María García, diseñadora de electrolineras: “La ‘cuñadez’ que más me dicen sobre los coches eléctricos es que sus baterías contaminan”
Esta arquitecta visionaria empezó a trabajar por la movilidad sostenible hace doce años. Ni Elon Musk ni los apagones ha conseguido que se rinda


Cuando María García (Teruel, 1989) era solo una adolescente turolense, aquella plataforma que reivindicaba que su provincia también existía estaba en plena ebullición: “Estábamos aislados, no había un kilómetro de autovía y eso me hizo consciente de la importancia de la movilidad. Sin ella no hay desarrollo”, explica esta arquitecta que acaba de ser nominada entre 1.200 candidatos al premio Design Europa por un diseño de gasolinera eléctricas, también llamadas electrolineras, que ha diseñado para la empresa en la que trabaja, la holandesa Fastned, una de las mayores proveedoras de carga rápida de energía para coches eléctricos del continente. Risueña y prudente, acepta las preguntas difíciles con la misma gracilidad con la que enfrenta las “cuñadeces”: “La más frecuente es la de que las baterías contaminan. Hoy en día ya se reutilizan y se reciclan el 99 por ciento y cambiando muy pocos materiales se consigue que vuelva a ser perfectamente operativa”. Defender la movilidad eléctrica es un poco como ser vegetariano: siempre al quite de las impertinencias. “De hecho, soy vegetariana”, dice entre risas.
Pregunta. La movilidad eléctrica siempre se ha asociado a valores muy positivos, de la sostenibilidad, la limpieza, lo bello. ¿Ha cambiado eso la llegada de Elon Musk a la Casa Blanca?
Respuesta. Su papel en política ha afectado la imagen de la movilidad eléctrica en general pero sigue siendo la única que puede ser 100% sostenible y eso no debería ensombrecerlo la política.
P. ¿Pero usted es consciente de que cuando ahora alguien ve un Tesla no siente lo mismo que hace tres años?
R. Y creo que está bien que la sociedad reaccione, pero si te abstraes o tomas un poco de distancia, no cambia la realidad de la movilidad eléctrica como una alternativa muchísimo mejor a la movilidad de combustión.
P. ¿Cuando el apagón pensó “se nos va a la tacho la reputación”?
R. Soy muy optimista. Yo creo en el progreso. Al final esto demuestra que el sistema eléctrico necesita también ponerse al día con toda la demanda, no solo de los puntos de carga de los vehículos eléctricos, más de data centers y demás. Tenemos una oportunidad de hacerlo ahora y de hacerlo bien. Para que no solo haya movilidad sostenible sino que todo el país reduzca emisiones aún hay que cambiar muchas piezas del puzzle. Cada uno estamos poniendo la nuestra.
P. Ha vivido doce años en Países Bajos. ¿Qué le han enseñado?
R. La cultura de trabajo que tienen es muy diferente a la española, en cuanto a la confianza que te dan tus jefes desde el minuto uno. Yo empecé allí con 25 años con un nivel de responsabilidad muy alto, que creo que aquí no hubiese tenido.
P. Al fin y al cabo el capitalismo lo inventaron ellos
R. Tienen muy poco miedo al fracaso, a tirarse a la piscina y probar y aprender probando.

P. Es cierto que la primera España democrática la construyeron personas muy jóvenes y ahora parece que cuesta darles responsabilidades…
R. Hay que aprender de ellos. Estar expuesto a una cultura que confía en que lo puedes hacer, aunque sea tu primera vez, es algo muy potente, que da mucha energía y mucha motivación para crecer.
P. ¿Le ha costado conquistar espacios por ser mujer?
R. No diría que me ha costado la vida pero ha habido situaciones en un mundo tan dominado por hombres en las que quizás tu voz tarda más en escucharse. Al final mi perfil es muy diferente al del sector: soy mujer y soy muy joven.
P. Pero no hay una edad buena tampoco, porque cuando sea más mayor, planeará la sombra de ser “una vieja”
R. Bueno, en mi empresa eso no pasa. En Holanda las mujeres ocupan espacios de poder en las compañías y nosotros tenemos un 47 por ciento de fuerza de trabajo femenina. Yo formo parte del equipo de dirección desde los 32 años. Se puede, pero se necesitan hombres aliados.
P. ¿Qué se nota cuando trabaja en una corporación con certificado B?
R. Se nota en que tenemos el objetivo interno de controlar la brecha salarial, hay ejercicios internos para observar cómo tenemos los salarios y corregirlos si es necesario. Y luego hay protocolos para evitar el acoso laboral.
P. Entras en una electrolinera y hay tres personas. Uno es un taxista. ¿Quiénes son los otros dos?
R. El segundo puede ser un fontanero, es decir, una persona que también conduzca muchos kilómetros y que tenga un coche comercial, porque también dentro de poco les van a restringir el tránsito por la ciudad. El tercero un perfil como el mío, alguien que trabaja en una multinacional, en las que también están cambiando a flotas eléctricas.
P. Usted tiene coche eléctrico. ¿Se ha arrepentido en algún momento como le pasa, según los estudios, al cincuenta de sus usuarios?
R. Yo llevo muchísimos años ya con él y he hecho viajes larguísimos, de Madrid a Bilbao o a Ámsterdam. Lo que pasa es que hoy en día aún hay que planificar, claro, por el tema de las electrolineras…

P. El ambiente en una tiene que ser muy diferente del de una gasolinera
R. Ese es exactamente mi trabajo. El diseño y la arquitectura pueden hacer que un espacio muy técnico se humanice y que sea muy fácil para los usuarios entender cómo funciona. Transformar espacios que han sido generalmente zonas industriales, parkings o no-lugares en zonas verdes, con flores, marquesinas con luz, es la mejor parte de este negocio.
P. O sea que cintas de ‘Los chunguitos’ no me voy a encontrar…
R. Solo hay tienda en dos de nuestras localizaciones, ambas en Bélgica. Son espacios diseñados por nosotros con productos que son mucho más saludables, mucho más ecológicos que los de una gasolinera normal. Incluye una zona de pícnic y otra de juegos para niños.
P. Si digo que las electrolineras son pijas, ¿estoy siendo injusta?
R. Es verdad que no todo el mundo tiene el poder adquisitivo para un coche eléctrico, pero es algo que tarde o temprano se va a extender a toda la población. El vehículo eléctrico transforma el 80%, el vehículo de combustión solo el 20%. Es como el tren de vapor, solo cuestión de tiempo.
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