El regreso del labial marrón traslúcido, el color que explota el tono natural del labio
Ni ‘grunge’ como el mate de los noventa, ni pegajoso como el ‘gloss’ de los 2000: es el turno del labio marrón velado y brillante, un acabado que realza el color y el volumen natural. Esta es su historia y así se lleva en 2026

En el Diálogo entre la Moda y la Muerte del italiano Giacomo Leopardi, el primer personaje busca con ahínco la colaboración de la segunda arguyendo que ambas aspiran “con igual afán a deshacer y remudar sin tregua las cosas”. Hoy esa misma charla podría darse entre moda y nostalgia. Cualquier tiempo pasado parece mejor; sobre todo, si ese tiempo es la década de los noventa. La belleza y la pasarela beben sedientas de una de las eras más fértiles: la del minimalismo de Calvin Klein, Prada y Helmut Lang y la del grunge del icónico reportaje Grunge & Glory protagonizado por Naomi Campbell y Kristen McMenamy y fotografiado por Steven Meisel o del desfile de Marc Jacobs para Perry Ellis. Vestidos largos de flores conviven con slip dresses desprovistos de costuras. En términos de maquillaje, vuelve el contorneado de Kevyn Aucoin (no, la técnica del contouring no es obra de Kim Kardashian), la base mate que destierra el efecto piel dónut glaseado y los labios marrones.
Del labial marrón se ha hablado largo y tendido; también de sus icónicas embajadoras: las actrices noventeras Winona Ryder o Drew Barrymore, que hicieron de los labios chocolate el labial rojo de aquella era. Pero a finales de 2025 y en 2026, los labios, aunque color café, serán menos grunge y más vinílicos y traslúcidos. Palabra de Phoebe Philo, en cuya último drop, las modelos lucen labios marrones, pero no mates ni tampoco cargados de pigmento y color, sino más transparentes y brillantes. Lo mismo ocurre con las colecciones otoño-invierno 2025/26 de marcas como Off White, Zimmermann, Elie Saab o Chanel Alta Costura. Y es que, si la tez abandona el lustre y el brillo para tornarse mate y aterciopelada, en los labios ocurre lo contrario.

Labios marrones traslúcidos: su historia
Hailey Bieber ya lo vio venir hace un par de años. Brownie glazed lips los llamó, aunque no tardaran en darle un toque de atención por apropiación cultural. Y es que la paleta de tonalidades marrones que han protagonizado las tendencias en maquillaje más populares de los últimos tiempos -del mob wife al toasty glam- no fue contemplada por la industria de la belleza hasta prácticamente la década de sesenta, con la estética chola de las pandilleras latinas de Los Ángeles y sus labios perfilados hasta casi el tatuaje en tonalidades marrones.
Aunque sin duda la era de esplendor del maquillaje marrón fue la década de los noventa del pasado siglo: la del rostro contorneado y esculpido característico de Kevyn Aucoin, la de los labios en marrones y nudes. Aunque su textura no siempre fue mate. Hacia el final de aquella década, quizás anticipando la llegada del gloss más dosmilero, los labios se volvieron más brillantes.
Dejaron trazo de ello Winona Ryder (Winona forever) en la première de Boogie Nights (Paul Thomas Anderson, 1998); Drew Barrymore visitando el programa de David Letterman en la misma época. Julia Roberts en el estreno de Notting Hill (Roger Michell, 1999) y Liz Hurley, pareja por entonces de su compañero de reparto, Hugh Grant. Porque todas ellas cambiaron su boca marrón opaca por una en textura más brillante, jugosa y natural. Siguiendo con la industria del séptimo arte, Jennifer Lopez defendió los labios café traslúcidos en películas como Planes de boda (Adam Shankman, 2001). Algo que también hicieron otras figuras de la música como Aaliyah o las girl bands TLC y Destiny Child.
“La música, la moda y la belleza tienen fuertes referencias a los noventa y al labial marrón. Se usaba un perfilador de labios spice para delinear los labios y un tono claro de labial para rellenarlos, dejando el delineado a la vista. La versión o tendencia más moderna y actual es usar un brillo traslúcido, que aporta comodidad a los labios y mantiene el brillo durante horas”, cuenta Naoko Scintu, la maquilladora global de Dolce & Gabbana.

Entre los frosted lips de los noventa y la boca glossy del 2000
Cuando el grunge noventero de los labios marrones mate parecía desvanecerse, surgió la tendencia de los frosted lips, que consistía en aplicar una capa de labial rosa nacarado o incluso plateado en el centro del labio previamente maquillado en colores naturales y marrones con la finalidad de aumentar ópticamente el volumen natural de la boca. Antesala, quizás, de los labios brillantes y pegajosos característicos de los 2000 que tuvieron al gloss como protagonista y a Paris Hilton y Nicole Richie como embajadoras.
Como una especie de tendencia bisagra surgieron los labios marrones traslúcidos, en tonalidades más transparentes y con una capa brillante. “Las texturas glossy son una de las características de las tendencias de los noventa y dosmiles, pero no es algo casual. El brillo hace más evidente el volumen de los labios y los engrosa. Y en estas décadas se buscaba reestructurar el rostro con una gama de color basada principalmente en los marrones para crear un look de lo más arquitectónico y realzar los volúmenes de la cara. El efecto del brillo en los labios era el toque perfecto para potenciar aún más estas convexidades”, explica Xabier Rodrigues, maquillador nacional para la Península de Mac Cosmetics.
El especialista añade: “Otro punto importante del uso de este tipo de texturas es el trabajo previo realizado con el perfilador. Un perfilado perfecto y fundido hacia las mucosas de la boca que se coronaba con brillo semitransparente o totalmente cristalino. De esta manera, el gloss dejaba ver el perfilador y no opacaba el efecto del lápiz”.
En estas décadas se buscaba reestructurar el rostro con una gama de color basada principalmente en los marrones para crear un look de lo más arquitectónico y realzar los volúmenes de la cara. El efecto del brillo en los labios era el toque perfecto para potenciar aún más estas convexidades.
El regreso de esta tendencia -la de los labios marrones traslúcidos- está inspirada “en la amplia gama de tonos de piel existentes en la raza humana, y se juega con ellos para crear contrastes: es como utilizar la paleta que la naturaleza nos ha dado de forma estratégica y consciente para potenciar los labios”, argumenta Rodrigues. Naoko Scintu añade: “Siento que los labiales semitransparentes son muy cómodos y funcionan de maravilla en comparación con cualquier cosa que tuviéramos en los noventa. Lo importante es el rendimiento, la duración y la sensación del producto en los labios”.

El paso a paso de los labios marrones traslúcidos
“Utilizaremos un perfilador más oscuro a nuestro tono natural de piel (la intensidad, al gusto), marcando bien los labios e incluso podemos falsearlos saliéndonos un poco por la zona del centro”, aconseja el maquillador de Mac. “Una vez dibujados los labios, difuminamos el perfilador hacia el centro para crear un efecto degradado intentando que la línea exterior del perfilado quede bien definida”.
Después es el turno del labial brillante o gloss. “Lo aplicaremos llegando bien al perfilado. Podemos añadir un labial más claro en el centro del labio si nos apetece”. El experto advierte: “La clave está en el tipo de gloss que escogemos. Existe una variedad casi infinita en el mercado, pero debemos elegir los que tienen una baja cobertura para asegurarnos de que el color siempre será velado, dejando ver el fondo de nuestra piel o labial”.
Truco profesional: “Para que los labios queden perfectos, corrijo con una brocha plana y pequeña las comisuras del labio inferior, ya que esta zona suele estar más pigmentada. Aplicando un corrector del mismo tono de la piel haremos que los labios no adquieran una forma caída o de descenso en la zona de las comisuras”, concluye Xabier.

¿Pueden unos labios brillantes ser de larga duración?
“Se pueden utilizar perfiladores de larga duración, pero lamentablemente un gloss es un gloss. El retoque con este tipo de texturas hidratantes está asegurado”, asegura Rodrigues. Por fortuna, vivimos una época en la que los productos de maquillaje son casi accesorios de moda; una suerte de Labubus o Monchhichis. La prueba está en la archiconocida carcasa para el móvil con hueco para colocar el labial creada por Hailey Bieber o el regreso del brillo de labios como charm o llavero para colgar en el bolso, que han lanzado marcas como Dior al estilo del mini gloss de Bourjois que llevábamos colgando del móvil hace tres décadas.

Labios marrones traslúcidos: los más favorecedores
Este tipo de maquillaje funciona bien en cualquier persona; otra cosa es que la persona no se vea representada por esta tendencia. “El maquillaje es pura subjetividad y personalidad, y lo más importante es la propia ‘autoaceptación’ a la hora de vernos reflejados en el espejo”, razona Xabier Rodrigues. La experta de Dolce&Gabbana añade: “Podemos encontrar un marrón nude perfecto para cada tono de piel. Un nude miel, un nude melocotón claro, un nude marrón rosado cálido, un nude marrón suave o un marrón neutro. En mi opinión, hay un tono para cada gusto”.
Con respecto a cómo adaptar los labios marrones traslúcidos a cada tonalidad de piel, el experto aconseja utilizar tonos más cercanos al de nuestra tez en el caso de las pieles claras, para no crear contrastes muy agresivos. “En una piel oscura jugaríamos igual para un acabado natural”.

Los favoritos
La industria de la belleza se ha puesto manos a la obra para lanzar labiales de acabado traslúcido en tonalidades marrones. A continuación algunos de los más apetecibles:

Dior Lip Glow Oil contiene aceite de cereza que nutre, protege y suaviza los labios. El efecto espejo, casi lupa, va acompañado de un confort de larga duración, ligero y sin sensación pegajosa. La tecnología Color Reviver permite modular un resultado a medida que se adapta a todas las carnaciones de labios.

Oil Lip Plumper, en Iced Espresso, de Dolce & Gabbana. Su fórmula en aceite gelificado está diseñada para realzar los labios sin sensación pegajosa. ¿Lo mejor? Su aroma a café que lo convierte en el Opium de los labiales.

Lip Idôle JuicyTreat, en tono All the Tea, de Lancôme. Ofrece un brillo jugoso 3D instantáneo con un efecto refrescante de mentol y un aroma a vainilla que lo hace prácticamente adictivo.

Plump Ambition, de L’Oréal Paris. Su fórmula combina ácido hialurónico y tripéptidos en una mezcla de aceites. Con su aplicación, los labios están hidratados, voluminosos e irresistibles.

Almost Lipstick Nude Honey, de Clinique. Un aceite multifunción para labios y mejillas que recoge el testigo del labial superventas viral de la marca, Black Honey.

Squirt Pumpling Gloss Stick, de Mac. Un tono de labios con un toque de color. Efecto volumen gracias a los extractos de raíz de jengibre y mentol.
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