La era del cepillo de dientes sónico: ¿limpia mejor uno eléctrico o uno manual?
La higiene bucal se ha adentrado en una carrera tecnológica, pero los expertos aseguran que nada es tan efectivo como una buena técnica


Sensores de la presión, motores supersónicos, conexión con la IA, pantallas digitales, diseños futuristas o vibraciones sónicas... Cualquiera pensaría que en lugar de estar eligiendo un cepillo de dientes estamos ante un simulador de vuelo. Con modelos que llegan a los 400 euros y todo tipo de cabezales, cerdas, materiales y tecnologías, vivimos un momento de hiperespecialización que ha convertido la higiene dental diaria en un importante negocio. Solo el mercado de los cepillos eléctricos prevé rozar los cuatro mil millones de dólares para 2027, según datos de Impactful Market Research y al humilde cepillo en una joya futurista.
No fue hasta finales de los años 80 cuando llegó el primer cepillo dental eléctrico para uso doméstico, que era de acción rotatoria, recuerda Oral-B en su página corporativa. Poco a poco se fueron logrando movimientos más específicos de la cabeza y las cerdas del cepillo, explica, y así se dio con el lema que llevamos escuchando desde entonces: este tipo de cepillos favorece “una limpieza más efectiva de los dientes”. Después llegaron diversos estudios clínicos a señalar que, en cuestión de eliminar la placa, el eléctrico ganaba al manual. En los últimos tiempos la profesionalización de los cepillos es tal que hemos consultado a dos expertas en la materia para aclarar si el culto al cepillo futurista asegura una mejor salud dental o si es solo marketing.
Cómo identificar un buen cepillo
Eider Unamuno es dentista y divulgadora, y propone una analogía a la hora de escoger un cepillo u otro: “Al igual que para elegir una crema facial valoraremos si tenemos la piel seca, grasa, si tenemos rosácea o dermatitis. Nuestro dermatólogo podrá ayudarnos a elegir la más adecuada para nosotros. Una piel sana y normal probablemente vaya bien con cualquier crema. En la boca igual, una boca sana podrá probablemente usar cualquier cepillo del mercado y que le vaya bien. En cualquier otra situación, podremos pedir asesoramiento a nuestro odontólogo”. Para escoger un cepillo de dientes, añade, deberíamos tener en cuenta algunas necesidades personales, como si llevamos algún tipo de aparato, prótesis o implantes, o si tenemos hipersensibilidad, gingivitis o periodontitis, porque al final, lo que hace que un cepillo sea bueno es “la capacidad de eliminar la placa bacteriana sin dañar ni las encías ni el esmalte”.
Las características específicas de un buen cepillo no son muchas, pero sí importantes: “Lo más crucial es que el cabezal sea pequeño o mediano de esa forma es más sencillo llegar a los molares posteriores y asegurar la correcta limpieza de la boca. Las cerdas deben ser suaves o medias con puntas redondeadas y el mango antideslizante”, explica Almudena Herraiz, odontóloga y ortodoncista.
Eso sí, las expertas coinciden en señalar un aspecto clave para que un buen cepillo siga siéndolo: su vida útil. Debemos cambiarlo cada tres meses. “Si enfermamos, antes. Y si destrozamos las cerdas por aplicar demasiada fuerza también conviene cambiarlo”, apunta Eider Unamuno.
¿Para qué sirve todo esto? Hoy los cepillos que encontramos en farmacias y supermercados presentan funciones muy avanzadas, como cabezal giratorio, cerdas de silicona en posiciones cruzadas o control del tiempo, hay unos que oscilan, otros vibran y algunos incluso integran IA para decirte si te has cepillado bien. “La gran mayoría de estas funciones son muy prescindibles”, asegura Eider Unamuno.
Almudena Herraiz coincide en que algunas funciones no son necesarias, pero sí señala que pueden ser un reclamo para que nos apetezca cepillarnos. Sobe los extras del cepillo eléctrico que sí valora, destaca el control de tiempo: “Solemos cepillarnos menos tiempo del necesario”. Y también de presión para educir los daños a la encía y la retracción de esta.

¿Eléctrico o manual? La clave es la técnica
A la pregunta de cuál de los cepillos es más efectivo, si el eléctrico o el manual, la respuesta es unánime: “Depende de la técnica. Pero si usas correctamente el cepillo eléctrico, es decir, la técnica correcta de cepillado con cepillo eléctrico, este elimina mucha más placa por lo que podríamos decir que es mejor”, cuenta Almudena Herraiz. “Por otro lado, si no dominas la técnica del cepillado, en ese caso el manual es más efectivo que el eléctrico y si tu técnica con el cepillo manual es buena puede equipararse a la limpieza con eléctrico”.
Sin embargo, los cepillos eléctricos se presentan como la opción para hacer un mejor trabajo de reducción de la placa y la gingivitis que el cepillado manual. ¿Esto es así? “Solo si conoces la forma correcta de usarlos. La técnica es distinta, es decir, los movimientos a realizar con un cepillo manual y uno eléctrico son diferentes”, asegura Almudena Herraiz. “Si la técnica de cepillado es buena, hasta el cepillo manual más básico sirve para mantener una buena salud de encías y dientes. Pero eso no quiere decir que el cepillo eléctrico no ayude porque creo que hace el momento del cepillado más interactivo y dinámico y esto ayuda a coger el hábito y la frecuencia. Además es mucho más sencillo aprender la técnica de cepillado eléctrico frente a la manual por lo que para pacientes con poca habilidad o técnica es ideal”.
Tipos de cepillos eléctricos
Dentro de los cepillos eléctricos hay dos tipos, según el movimiento de su cabezal: los de rotación u oscilación giran sobre cada diente y eliminan la placa por contacto directo, mientras que los sónicos vibran a alta frecuencia y generan microburbujas que limpian también entre los dientes y bajo la encía.
Pero todas estas innovaciones no son tan relevantes como su adecuado uso. Eider Unamuno pone el ejemplo de la distribución de las cerdas del cepillo dental, que si bien puede hacer que sea más fácil llegar a espacios interdentales o que se elimine más placa de la línea de la encía. “Una deficiente técnica de cepillado eliminará todas esas ventajas”. Así, en su opinión, si la diferencia de precio por una disposición concreta de cerdas es mucha respecto a un cepillo básico, “solo está justificado si tenemos una técnica maravillosa, y aun así, no obtendríamos los resultados deseados”. Eléctrico o manual, ambos cepillos son igual de efectivos si tenemos una buena técnica de cepillado, reafirma Eider Unamuno: “La verdad es que puede ser más fácil obtener buenos resultados con el eléctrico, pero un buen cepillo manual junto a la adecuada técnica es una combinación perfecta”.
Beatriz Turégano Alarcón, de la Unidad de Periodoncia de la Clínica Dental Hernández – Franch de Madrid respondió en Instagram a la pregunta que nos ocupa: ¿Para qué sirven todos estos cabezales de formas y colores futuristas? “¡Para nada!”, decía. Esta odontóloga explica después que, a la hora de elegir un cepillo manual, tener en cuenta que el diseño del cabezal es determinante para eliminar la placa de manera eficiente. Según su criterio, las técnicas más efectivas son las intrasulculares, es decir, aquellas en las que los filamentos del cepillo contactan directamente el surco para limpiar el biofilm alojado en esa zona. Así, advierte que los diseños en los que los filamentos están orientados en distintas direcciones, tienen longitudes variadas, se cruzan o incluyen vistosas áreas de goma no resultan eficaces si se aplica una técnica intrasulcular. Por eso, esta profesional recomienda desconfiar de cabezales con piezas de goma, conjuntos de filamentos a varias alturas o que se cruzan, cepillos de dureza media o dura y cepillos poco tupidos.
En medio de esta carrera por el cepillo más tecnológico posible, existe una corriente de marcas que reivindican cepillos que a simple vista resultan mucho más sencillos, con cerdas de la misma largura y sin elementos añadido, como la suiza Curaprox, basados en los de toda la vida, con modelos visualmente minimalistas y colores llamativos, o la sueca Foreo, con un modelo de silicona.
Tipos de cerdas, ¿importan?
Hace unos años, existía la idea de que las cerdas duras limpiaban más y mejor. “Hoy en día se conoce que con cerdas suaves obtenemos una limpieza óptima. Las cerdas duras, mejor evitarlas a no ser que tengas una encía gruesa y muy sana”, aconseja Eider Unamuno, que recomienda, entre todos, los filamentos extrasuaves. “Cada vez están más indicados para el cuidado oral diario, ya que son más flexibles y llegan a todos los recovecos”, subraya.
Idealmente, las cerdas de un buen cepillo son blandas. “Son mucho más respetuosas con las encías y el esmalte dental”, explica Almudena Herraiz. “Generan menos retracción de encías, menos abrasión en el esmalte y evitan irritación o heridas en las encías causadas por el cepillado”, añade. “La disposición de las cerdas busca poder alcanzar las superficies más difíciles de limpiar, zona entre dientes, borde encía-diente, surcos dentales, etc. Las cerdas onduladas se adaptan muy bien a las superficies dentales, las entrecruzadas o cónicas a zonas interdentales y las que tienen forma de copa, recogen muy bien la pasta y ayudan a eliminar manchas superficiales en dientes anteriores. Todas funcionan bien, lo importante es el tiempo de cepillado y llegar a todas las superficies”, apunta esta especialista.
La composición de las cerdas es otro de los aspectos más publicitados, e incluso hay algunas hechas de materiales como el aceite de ricino o el bambú carbonizado. ¿Sirve esto para un mejor cuidado de la boca? “Son menos recomendables. Las cerdas típicas son de nylon y son las más efectivas, son mucho más duraderas y se pueden fabricar con diseños más redondeados y adaptados a la superficie de los dientes”, argumenta Alumdena Herraiz. “Las cerdas naturales duran mucho menos, enseguida se abren por lo que la eficiencia del cepillado se ve reducida, los diseños de las cerdas no son tan suaves y redondeadas, suelen ser más ásperas por lo que pueden generar más irritación o molestias en las encías”, añade.
Más allá de las cerdas convencionales, existen opciones ecológicas, biodegradables y compostables, pero como advierte Eider Unamuno, “también hay mucho Green Washing o Marketing Verde. Todavía hay pocos estudios comparativos en cuanto a limpieza de cepillos con cerdas de Nylon y Ecofriendlys. Sin embargo, si quieres consumir algo realmente natural, debes buscar certificados oficiales”.
Cepillo eléctrico para niños: ¿sí o no?
“El cepillado de los niños es responsabilidad de los padres”, refuerza Eider Unamuno, al menos hasta que su destreza o psicomotricidad manual sea lo suficientemente buena, cuando tienen unos ocho años. ¿Cuál es el más indicado? “El cepillo con el que mejor se maneje el adulto responsable será el óptimo”, apunta esta dentista.
En el mercado hay cepillos de dientes eléctricos infantiles desde los tres años, lo que a ojos expertos puede ser conveniente “si el cepillado es supervisado y se utiliza la técnica correcta”, matiza Almudena Herraiz. “Creo que el cepillo eléctrico tiene sus ventajas y desventajas, por un lado al niño le puede resultar más atractivo será más fácil crear rutinas. Se ha de tener muy en cuenta el tamaño del cepillo, mango y la fuerza para no lesionar las encías y hemos de asegurarnos que está el tiempo adecuado y cepilla todas las superficies”, añade. “La desventaja que le veo es que los padres deberían repasar el cepillado, es decir, volver a cepillar a los niños después de que ellos lo hayan hecho para asegurar la correcta higiene, hacerlo con un cepillo manual resulta mucho más sencillo que con el eléctrico. Además los niños deterioran mucho más rápido las cerdas por lo que el cepillo eléctrico es una opción más cara”.
A través de su perfil en Instagram, Mercedes Viñas, odontopediatra y ortodoncista, publicó una pequeña guía para elegir el cepillo ideal para los niños en la que señala que colores, formas, luces o personajes de dibujos animados lo ponen muy atractivo. Pero, de nuevo, lo verdaderamente importante no es tanto el cepillo en sí, sino la técnica de cepillado. “Debemos continuar haciendo un cepillado asistido hasta los 9-10 años. También podemos introducir el uso de cepillo eléctrico a partir de los 3 años. Si esto les motiva, adelante. Yo suelo recomendar el uso de ambos cepillos a diario, utilizando el cepillo manual en el cepillado de la mañana y el cepillo eléctrico por la noche, así seguiremos fomentando el desarrollo de una técnica de higiene oral adecuada”, publicó esta especialista.
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