por la situación económica
La acumulación de varios años sin remontar el bache económico está disparando el número de personas que se enfrentan en situaciones límite en Cataluña, según ha detectado el servicio de ayuda del Teléfono de la Esperanza. La línea telefónica de ayuda (93 414 48 48) registró el triple de llamadas de personas al borde de la desesperación en 2010 que el año anterior, según refleja el balance anual que la institución ha presentado hoy. El Teléfono recibió 18.015 llamadas, 702 de ellas realizadas por personas completamente desbordadas. "Están superadas por las circunstancias en que se encuentran y que no saben cómo resolver", detalla el boletín que edita la Fundación Ayuda y Esperanza, entidad que gestiona la línea telefónica.
La entidad recibió una media de 50 llamadas diarias, dos de las cuales pertenecían a personas consideradas desesperadas. Los usuarios con problemas mentales, por su parte, aumentaron el 9% mientras que las personas que solo presentaban problemáticas económicas o laborales pero con aparente capacidad para gestionarlas aumentaron el 2%.
Mujer soltera de Barcelona
El perfil de los usuarios del Teléfono es el de una mujer soltera de entre 31 y 60 años, residente en Barcelona ciudad, ha detallado la Fundación. Más de la mitad del total de llamadas estaban motivadas por la soledad: el 54,3% de usuarios solo alegaron necesidad de hablar y comunicarse. El 35%, por su parte, correspondieron a usuarios habituales del servicio que recurren a él para sentirse reconfortados en sus problemas. Los problemas de incomunicación con los demás representaron el 6% de las llamadas, mientras que problemas exclusivos de soledad motivaron el 10,1% de las asistencias telefónicas.
Los estados depresivos (7,8%), los conflictos emocionales y sentimentales (5%) y las crisis de angustia y ansiedad (4,2%) son otros de los motivos recurrentes de atención. Las llamadas que tienen su origen en enfermedades mentales supusieron un 27,6%, casi nueve puntos por encima del 16,8% que se registró en 2009.
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